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Adiós al consejo de Bancaja

JOAQUIM CLEMENTE. 11/05/2012

VALENCIA. Ayer fue "otro" día de alta tensión en los terminales circuitos financieros que aun sobreviven en Valencia vinculados a lo que en su día fue gran caja de ahorros Bancaja. La 'ejecución' de Bankia/BFA por parte del Gobierno intercambiando deuda por el capital del grupo integrado por CajaMadrid, Bancaja y otras cinco pequeás entidades de ahorro, ponía fin a una andadura que ha durado solo dos años y que no ha podio continuar en solitario.

En Valencia, los restos de la estructura de Bancaja, concentrados en torno al todavía presidente José Luis Olivas y sus consejeros agrupados en un semifantasma consejo de administración, se percibieron ayer definitivamente de que todo ha acabado. Y así lo manifestaron alguno de sus miembros en desangelada conversación con este diario.

El consejo de administración de Bancaja dejará de tener sentido en el momento en que se formalice la nacionalización de Banco Financiero y de Ahorros, la entidad que tiene el negocio de la caja de ahorros valenciana y de todas sus socias en la matriz de Bankia. La fecha exacta en que eso sucederá está aún por conocer, pero durante las últimas horas la mayoría de los miembros del máximo órgano ejecutivo de Bancaja, si no todos sus miembros, ya han asumido que se tendrán que disolver.

"Es una cuestión de tiempo. Estamos esperando a que nos den la orden de disolvernos", reconoció resignado y puede que algo precipitadamente un consejero en una conversación con ValenciaPlaza.com. Es una tendencia generalizada según ha podido pulsar el propio presidente de la entidad, José Luis Olivas, que ha contactado con varios miembros del consejo para preparar una reunión inminente en la que valorar la nueva situación.

En un principio, Olivas valoró convocar al consejo antes de finalizar esta semana. Sin embargo tras la ronda con los consejeros ha optado por esperar para saber más sobre la operación de nacionalización de BFA. "Ha preferido esperar a conocer más detalles, los que puedan surgir tras el Consejo de Ministros de este viernes como de la reunión del consejo de BFA que se ha convocado para el miércoles de la semana que viene", explicaron fuentes del consejo.

Lo cierto es que una vez se ejecute la nacionalización, Bancaja no tendrá negocio que atender desde sus órganos de gobierno. "Si ya tenían poco sentido con la fusión, ahora no tienen ninguno", abundaron los mismo interlocutores. Cuando se creó BFA y se traspasó el negocio financiero, la caja dejó de tener comisión de inversiones y de retribuciones. Solo permanecen el consejo de administración, con 20 miembros, y la comisión de control, con 13, al margen naturalmente de la asamblea general.

Esta estructura debía reducirse obligatoriamente tras la última modificación de la ley de cajas a la que Bancaja acordó adaptarse forma progresiva hasta reducir a 15 los miembros del consejo y a 10 los de la comisión de control. La próxima renovación parcial de los órganos de gobierno de la caja estaba prevista para final de este año. "No creo que lleguemos a esa fecha y, de hacerlo, no tendrá ningún sentido seguir con esto", explicó otro consejero.

Respecto a los directivos cabe recordar que el único que formalmente tiene Bancaja es Aurelio Izquierdo, cuya función en la entidad es formalmente la de director financiero, auque su principal valor para Olivas es su conocimiento tanto del negocio histórico de la caja como de Bankia, donde estuvo destinado en los meses de arranque del grupo. Más allá, Izquierdo no tiene labor ejecutiva alguna.

EL PATRONATO DE LA FUNDACIÓN

Una vez Bancaja se quede sin la participación en BFA, la ley obliga a devolver su ficha bancaria y a convertirse en una fundación de carácter especial. "El patronato de la fundación si tendrá sentido, al menos mientras queden fondos para mantener su actividad", señalan fuentes de la caja.

Una de las muchas incertidumbres que planean ahora es saber si valdrá la actual estructura de la Fundación Bancaja o habrá que crear una nueva. Respecto a la composición del patronato, no será tan cuestionable como la de la caja. En la Fundacion no se cobra por ser miembro del patronato, al menos hasta ahora. En todo caso, sería poco sensato gastar en dietas los escasos 80 millones de euros que tiene en el colchón Bancaja en lugar de destinarlos a la supervivencia de su obra social y cultural al menos durante los próximos cuatro años.

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