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LA OPINIÓN PUBLICADA

Alemania: el neocolonialismo de la señorita Ángela 'Rottermeier' Merkel

23/06/2012 GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA

 

VALENCIA. El viernes pasado, se jugó el partido Alemania-Grecia, de cuartos de final de la Eurocopa, en el que los alemanes lograron una clara victoria (4-2). Alemania, en los últimos años, ha logrado alumbrar un estilo de juego atractivo y vistoso, alejado del tópico alemán (defender, correr, centrar y rematar, como si fueran una Panzerdivision atravesando Francia). Enfrente se encontraba Grecia, una selección de inferior calidad, que fió su suerte a la intensidad defensiva y la búsqueda de un milagro en algún contragolpe.

A pesar de que el estilo de fútbol alemán resulta mucho más atractivo, muchos espectadores, probablemente una mayoría, estaba con Grecia. Y no sólo por la clásica afinidad con el más débil. También por el enfrentamiento subyacente entre ambos países: uno, acreedor. Otro, deudor. Uno, empeñado en ofrecer lecciones de austeridad, con indisimulados ribetes morales, a todo el mundo. Otro, la quintaesencia, se supone, de todo lo que se hizo mal en los años de vino y rosas.

Pasado trágico, presente prometedor

Alemania cae mal en la UE. Hay países en los que siempre ha caído mal. No en vano, Alemania los invadió y ocupó durante años. En ocasiones, dos veces, como es el caso de Bélgica y el norte de Francia. En su invasión, Alemania cometió todo tipo de excesos y tropelías, en un grado nunca visto en Europa. Por eso, estuvo las siguientes décadas pagando sus culpas, en sentido tanto literal como figurado.

Pero, desde la unificación, Alemania parece haber superado muchas de las inseguridades y prevenciones del pasado. Quiere asumir, de una vez por todas, su papel de líder de la UE, como país más poblado y rico y como economía más grande. El eje francoalemán, que dirigió la UE desde los años 50, se encuentra cada vez más explícitamente desequilibrado a favor del socio más poderoso.

Y aquí es donde ha aparecido un problema: no parece que Alemania, o al menos la Alemania actual, sepa cómo liderar la UE. Y ni siquiera está claro que quiera hacerlo.

Hace unas semanas, comentaba las críticas que el estadounidense Paul Krugman, profesor de Harvard, columnista del New York Times y premio Nobel de Economía, llevaba años deslizando sobre el euro y sobre la gestión de la crisis de la UE que está haciendo Alemania. Sin duda, Krugman se excedía en su balance de las debilidades del euro, pero posiblemente no en sus críticas a la gestión alemana.

Es evidente que los países con problemas son en buena medida responsables de su situación actual. Una visión crítica al caso español, con su desaforado ritmo de construcción de viviendas, sin duda nos permitirá relacionar aquellos polvos, del ladrillo, las recalificaciones y las hipotecas a cuarenta años, con los actuales lodos. Pero también conviene recordar que fue la llegada del euro, y sobre todo el crédito barato proporcionado por la banca europea (singularmente, por la banca alemana), lo que permitió montar todo el tinglado y que el crecimiento económico se diera con tanta intensidad.

Portada de la revista News StatesmanCuando un negocio sale mal, suelen salir malparados todos sus socios. Los que prestan y los que reciben el préstamo. En cambio, en la situación actual, y según el planteamiento que hace Alemania, parece que sólo los que (de forma excesiva e irresponsable) invirtieron el dinero de los préstamos en negocios ruinosos son responsables del desastre, y tendrían que afanarse en devolver la deuda a toda costa.

Para ello, para devolver la deuda, los acreedores, es decir, Alemania, exigen una serie de reformas estructurales que permitan contener el gasto. Unas reformas que pueden aliviar la crisis o agravarla, según a quién escuchemos, pero que en todo caso tienen un objetivo prioritario diáfano: devolver el dinero.

Evidentemente, y como dijo el ministro Montoro en un indisimulado aviso a navegantes, el que presta (en este caso, Alemania) espera recuperar su dinero. Si no, no prestaría, o no prestaría, de nuevo parafraseando al Gobierno, "en condiciones muy ventajosas" respecto de lo que está dispuesto a ofrecer el mercado. Sin embargo, cabría hacer al menos dos críticas fundamentales a la actuación alemana, incluso abstrayéndonos de la discusión de si su apuesta por la austeridad es acertada o contraproducente.

¡Arrepentíos, pecadores!

Junto con las reformas que exige Alemania, se desliza una peculiar lección de moralidad típicamente teutónica: habéis abusado irreflexivamente de los años buenos y ahora, para volver a la virtud, es necesario hacerlo por la vía del sufrimiento. Y, además, los términos del sufrimiento los determinamos nosotros, que para algo somos los virtuosos de esta historia. Así que Alemania ofrece su ayuda (si la ofrece), pero será siempre en sus condiciones, que comportan un perpetuo acto de contricción por parte de aquéllos que aspiran a recibirla.

