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CRÓNICAS DESDE EL PURGATORIO

Seis personajes en busca
de partitura

CRUZ SIERRA. 18/06/2012

Valencia sigue sufriendo un intenso drama económico aun lejos de su conclusión, a pesar de lo cual muchos de sus dirigentes siguen actuando según su interesada visión. Ni el medio millón de parados, ni la tragedia financiera que arrastra la Comunitat ni tan siquiera la patética corrupción que todavía ensucia a la clase política han logrado reformar hábitos y tics de amplios sectores de sus dirigentes

VALENCIA. El mundo que conocemos está a punto de girar sobre sí mismo para encarar un futuro del que aun carecemos de noticias. Lo único cierto es que el cambio se va a producir y solo los más recalcitrantes conservadores -ojo, no confundir con derechistas e izquierdistas, que conservadores los hay en ambas caras de la política- se aferran a sus estatus terminales creyendo que los cambios no van con ellos, que solo se trata de una etapa a superar como mejor se pueda.

En el microcosmos de la vida pública valenciana existen varios ejemplos de estos sorprendentes comportamientos, algunos de los cuales vale la pena destacar. Tengan en cuenta que solo se trata de unos pocos, los más notorios y conocidos, pero con la certeza de que en el entorno de cada individuo existen casos ‘ejemplares' similares. Aquí van algunos de los más reseñables desde un punto de vista periodístico, en la opinión del que eso firma:

1.- José Luis Olivas. Ha desaparecido el expresidente de la faz de los medios desde que fuera arrancado -in extremis- de su bunker en la sexta de Pintor Sorolla. Han sido largos años de protagonismo los suyos, ahíto de poder sobre una cúspide financiera donde rompían olas sin ton ni son políticos y empresarios en busca de favores, financiaciones y refinanciaciones.

Olivas y Rafael Ferrando, a su derecha, consejero y promotorLa resaca del poder en ocasiones provoca un síndrome de abstinencia proclive al rencor y a las intrigas. Haría bien JLO en conservar cierto perfil bajo, no sea que los vientos se le pongan de cara y devuelvan a primer plano los tiempos en los que su presidencia ejecutiva esparcía financiación fácil siguiendo un modelo de gestión que nos ha llevado a donde estamos, e incluso sobre cómo se han manejado los recursos en los dos últimos años (dicen que ‘Goiri' anda irritado con algunos datos puestos recientemente encima de su mesa).

Por no hablar de los criterios que le condujeron a nombrar, o a aceptar, un equipo de consejeros representantes de Bancaja en BFA/Bankia cuya idoneidad para el puesto era bastante más que discutible, algunos de los cuales saldrían finalmente 'ranas' cuando de defender los intereses valencianos se trató.

2.- Ximo Puig. El jefe de la oposición ha vuelto por donde solía y demostrado que la gran mayoría de sus antecesores, salvo Joan Romero, no eran más que marionetas de ‘eso' que se ha dado en llamar lermismo y que ha basado su ineficiente oposición desde que perdiera el poder allá en 1995 en denostar al contrario sin aportar no ya alternativas reales, sino tan siquiera alguna idea potable.

Viene todo esto a cuento del último episodio de esta estrategia inútil -tal como las increíbles mayorías absolutas del PP se encargan de demostrar- protagonizada por un Puig blandiendo contra el Consell supuestos informes del FMI críticos y acusatorios hacia la Comunidad Valenciana. ¿Pero quien asesora a este hombre? Ah, sí, es cierto: él mismo es su propio asesor y el de sus antecesores... Así están las cosas en Blanquerías.

Tal vez le fuera más útil un cambio de estrategia, dejar a un lado sus ineficaces actividades antivalencianas (calma: se trata solo de una denominación, con toda seguridad desafortunada, de su estrategia antiPP), ponerse a trabajar full time para la casa, dar cancha a todos los militantes y recuperar la materia gris que aun conserva el partido. Y sobre todo, no olvidar que lo importante es la economía, y de economía sigue el PSPV algo ‘pez', como se visualizó, por ejemplo, con su nefasto comportamiento en los consejos de Bancaja y la CAM. Claro, que llevar a cabo todo esto supone realizar cesiones de ‘soberanía' y aquí estamos a lo que estamos.

