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VALENCIA. Los nervios ante una posible remodelaciónn del Consell no sólo afectan a los máximos responsables autonómicos o a los cargos del segundo escalón de la Generalitat. Los en torno a 17.000 funcionarios de la Administración autonómica también se encuentran a la expectativa ante los posibles cambios que afecten a su ámbito de trabajo. 

Los planes de vacaciones de los funcionarios, a diferencia de lo que ocurre habitualmente, todavía no han sido aprobados por las consellerias. Según informan fuentes sindicales, el proceso suele ser "sencillo y se concede casi automáticamente". Sin embargo, en esta ocasión, los empleados públicos llevan varias semanas esperando la autorización de las consellerias, algo que las citadas fuentes atribuyen a una posible remodelación del Consell, una idea que flota en la Generalitat desde hace varias semanas.

Según explican las fuentes consultadas por este diario, los funcionarios acuerdan sus vacaciones estivales en sus respectivos departamentos y las elevan a estancias superiores a principios de mayo, desde donde se autorizan en cuestión de pocos días.

Ahora, aunque no se está incurriendo en ninguna irregularidad dado que las consellerias tienen margen para la respuesta, los nervios se han incrementado entre los funcionarios ante la posibilidad de que se produzca una remodelación del Gobierno valenciano que podría afectar a la estructura competencial de las diferentes carteras e incluso a una reducción de las mismas por la vía de la integración en otros departamentos.