Y, en efecto, Alemania hizo sus reformas estructurales hace casi una década, y también actuó con celeridad para solventar su agujero bancario (recurriendo a fondos propios). Con ello, se presenta como una economía saneada y competitiva. Pero hay un problema: Alemania sólo parece querer salvarse a sí misma, aunque sea a costa de los demás.

Nein, nein, nein

Desde que comenzó la crisis, Alemania ha adoptado un papel de "motor inmóvil" de la UE. Resulta evidente que, por su centralidad y su peso específico, así como por la fortaleza de su economía, cualquier solución a la crisis de deuda y a la depresión que viven varios países de la UE ha de pasar por una acción concertada y liderada por Alemania. Sin embargo, Alemania se niega a actuar. Se niega a adoptar reformas estructurales en el ámbito europeo. Se niega a contemplar la posibilidad de los eurobonos, o de que el BCE pueda actuar en los mercados como lo hace la Reserva Federal o como lo hacían los bancos nacionales de los Estados miembros antes de que sus funciones se vieran subsumidas en el BCE.

Alemania tiene una respuesta para casi todas las propuestas, súplicas y llamadas a la acción que le llegan desde fuera, y esa respuesta es "No". Vengan de Francia, de Italia, de España o (por supuesto) de Grecia. Y también aunque vengan de EE UU o el FMI. Alemania se enquista en una situación en la que se encuentra cómoda (su economía, que sí funciona, se está convirtiendo en "valor refugio" para todos aquellos que huyen despavoridos de los PIGS), y exige, antes de nada, reformas. La ayuda que ofrece Alemania tiene siempre un coste tan grande que los países con dificultades sólo aceptan cuando no les queda más remedio. Sólo muy recientemente, y sólo tras meses y meses de presiones y el riesgo de quedarse aislada, Alemania ha aceptado virar parcialmente su estrategia.

Alemania propone una negociación en unos términos agrios, muy alejados del espíritu de construcción europea, tan presente en los años ochenta. Queda claro, a ojos de todo el mundo, que la UE es sólo una comunión de intereses nacionales, a menudo enfrentados. Un mercado único, y nada más. El proyecto europeo, que ilusionó a mucha gente hasta hace no tanto tiempo (y muy especialmente en España), ha quedado reducido a una unión de conveniencia. Lo malo es que las uniones de conveniencia, como su nombre indica, pueden disolverse con suma facilidad, una vez ya no convenga a las partes.

¿Vuelta a la Alemania del kaiser?

La actitud de Alemania le ha granjeado enemistades y críticas en casi todas partes. Las menciones al nazismo han comenzado a menudear. Unas menciones siempre recurrentes cuando se trata de Alemania, y que no hace falta ni argumentar por qué no resultan en absoluto congruentes.

Sin embargo, la actitud de la Alemania actual, arrogante y con una carencia casi absoluta de tacto y mano izquierda, sí que recuerda ligeramente a la de la Alemania del Kaiser Guillermo II, anterior a la Primera Guerra Mundial (salvo por los bigotes y el militarismo prusianos, claro está). Una potencia emergente, que quería tener un papel en el mundo mucho mayor del que en apariencia se le había asignado.

Un país que pensaba que había llegado tarde al juego de las naciones y el colonialismo, y quería recuperar el tiempo perdido. Un país que acababa ofendiendo a casi todos y metiendo la pata una y otra vez, generando hostilidad en el mundo hacia Alemania y un sentimiento generalizado de incomprensión entre los alemanes: ¿cómo es posible que no nos quieran, si es obvio que somos los mejores?

A la Alemania actual quizás le ocurra algo similar: tras décadas de consenso y de pedir perdón por todas sus tropelías, los alemanes quieren mandar, y tienen cierto complejo de que no se les haya dejado mandar a gusto, a pesar de las múltiples evidencias que avalan que, si alguien tiene que mandar, son ellos. El problema es que, en apariencia, los alemanes no saben mandar sin ofender a aquellos a los que mandan.

Liderar en la UE no puede ser una versión desvaída del colonialismo europeo, que es lo que parece proponerse desde Alemania. Liderar exige comprometerse con el proyecto europeo y asumir también sacrificios, incluso aunque no convengan. El proceso de construcción europea no puede hacerse exclusivamente desde la óptica del interés propio. En tal caso, no estaríamos hablando de un proyecto común, sino de otra cosa.

#prayfor... Valencianano

La marca Amstel de cervezas anunciaba a principios de semana una campaña, relacionada con el circuito urbano de Fórmula 1, consistente en una aplicación de móvil, "iNano", que traducía una serie de frases por la expresión "nano", teóricamente característica de los valencianos.

Portada de la revista News StatesmanEl anuncio molestó a muchísima gente, que consideraron que con él se estaba haciendo mofa, befa y escarnio del valenciano y los valencianos. Algunos dirigentes políticos, oyendo la llamada de la oportunidad, se apresuraron a explicar que el anuncio constituía "un nuevo ataque a nuestra lengua e identidad", como dijo, con cierto tremendismo, Enric Morera. La cosa llegó a un punto tal que Amstel retiró la campaña a los pocos días de comenzarla.