3.- Alberto Fabra. Llegó a la presidencia por carambola desde la alcaldía de Castellón y dio unos primeros espadazos que casi nos convencen de que el cambio había llegado no solo al PP sino también al Palacio de la Generalitat. A ellos contribuyeron sus sanas costumbres de comunicación (contestar al que pregunta es una virtud reseñable en estos tiempos) y una mirada clara como la que dicen tiene Joaquín Almunia. Pero ha pasado casi un año desde que aterrizara y si bien se ha dado algún paso hacia adelante, otros asuntos parecen empantanados.

Por ejemplo, su desigual comportamiento con los presuntos corruptos de su partido. ¿Por qué unos son apartados y otros no? ¿No se atreve con su paisano Carlos Fabra? Es evidente que no. ¿Y con Rafael Blasco, ese inmenso agujero negro en la historia de los Gobiernos valencianos desde que se instaurase la democracia?

Por otra parte, la recuperación del aborrecible discurso triunfalista usado por Cams y Zaplana no contribuye a mejorar su pretendida imagen de renovador. El presidente debe darse cuenta de que ya no toca dirigirse así a una sociedad estupefacta por unos recortes que van a más, sino, más bien todo lo contrario, hablar con la verdad por delante, con todo el realismo posible y sin que ello equivalga a un discurso derrotista.

No mejor es la exasperante indolencia administrativa a la hora de suprimir el gasto superfluo en la sobredimensionada Administración autonómica. Además de de RTVV y otras empresas públicas nos referimos a esa cantidad ingente de microorganismos y departamentos ociosos cuya única función es albergar a enchufados del partido a costa del erario público. ¿Cuánto más se tiene que hundir la Hacienda regional para actuar con la presteza que la situación demanda? ¿De verdad van a tener que venir los ‘hombres de negro' a poner orden en el desmadre público valenciano? Ahórrenos esa vergüenza, president y recoja las riendas sin pactos ni concesiones...

4.- Alfonso Rus. Con el objetivo claro de ganarse la simpatía y el apoyo de los funcionarios, autonómicos y locales, el presidente de la Diputación de Valencia -esa pesada e inútil chepa burocrática con su pequeño parlamento adherido que aun soportamos sobre nuestros impuestos los contribuyentes-, Rus, decíamos, insiste en señalar que son precisamente los funcionarios quienes en mayor medida están pagando la crisis.

Pues no. Aquí nadie quiere que nadie pague nada que no deba, y menos los trabajadores públicos cuya tarea es imprescindible en una sociedad supuestamente moderna como la española. Pero si alquien ha pagado en mayor medida la crisis que nos azota es el más de medio millón de trabajadores del sector privado valenciano que no solo carecen de un empleo, mucho menos de por vida, sino que además soportan la frustración de saber que no van a encontrarlo durante años, 'gracias' a la penosa gestión de los gobernantes.

Asimismo también son paganos de la crisis los que aun no habiendo perdido el empleo han viso congelado y/o reducido su salario desde hace años mientras muchas bien dotadas salas de organismos públicos -no todos, es obvio: no es lo mismo una facultad de la Avenida de los Naranjos que un ambulatorio de barrio- se hallan superpobladas de señores y señoras que en ocasiones no saben cómo rellenar su tiempo mientras llega el momento de gastar sus ‘moscosos'. Dicho todo ello sin ánimo de generalizar... Así que sea prudente el alcalde de Xátiva, que no es momento de crear divisiones entre grupos de ciudadanos asalariados, públicos o privados, al fin y al cabo todos trabajadores y contribuyentes del mismo fondo con el que se sostienen palacios y privilegios.

5.- José Vicente Morata. El presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio sigue dándole vueltas al enorme problema financiero que se les ha presentado a estas arcaicas organizaciones desde que fuera eliminada la famosa cuota cameral que las empresas abonaban obligatoria, religiosa y periódicamente (menos Ford España). Ni siquiera Luis Fernando Cartagena, que ganó por concurso su entrañable puesto de asesor del consejo, le está ayudando a romper el nudo gordiano de una financiación cameral que asegure la superviviencia de todos... de todos los jerarcas, que a muchos empleados ya les han dado la carta del adiós.

