27/07/2010

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CASTELLÓN (VP/EP). La concejala de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, Beatriz Gascó, ha anunciado que el Ayuntamiento de Castellón ha convocado la XVIII edición del Concurso de Relatos de Mujeres, "que ya se ha consolidado en el panorama literario nacional y latinoamericano", según fuentes municipales.

De esta forma, las personas interesadas en participar en este certamen pueden presentar sus trabajos hasta el 15 de diciembre de este año, por lo que pueden consultar las bases del mismo en la página web del consistorio: www.castello.es.

La edil ha destacado que el certamen cumple este su mayoría de edad desde que se constituyó y han pasado por esta convocatoria un total de 1.280 relatos, procedentes de mujeres de todo el mundo. "Durante los primeros años, la mayoría de personas que formaron parte del certamen eran de la provincia, sin embargo, poco a poco, y con la ayuda de las nuevas tecnologías que contribuyeron a difundirlo, se abrió al resto de comunidades autónomas", ha señalado.

Pero también han participado, autoras de Argentina, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, México, Cuba, Bolivia, Uruguay, Chile... y de otros países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Canadá y Francia", ha destacado Gascó, quien ha mostrado su satisfacción por la buena aceptación de esta iniciativa municipal.

Además, y según afirman las integrantes del jurado, el nivel literario "ha ido superándose" desde los primeros años y uno de los aspectos más destacados, tal y como relatan las personas que han estado vinculadas al certamen desde su constitución, es la evolución de la temática.

A este respecto, del libro de Yadira Calvo 'A la mujer por la palabra', son destacables algunas historias vinculadas con mujeres escritoras como la de Fanny Burney quemando todos sus originales y poniéndose a hacer labor de punto como penitencia por escribir; la de Charlotte Brönte poniendo a un lado el manuscrito de Jane Eyre para pelar papas o la de Jane Austen escondiendo los papeles cada vez que entraba alguien por la vergüenza de que la vieran escribir. Cabe destacar la foto de María Moliner remendando calcetines con un huevo de madera, mientras su ingente obra, 'Diccionario del uso del castellano' iba naciendo entre ollas y coladas.

A lo largo de estos años las obras también ha recogido la atribución de las obras de las mujeres a otros, y en especial a sus maridos o hechos históricamente comprobados como el célebre caso de María Lejarraga, autora de las obras firmadas por su marido Gregorio Martínez Sierra; el hecho de que a Zelda Fitzgerald también fue su marido quien le prohibió publicar su Diario porqué él lo necesitaba para su propio trabajo; y el que las primeras obras de Colette aparecieran firmadas con el nombre de su marido, quien incluso cobró el dinero de su venta. Y es que aunque son ejemplos del pasado, lo cierto es que en el año 2000 y en España sólo un diez por ciento de los libros publicados están escritos por mujeres, según las mismas fuentes.