También surgió alguna voz que criticó, valga la redundancia, el exceso de críticas a la campaña de Amstel como muestra de un nacionalismo desaforado, quizás ignorando que esta empresa ha hecho de sus campañas publicitarias, y desde hace años, un catálogo del aldeanismo más pueril, en torno al lema genérico "Lo tuyo siempre mola más".

En cualquier caso, no cabe sino dar la bienvenida a la retirada de semejante campaña. Y no tanto por su carácter ofensivo, real o supuesto, sino porque, a decir verdad, el humor del anuncio es tan pobre que ni siquiera es fácil reírse de él, como sí logró en su día Loewe (y de reírse con él ya ni hablamos, claro).
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Gullermo López es profesor titular de Periodismo en la Universitat de València

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28 comentarios

parvulesco escribió
26/06/2012 23:23

Nacho Pepe, un sobresaliente en Micro Avanzada! Esto hay que celebrarlo!

lector A35021 escribió
26/06/2012 18:07

Belen, ya darás cuenta de que estás en España no en Alemania. El pais que inventa el MAXICAL y la tomatina. Un lujo para los lectores de VP.

Nacho Pepe escribió
26/06/2012 16:04

Belén ¿no se llamará usted Mauricio de segundo nombre? Andrés, siempre hablas de poner dinero pero el BCE puede crearlo. Imprimir billetes no es lo mismo que dar dinero y depende de cómo se haga y lo que pase después ni siquiera tiene por qué generar problemas. La técnica económica (no la Ciencia, que luego me viene gente con Matrículas de Honor en hacer la n derivada y se creen que entienden el mundo) está lo suficientemente avanzada para poder utilizar política monetaria (incluso de forma extravagante como los QE de la Fed) sin que signifique señoreaje. De todas formas, si Merkel trabajara para Hans, Fritz y Otto en lugar del Deutsche Bank, le diría a los vagos del Sur que dejasen a sus bancos caer, dejaría que los bancos alemanes se comieran las p`´erdidas corresponidentes a su idiotez (aún easí ellos sí sobrevivirían) y los contribuyentes alemanes no tendrían que poner un duro para nada (aunque España podría servir para hacer continuaciones de Mad Max). Por cierto, aquí un sobresaliente en Micro Avanzada de 5º de carrera. Parvulesco ¿me sirve para gallifante? Fue después de suspenderla tres veces, pero total, eso en el expediente no lo pone...

galaico67 escribió
26/06/2012 15:49

Yo, como piltrafilla sin estudios económicos, necesito que me aclaren si en la nueva economía los bancos prestan el dinero sin que el futuro acreedor les ofrezca las debidas garantias y sin que el prestatario investigue la realidad de estas y considere los riesgos de todo el proceso. Porque de lo escrito por Belén "matricula de honor en Macro" se podría deducir que los clientes forzaron a los licenciados en Económicas y Derecho que dirigen las oficinas a concederles créditos, de formas que estos forzaron a sus jefes a demandar cuartos a los licenciados en Derecho y Economía que dirigían los bancos alemanes, licenciados indefensos, además, antes las mentiras y manipulaciones los licenciados sureños, ya que por lo que se vé, en el Reich no se miente, ni se falsean cuentas ni se manipulan datos. Vamos, que son como los indigenas del "Nuevo Mundo" y los engañamos con cuentas de vidrio y espejuelos....

bofifa escribió
26/06/2012 14:17

Belén, tu sobradez inmadura de empollón repollo de 6º de EGB te quita bastante credibilidad, por coherentes que sean tus argumentos. O eres muy joven o aún no has superado esa etapa de gloria universitaria donde una matrícula es garantía de algo. Yo también tengo una en el amoto. De todas formas, gracias por iluminarnos, el mundo necesita más gente como tú. Cuánto cobras?

parvulesco escribió
25/06/2012 23:11

Señora, le felicito por la matrícula de honor, como si tiene una o treinta-y-cinco, pero se equivoca. En el capitalismo las deudas no se pagan por defecto, por algo existe el riesgo de la inversión y por eso existe la quiebra. Si no, no es capitalismo. Otra cosa es si a uno le conviene declararse en quiebra o no (y liársela al creditor) y esto ya depende de la necesidad que España tiene de Alemania. Pero las quiebras, haberlas, haylas. Además es de manual que si la inflación es superior a los tipos de interés los reales son negativos, y esto es lo que pasó en España de 2002 a 2005. http://politikon.es/wp-content/uploads/2012/05/Tipos-de-interes-real2.png Alehop, crédito que me lo quitan de las manos, pues todos a dar crédito! Pero de dónde venía esta liquidez? Pues del mercado interbancario europeo, oséase, Alemania. ZP lo hizo muy mal, cierto (para mí tendría que ir a la cárcel), pero esto es estructural, no casual. Martin Wolf hablaba de eso en el FT hace poco. Por último, si los alemanes están pagando es porque les conviene. Igual que el Plan Marshall. Dar dinero para que mercados se desarrollen y te aumenten la demanda. Es keynesianismo refinado.