Y ahí tenemos a cinco cámaras de comercio, cinco, todas ellas con sus consejos ejecutivos, asesores, comisiones y patrimonio inmobiliario, ahora sin cuotas que llevarse a la boca, devanándose los sesos para buscar la fórmula de la existencia. Pues no piensen más porque la solución se encuentra a la vuelta de la esquina. No es necesario enumerar en este espacio la poblada fauna de organizaciones empresariales que habita la Comunidad Valenciana, de todos los colores, tamaños y formas, todas ellas igualmente en busca de su futuro. Pues ya lo han encontrado: disuélvanse todas y creen una única organización empresarial, sana, sólida, eficaz, sin costes sobreañadidos, dioses ni vanidades. Y ganaremos todos, empresas, trabajadores y la economía del país. Otra cosa es que deseen hacerlo y prefieran aferrarse a sus anticuados pero magníficos despachos con sillones de cuero blanco y muebles de teka...

6.- Alberto Catalá. El presidente de Feria Valencia lleva doce años al frente de la institución. La Feria, es un dato conocido, atraviesa por su peor momento y está recortando gastos y despidiendo a directivos y empleados. Pero debe muchísimo dinero a causa de una obra mal parida y peor ubicada. Una vez más, ay, están siendo los contribuyentes quienes vía presupuesto de la Generalitat están pagando los delirios de grandeza de los dirigentes políticos, en este caso de la alcaldesa y sus arquitectos de cámara.

Cualquier persona sensata opinaría que tal vez ha llegado el momento de renovar la dirección estratégica de la institución, y no solo la persona de su director general (buen trabajo el del recién llegado Enrique Soto, lo valiente no quita lo cortés). Pero Alberto Catalá desea seguir al frente de la ruina y así lo ha pactado su ‘madrina' Rita Barberá con las fuerzas vivas de la ciudad. Pues muy bien, para ellos -políticos y dirigentes empresariales- la perra gorda, pero no van a convencer a los administrados de que trabajan a favor de los intereses de la mayoría, sino más bien de una minoría muy, muy pequeña, pero muy muy interesada.

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4 comentarios

Izaskun Azcárraga escribió
18/06/2012 13:08

Este periódico va "un paso por delante de los grandes medios de comunicación nacionales ". Un autentico lujo para Valencia.

Cruz Sierra escribió
18/06/2012 08:18

Manuel Jospe: mi crítica a Puig no es porque denoste la gestión del PP, sino porque 'solo' hace eso sin presentar alternativas creibles por la sociedad, como demuestran los resultados electorales del PSPV durante los últimos17 años. Gracias por su comentario

18/06/2012 08:01

Buenos días Cruz: muchos quedan por mencionar pero,es así. Esperemos porque aún esta Comunidad y en especial esta ciudad aún no conoce las sorpresa que oculta su tripas.- Aún Barbera, Zaplana, Pons andan bastante tranquilo por la vida.- De Blasco decir algo más no vale la pena ni los necesitado se libran de la "voracidad" y "ambición" de algunos.- Divar pensaba igual "a mi nadie me va a tocar" y ahí está realmente como un juguete roto. Se ha finalizado la época "de Ud no sabe con quien está hablando"la época de los "derechos de pernada" este huracán que estamos pasando se va a llevar por delante muchas cosas entre ella cierto personajes.- Para eso sirve esta crisis para limpiar con lejia ciertos comportamientos y formas de ser en la Sociedad que ya no funcionan con la realidad.- Un saludo Alejandro Pillado Valencia 2012

Manuel Jospe escribió
18/06/2012 07:57

Con lo fácil que tenía Cruz Sierra, y tiene, críticar a Ximo Puig y va a elegir un tema en el que actuó correctamente a mi juicio. De lo escrito por Sierra se deduce que las críticas externas al desastre de gestión realizada por el PP no deben airearse por los valencianos. "Lo valenciano" por encima de todo. Vamos, ¡¡como esos accionistas del BdV que han hecho todo por el banco menos invertir un euro!! y luego pretenden exigir que siga siendo "valenciano". Prefiero pensar en que no lo leído bien, aunque lo he ehco dos veces, o que Sierra no ha tenido su día (porque para mi el artículo pontificando sobre unos y otros se las trae)

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