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Madrid, 17 jun (EFECOM).- El Gobierno publicará esta semana las necesidades de capital de la banca española según la valoración independiente sobre los balances del sector que han realizado la consultora alemana Roland Berger y la estadounidense Oliver Wyman.

Oficialmente está previsto que los datos se den a conocer antes del próximo jueves, día 21, aunque se da por hecho que el Gobierno adelantará su publicación y quizá podría desvelarse en la reunión del G20 que se celebra el lunes y martes en México.

Una reunión a la que asistirá, entre otros dirigentes, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y en la que se analizará la situación económica internacional, con especial atención en Europa y España.

En el mercado se cree que el sector financiero español podría necesitar entre 60.000 y 70.000 millones de euros para superar las pruebas de estrés elaboradas por Roland Berger y Oliver Wyman, que durante un mes han analizado los balances bancarios.

Esta cantidad está por encima de los 40.000 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó que necesitaría la banca española, pero por debajo de los 100.000 millones máximos que ha puesto Europa a disposición del sistema financiero español.

El pasado fin de semana, el Gobierno anunciaba la solicitud de fondos comunitarios para la banca con el objetivo de tener entidades más solventes, con la aspiración de que pueda volver a fluir el crédito entre familias y empresas.

Según argumentaba el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, es "extremadamente difícil" que haya una recuperación de la economía española si hay dudas sobre la solvencia y rentabilidad de las entidades "porque, si hay dudas, no estarán en disposición de dar crédito".

"Sin crédito, no hay recuperación posible", manifestaba.

Aunque el mercado da por descontado que las entidades que ya han sido nacionalizadas tendrán que pedir fondos europeos, la duda que existe es si la banca mediana podrá hacer frente por sí misma a las necesidades de capital para afrontar escenarios de estrés.

Incluso se desconfía de si serán capaz de cumplir con los requerimientos de provisiones para activos inmobiliarios teóricamente sanos aprobados por el Gobierno a principios de mayo.

La situación podría complicarse aún más si en el futuro se exigen también mayores provisiones para el resto de la cartera crediticia: hipotecas a particulares, préstamos a empresas, o financiación al consumo.

Unos nuevos requisitos que podrían exigirse una vez concluya el trabajo de las cuatro auditoras externas contratadas también por el Ejecutivo y el Banco de España, y cuyos resultados se conocerán a finales de julio.

Será entonces cuando se conozca el importe concreto que se necesita para sanear el sistema financiero español, aunque la ayuda europea se podría solicitar antes.