Belén escribió
25/06/2012 22:28

ÚLTIMO CORREO, LO SIENTO. Chavalotes, no entendeis nada de nada. Ahora sale markalamidos por peteneras por una mención mía al poco gusto de los conservadores alemanes por el libre mercado que era a lo que me refería. Y pretende enseñarme que Bismarck no es Merkel y poniendome a Wikipedia como oráculo de Delfos. hay que joderse que diría aquel. Si se leyera más lo que se escribe en lugar de soltar el rollete no seríamos España. Y junto a ello, mi disculpa a Domingo por mi olvido. MI escepticismo con Die Linke se deba dos puntos. Primero a que son los mismos de toda la vida, talluditos ellos y ya viejitas ellas, buscando un espacio. Y, dos, sus propuestas son muy atractivas pero en este mundo global irrealizables. El Estado tiene ingresos para hacer políticas públicas si tiene ingresos por impuestos (principalmente) y si no se es competitivo no hay ingresos fiscales (ni de beneficios ni del renta ni de nada). Cuando en los mercados internacionales, mercado que dejas mercado que te ocupa el competidor. Y mercado que pierdes, menos ingresos fiscales y menos empleo y menos de todo. Así es el capitalismo y o vuelve la IV iInternacional y la revolución mundial o habrá que intentar moderar este capitalismo bestial sin volverle la espalda para que no nos dé. Gracias y adios. La vez siguiente, cobro. Para quien lo quiera leer: nadie me temo: He vivido 14 años en RFA ligada al sector de la enseñanza y estos modernos que me contestan no me dan ni risa. Me dan pena eso sí. Porque muchos españoles piensen como ellos y esa es la razón de nuestras penas: no entendemos que no somos el centro del mundo: no pintamos ni una acuarela de 10x15. Y encima sacando pecho..

Belén escribió
25/06/2012 20:27

Por partes. Ante todo, como dicen los americanos, buen intento pero no lo compro. Aquí la oferta monetaria es irrelevante (Matricula de Honor en Economía Monetaria y Bancaria y en macro avanzada) Y tras ello, aquí no hay ni doncellas ni marineros. Lo que hay son unos que han gastado lo que no tenían y ahora no quieren pagar echándol la culpa a los que les han prestado por engatusarlos. Y tras ello algunos detalles. Primero, o yo me lo perdí o las patrullas de las SS, perdón de los bancos alemanes, apuntando a la cabeza de los españoles para que se endeudaran no han existido. Y los que no endeudaron, que los hay y muchos, no acabaron el un campo de trabajo. En el capitalismo, las deudas se pagan. O al menos los prestamistas eso quieren y exigen. Segundo, España para las empresas alemanas es un mercado secundario mientras Alemania para las españolas es mucho más relevante. Tercero, la mejora del nivel de vida español (o griego) ha sido mucho más elevado que el alemán en los últimos diez años. El aumento salarial medio así lo muestra al menos. Y cuarto, aunque se podría seguir, los alemanes -todos- están financiando la UE mientras otros .-los españoles sin ir más lejos- se gastan las subvenciones como les parece. Y se han cansado ya de ser los primos de la UE. Claro que más hartos están los finlandeses, los suecos y los austriacos pero como son menos se les oye también menos

Merkalamidados escribió
25/06/2012 20:02

Belén, No sabía que Bismark hubiera vivido para ver nacer a la CDU y afiliarse a ella. ¡Es que no leemos suficientes libros de historia de Alemania...ni consultamos la wikipedia! Y en cuanto a la relación entre la CDU de Merkel y la de Konrad Adenauer o Helmut Khöl... pues bastante menos que entre el Partido Popular de Aznar-Rajoy y los tecnócratas del Opus Dei del tardofranquismo. No se me ocurriría asociar a Adenauer ni a Helmut Khöl con los minijobs ni a Merkel con el "capitalismo renano" y en cambio asocio perfectamente la burbuja inmobiliaria a los pelotazos urbanisticos y destrozos del litoral y de los centros históricos de las ciudades en los años 70, y el modelo de trabajo barato como forma de que los empresarios ganen pasta aunque no compitan mucho, la elusión fiscal de las rentas empresariales y el gusto porque los de uniforme (antes gris, ahora azul) se encarguen de ahormar a porrazos a los que protestan me devuelven a mis años de tierna infancia

Josema escribió
25/06/2012 19:16

A DOMINGO. Creo que Belen se confunde y en la parte segunda se refiere a fulanito en lugar de a tu comenario y no aclara lo de DIe Linke. SI lees en inglés un buen resumen hecho por ellos mismos es puede encontrar en http://www.die-linke.de/fileadmin/download/international/programmatic_points.pdf. Además del original en alemán. No se a ella, pero a mi la duda que me palntea ese programa es la que planteaba Palafox hace poco en un comentario en Eskup sobre Dinamarca: no querer competir en un mundo de competidores hace inviable el Estado del Bienestar.Cuestión diferente es plantear avances sociales y de igualdad de derechos y/o un reparto equitativo de los costes de la crisis. Y es que en contra del mito del fin de las ideologías, éstas están vivitas y coleando.

parvulesco escribió
25/06/2012 19:02

Ni parluvesco, ni palurdo, señora. Obviamente veo que usted sí creyó que Zapatero era Pablo Iglesias y el periodo 2004-2011 el socialismo auténtico, el fin de la historia. Pero resulta que no, que vivimos en un mundo capitalista, que los incentivos son los que son y si hay un boom de crédito tienes una burbuja, es que no falla. Obviamente como bien dice no tiene mucha idea del tema. Mire la expansión de liquidez alemana en el mercado interbancario desde Maastricht y ya dejará de pintar a los bancos alemanes como inocentes adolescentes violadas por marineros de sangre caliente. Pero claro, queda muy bien pintar a los PIGS como estos marineros que sucumben a la tentación y a los bancos alemanes como pobres doncellas engañadas, sobre todo para el contribuyente alemán que tiene que pagar la fianza del marinero para que salga de la cárcel y se dedique a trabajar sólo para devolverle el honor a la manceba. Pero es que no es una adolescente, es el Deutsche Bank. El problema es que si es una inversión sin riesgo, no se tiene que pagar interés, porque por eso se paga! Es un timo!

Belén escribió
25/06/2012 16:20

¿parluvesco o palurdesco?.Guapo es que,vamos, no entiendes nada del asunto:. Lo tuyo es pura ideología kitsch..O seguramente eres de los que, habitante en buen país católico como es España (aunque seas comunista) , crees eso de que el tentador (casi siempre mujer) es el culpable y el tentado un pobre débil que hizo lo que pudo, pero ya se sabe. Vamos, la Eva y el Adán versión siglo XXI . Claro venían con los créditos tan baratos queno podíamos negarnos. Pues entre adultos no cuela. Y entre países menos. Por otro lado, los tipos de interés eran los mejores para el área euro en su conjunto. Y los españoles, algunos que no todos, se dedicaron a endeudarse como si los créditos no hubiera que pagarlas nunca. Y encima bajando impuestos y a favor del gratis total (En la Alemania rica, se pagan 10euros al trimestre si se va al médico de cabecera y se pagan el 50% del sueldo en impuestos). El señor Solbes por ejemplo podía haber quitado a desgravación fiscal sobre la compra de vivienda pero no lo hizo. Y podía haber hecho otras cosas para moderrar la burbuja pero nada, queríamos ser los reyes del mambo. Así estamos. PARA FULANITO. No soy experta, mera licenciada interesada por el mundo en el que vivo. Pero m´s o meno lo veo así: coomo la economía española iba como un tiro, x la burbuja, los ingresos fiscales -a pesar de la defraudación- también. Superavit. Y en esto llegó zp y se creyo que era para siempre y empezo a repartir a diestro y siniestro (2.500 por hijo y demás). Y cuando empezó la crisis se creyó que era para dos tardes y amplió todos los gastos sin darsse cuenta de que los ingresos fiscales caían a plomo. Con los cual, de un ligero superavit pasamos a un déficit más que elevado que además trató de ocultar. Pero como siempre se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Como es obvio, la mentirosa, la señora Salgado, ya está en varios consejos cobrando la intemerata mientras el país se debate con una panda de irresponsables como gobierno.

emigrante escribió
25/06/2012 11:51

Estoy de acuerdo en que la Merkel tiene menos delicadeza diplomática que un portazo, muy lejos de su predecesor en la CDU Helmut Kohl. Pero la verdadera Freulein Rottermeier de la política alemana, físicamente, es Sahra Wagenknecht, es el vivo retrato del personaje de Heidi en la versión manga de los 70. Permítame que añada un comentario que ya puse en escolar.net sobre nuestra querida Kanzlerin: Está claro que la señora cancilleresa no tiene tanta paciencia como sus predecesores. Ella se crió en el Este y hay por ahí unas declaraciones suyas de cuando la reunificación en las que se queja en de la forma de hacer política en el Oeste, le parecía un coñazo las interminables negociaciones y búsquedas de consenso mientras en el Este se tomaba una decisión y zas! se aplicaba sin contemplaciones. Esa actitud también le ha creado muchos problemas dentro del partido, todos los barones que había cuando llegó han dimitido y los delfines han caído en desgracia. Hay una maldición en la CDU que deja a Merkel como única alternativa. Por eso no le importa quedarse sola en Europa. De todas formas no quiero ni imaginar lo que nos habría hecho un Aznar o su dedazo en su lugar.

Domingo escribió
25/06/2012 11:14

Pero, esto es lo que no me queda claro, ¿como es que España tiene superavit antes de que empiece la crisis? Yo siempre pensaba que el problema de deuda era un problema de alta deuda privada, muchos créditos dados por las cajas y los bancos. Y si ahora tenemos un problema de deuda, es porque nos hemos puesto en plan irlandés y no en plan islandés. Belen, ¿puedes especificar un poco más lo de Die Linke?

25/06/2012 10:59

Obviamente, de momento aguanta más Alemania. Que, además, y no es una cuestión menor, tiene muchas mejores cartas.

25/06/2012 10:58

Yo en esto estoy con Jordi, como se deduce de mi primer mensaje. Incluyendo el famoso y mítico tema de las "contrapartidas" y eso de que Alemania nos necesita y tal como mercados. Pues nos necesitará mientras sigamos pudiendo comprar y queramos comprar sus cachivaches porque nos convienen. Y, si no, a comprar a China. O sea, que de "cautivo", nada. Cosa que los alemanes sabe. Basta mirar desde hace diez años cómo han diversificado sus exportaciones para darse cuenta de ello. Respecto de los dos temas que planteas, Guillermo, la imagen de los alemanes puede ser todo lo mala que queramos, pero el problema de fondo es que si para tener buena imagen hay que poner un pastón llega un momento en que todo el mundo se lo plantea. Conviene no olvidar que Alemania ha puesto mucha pasta en la UE (Francia, por ejemplo, ha logrado siempre recibir más en ayudas agrarias de lo que ponía, el Reino Unido no aporta nada, etc) y que desde que comenzó la crisis toda esa compra de bonos españoles e italianos (además de los rescates) hecha por el BCE es pasta que alguien está poniendo. Pasta sin la cual España haría meses que estaría quebrada y sin dinero para pagar salarios en el sector público. ¿Que consideramos que la UE tendría que ser algo más y tener un mecanismo que permitiera más solidaridad? Pues precisamente eso es lo que, seguro, quiere Alemania. Poder tener un gobierno europeo que controle el modelo fiscal de cada país, presupuestos enmarcados en unas reglas y, a cambio de eso, eurobonos y lo que haga falta. Pero es obvio que si no tenemos ese modelo, de nuevo, no es porque los alemanes no quieran. Es porque no están dispuestos a poner la pasta si antes no existen esas cosas. Y por aquí abajo se quiere la pasta pero no las contrapartidas. Dadas las posiciones, esto es una partida de cartas, a ver quién aguanta más.

Regularizado escribió
25/06/2012 10:28

Alguien dijo que la tragedia de Alemania era que era demasiado grande para ser simplemente "uno más" en Europa, pero era demasiado pequeña para ser el líder indiscutible. Merkel está defendiendo los intereses alemanes dentro de las posibilidades de su sistema político, tiene que explicarle a su población que el rescate pasa por que ellos pongan pasta. Sin tener claro que vuelvan a verla. El argumento "es que tienen que ayudarnos porque antes les compramos sus BMWs y Audis" no tira, porque ahí ha pasado algo similar que aquí: los que se han forrado han sido cuatro empresas potentes y no el alemán de a pie. Mientras Hans, Fritz y Otto sufrían los recortes de la Agenda 2010 y llevan unos cuantos años con los sueldos congelados, BMW y VW se forraban a exportar. Vamos, igual que aquí, solo que allí no han confiado en el ladrillo sino en exportaciones de productos de tecnología, con eso y con sus reformas previas han resistido mejor el chaparrón. El problema es que no son Audi y BMW los que van a pagar el rescate, sino los mencionados Hans, Fritz y Otto via impuestos. Comprensiblemente, no les hace ninguna gracia.

parvulesco escribió
25/06/2012 09:50

Patidifuso ante Belén. Por su regla de tres, Zapatero era tan socialista como Pablo Iglesias. Un aplauso. A mí lo que me parece es que la gente olvida que tuvimos tipos de interés reales negativos porque el BCE los ponía bajísimos para favorecer a Alemania y competir con el dólar. Así se generaron burbujas en cinco países de la UE. Si es uno, se entiende, pero es que son cinco, esto es estructural. Si los bancos alemanes se ponen a tirar alegremente dinero en las calles españolas, qué esperan? Igualmente, los "rescates" a los países priorizando pagar las deudas externas contraídas no importa si pública o privada no son más que rescates a los bancos alemanes. En el fondo son los contribuyentes alemanes que dan dinero a sus propios bancos, pero los intereses los pagamos nosotros (los PIGS) con nuestra salud.

Belén escribió
25/06/2012 00:00

Afirmar que la democracia cristiana alemana es defensora del mercado sin regulación es no tener ni pajolera idea de la historia política de Alemania. Desde Bismarck, por lo menos, hasta Adenanuer y llegando a Merkel, la CDU es todo menos liberal. Por eso existe un partido con ese nombre (FDP) que en algunos momentos ha tenido un papel relevante pero minoritario en la vida alemana (tipo CIU en España: a tanto el voto). Y si la solución alguién cree que está en Die LInke, estamos "apañaos": como acaba de mostrar su reciente congreso no entienden nada. En concreto que en un mundo global no hay solución individual. Eso ya lo descubrieron los socialistas daneses hace muchos años: querer vivir de p.m. y no querer competir lleva a un déficit en balanza comercial que agota el ahorro nacional Y acaba provocando la devaluación de la divisa. Y como eso hoy no es posible en el área euro salarios más bajos para los trabajdores, que no para los capitoste sque cobran dividendos desde fuera. ¡ A lo que iba que me enrollo!: un libro breve de historia de Alemania no vendría mal antes de escribir algunas cosas. De nada guapos, un placer ilustraros.

fulanito escribió
24/06/2012 23:40

no solo tiene una red de AVE menor q la española. Son el equivalente al Alaris y no utilizan via exclusiva (al menos Berlín - Hamburgo, que es el q conozco). De todas maneras la idealización y subjetivización en temas de economia social vá en alza. Por supuesto que NOS MERECEMOS LO MEJOR. En comunicaciones aereoterrestres, en superhospitales y en una educación PUBLICA Y DE CALIDAD. Pero, no hay dinero y el sector público está funcionando a credito.

Jordi Palafox escribió
24/06/2012 18:43

A Nacho Pepe y los que se creen el cuento de las contrapartidas. No. El pagano de mi cuento era la primera potencia industrial y exportadora del mundo que ofrece sus productos al mercado. Y quien queiere los compra y quien no quiere no. Ahora ya no lo es: es China que todo lo copia sin riesgo de represalias, Por no comprarlos así de mal les fue por ejemplo a los que, por compromisos políticos, compraron trenes picolinos en lugar de los de Siemens que eran mejores: lo pagaron los viajeros. Y asi, mientras Los merkelianos suponen más del 10% del total de nuestras exportaciones, nuestras compras, en torno al 4% de sus importaciones (como SUiza y menos que Ausstria). Esó sí todas ellas, de gran categoría porque son las nuestras, Con un 4% de sus exportaciones totales, no pintamos nada como es fácil suponer. Esto es, eso de que nuestras comprar les son relevantes a los merkelianos es otro de los mitos que nos hemos creado para justificar lo injustificable.

La Tentación Suiza escribió
24/06/2012 17:38

@ Andrés Boix. Vamos, que si tú fueras alemán... querrías ser suizo. Hay que reconocer que es una opción que muchos alemanes pueden estar planteándose ahora mismo legítimamente ¿por qué no?. Ese es a mi juicio el gran dilema alemán del momento y de como lo resuelvan dependerá el futuro de Europa (unión o disgregación) y de los diferentes países, la propia Alemania incluida (¿es realista un futuro alemán a lo suizo en una Europa desintegrada?). El tiempo dirá

Merkalamidad escribió
24/06/2012 17:25

Lo peor del planteamiento del gobierno alemán de la CDU de Merkel (todavía es pronto para saber si se puede generalizar a Alemania) es: 1º su profunda inconsistencia lógica ya que un gobierno de ideología supuestamente neoliberal contrario a todo control público del funcionamiento del mercado que supone perfecto, ahora cuando se han constatado las barbaridades que el mercado descontrolado ha producido nos salen con reconvenciones de tipo moral que mientras esas barbaridades se estaban produciendo quedaban completamente al margen de su discurso. 2º Su profunda inconsistencia política: Si se quiere llegar a una unión política en Europa esta tendrá que ser necesariamente una Europa de los ciudadanos y la gestión alemana (del gobierno de Merkel) de la crisis responde descaradamente a los intereses de una Europa de financieros (ni siquiera de mercaderes) cada vez más impopular para los ciudadanos. La Europa social deberá avanzar mucho más porque de lo contrario la unión política dificilmente va a ser posible. y 3º Su profunda ineficacia desde el punto de vista hacendístico y económico: Después de dos años de recetar dosis tras dosis de austeridad para devolver la deuda, el coste es cada vez mayor y la posibilidad de devolución más remota, la recesión económica parece segura (incluso en el centro de Europa) y la supervivencia del euro está en el aire y con ello probablemente también buena parte del acervo básico comunitario (libertades de circulación de capitales, mercancías y personas). No parece que un "currículo" como el del gobierno de Merkel gobernando a Europa avale a los alemanes como buenos gobernantes. Afortunadamente están a tiempo de rectificar (y parece que lo están haciendo en la elecciones regionales). Esperemos que para Europa no sea tarde.

Nacho Pepe escribió
24/06/2012 11:53

Jordi, perdona el tuteo, pero ¿el pagano de tu cuento llevaba por casualidad una década viviendo de venderle sus cachivaches al derrochador, que los pagaba con su propio dinero recién prestado?

Guillermo López García escribió
24/06/2012 10:53

Si a mí me parece muy bien que exijan control, Andrés. Bastante triste resulta que la única manera de meter algo en vereda a la caterva de incompetentes que nos gestiona sea recurrir a la supervisión del exterior, pero si así se consigue... El foco de interés de mi texto, como le comentaba a Jordi Palafox en el comentario anterior, se dirige fundamentalmente a dos aspectos que no son (al menos, no directamente) el que comentas: a) La imagen que se está gestionando Alemania en toda Europa por su afán por poner de manifiesto las conclusiones morales que cabría extraer de la mala gestión económica, que a mí me parece que tendrá consecuencias en el futuro. y b) la inadecuación de las estructuras europeas para responder a la crisis y de la propia Alemania para liderar un proyecto europeo en las condiciones en que actualmente se plantea. Al menos, un proyecto europeo que para mí revista el más mínimo interés.

Guillermo López García escribió
24/06/2012 09:37

¡Muchas gracias por el comentario! Siempre es de agradecer la crítica, más si es tan lúcida y con gracia como aquí. Lejos de mi intención defender los desmanes del ladrillo y los AVEs hasta el más recóndito pueblo de España. Sin embargo, creo que la responsabilidad de Alemania, si queremos que la UE funcione, ha de implicar un mayor desarrollo de instituciones comunitarias, también económicas, para defender al euro y a los socios de la UE. Entre otras cosas, porque también beneficiará a Alemania. Personalmente, me resulta incomprensible esta obsesión alemana, tan calvinista, por asegurar que los PIIGS pasen por el ojo de una aguja de la forma más dolorosa posible antes de siquiera plantearse la ayuda. Una ayuda que, para mí, no se manifiesta tanto en un hipotético rescate, sino en mantener bajo control la prima de riesgo (algo que sólo puede lograrse, a corto plazo, con la intervención del BCE). Si España no puede financiarse por tener que pagar intereses muy altos es cuando se recrudecen los problemas, y aparece en lontananza el rescate. En general, yo creo que la UE ha perdido el norte del proyecto europeo tal y como se articuló en los 80, en el que se sobreentendía que los socios ricos aportaban su dinero para propiciar el crecimiento de los pobres, pero también la vertebración y la integración. Echo de menos ese espíritu en el momento actual, en el que parece que todo el mundo va a las reuniones de la UE pensando sólo en "¿qué hay de lo mío?". Posiblemente sea un planteamiento ingenuo, lo acepto: pero yo creo que un proyecto de integración europea debería ser algo más que una rendición de cuentas -con la carga de reproche incorporada-, en especial por parte del país que aspira a liderarlo. Un abrazo!

Jordi Palafox escribió
24/06/2012 08:21

Pues érase una vez dos conocidos, creo que de una comunidad de vecinos pero el detalle no es relevante. El caso es que uno de ellos, a través de su representante legal, para recibir ayudas estuvo engañando a los demás durante décadas acerca de cuál era su nivel de endeudamiento que en lugar de ser del 3,7 % era de más del 13%. No sólo eso, durante años vivió por encima de sus posibilidades gastando lo que no tenía y endeudándose más allá de todo extremo razonable (para su nivel de ingresos). En esto, llegó una crisis que le afectó de dos formas. Por una parte, se le acabó el chollo de vivir del crédito, que pagarían sus hijos y sus nietos. Por otra, se le redujeron los ingresos. Como consecuencia, se vio obligado a realizar un plan de reducción del gasto que le llevó a una crisis todavía peor. Para tratar de mejorar su situación, el otro personaje de la historia se avino a prestarle un paquete de ayuda, siempre y cuando cambiara de forma radical su forma de vida. Y aquí empezaron los problemas. Ante cada intento de dilatar ese cambio recibía un no como respuesta del “ayudador”, quien mantenía de manera clara y contundente que sin cambio no habría ayuda. ¿Por qué? Porque sin este cambio radical, menos vivir del crédito, menos gastos que no podía permitirse y más trabajar mejor (que no necesariamente más) no iba a salir del agujero en el que se había metido por su irresponsabilidad. Casi no se pueden imaginar la cantidad de adjetivos negativos que recibió el segundo de los conocidos del relato, que ya había estado ayudando generosamente al primero en el pasado a través de unas ayudas a fondo perdido llamadas estructurales. El adjetivo más agradable fue autoritario, inflexible e insolidario. Siempre lanzados por gente que, o no sabía lo que había sucedido, o que se encontraba en la misma situación de bancarrota. De nada valía que el pagano explicara que la única manera de no repetir errores es pagar por los cometidos, o que él no tenía fondos ilimitados (ni tampoco estaba dispuesto –como otros que también pagaban pero eran menos conocidos- a hacer de pagano permanente para que se viviera por encima de sus posibilidades). El derrochador y sus amigos no cejaban: que si la única respuesta a cada propuesta de flexibilizar el trato era un no, que no salía de ahí cuando se le proponía negociar por ejemplo que la ayuda fuera directamente a los que le habían prestado al derrochador (sin capacidad de avalar nada) en lugar de al mismo, etc. etc. Lo más divertido, pero triste, de todo, es que los argumentos del derrochador calaron y fueron defendidos por mucha gente de luces. Quizá porque viéndole en el estado lastimoso en que se encontraba el derrochador, olvidaban qué le había llevado a él, y pedían más flexibilidad al pagano. Incluso aseguraban muchos, que no tenían que poner ni un euro del paquete de ayuda, que ellos no dudarían en correr en ayuda del necesitado con un generoso plan de crecimiento si pudieran. Un plan que los paganos, como es obvio, veían con desconfianza si no controlaban ellos cómo se gastaba. ¡Pues en esas estamos! Apostilla: ¿Inflexible Merkel cuando los alemanes tienen una red de AVE de menor extensión que la española y todos sus aeropuertos operativos?

Andrés Boix Palop escribió
24/06/2012 07:54

Es verdad que cuando un negocio sale mal pierde el dueño y pierden los que han metido pasta allí. Pero también es verdad que, si de salvar el negocio metiendo todavía más pasta ahí se trata, quienes lo hacen suelen aspirar, y con bastante razón, a controlar hasta el último detalle respecto a cómo se gestiona la cosa después. Vamos, que si yo fuera alemán no vería nada claro esto de meter dinero alegremente para seguir pagando AVEs a ninguna parte (o pensiones de varias decenas de millones a banqueros "privados"). ¿Habéis visto los bonus y planes de pensiones de los ejecutivos de la empresa privada alemana? Pues eso.

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