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LA OPINIÓN PUBLICADA

Mourinho estricto
y Guardiola protector

05/05/2012 Por GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA

VALENCIA. Hace unos años, el lingüista estadounidense George Lakoff publicó un libro que hizo fortuna: 'No pienses en un elefante'. A pesar del título, la obra no tenía nada que ver con Botsuana. Se trataba de un sucinto texto que aplicaba el análisis de los marcos referenciales (desarrollado por el canadiense Erving Goffman en 1974), que afirma que el público tiende a explicar el mundo que le rodea a través de una serie de valores, prejuicios y puntos de vista predefinidos, que configuran nuestra manera de ver el mundo.

Lakoff elaboró una eficaz metáfora de tipo familiar para explicar los marcos referenciales en los que se mueven los dos grandes partidos estadounidenses: el Partido Demócrata se asociaría con un modelo de 'padre protector', y el Partido Republicano con el de 'padre estricto'. El primero nos protege y nos cuida, se fía de nosotros y quiere que mejoremos. El segundo nos reprime y castiga por nuestros muchos errores. El padre protector es bondadoso y solidario. El padre estricto es un tipo duro (no hace falta decir que Lakoff es afín al Partido Demócrata, que en este contexto se presenta, para entendernos, como "los buenos").

George Lakoff

El juego político estadounidense podría explicarse, en gran medida, en términos de marcos referenciales ligados con esta metáfora familiar. Los republicanos buscarán presentar un estado de las cosas que requiera un padre estricto: el mundo es un lugar peligroso plagado de terroristas; la sociedad no requiere de medidas compensatorias que ayuden a paliar las desigualdades, sino que funciona según la ley del más fuerte/más capacitado. Los demócratas, por su parte, creen en la bondad natural de la mayoría de las personas. Su papel será reducir las desigualdades y disonancias sociales mediante la acción del Estado e integrar a todo el mundo en un proyecto común.

Muchas de las cosas que están pasando en España en los últimos meses pueden leerse en estos términos. Obviamente, la acción del Gobierno liderado por Mariano Rajoy y su política de eternos recortes (nos hemos portado mal y ha llegado el momento del castigo). O la vuelta del PSOE a la senda de la protección social tras el varapalo que supuso, para su base social y electoral, el 'decretazo' de mayo de 2010 y las posteriores medidas que se adoptaron. Y, lo que es más llamativo, también el eterno enfrentamiento 'bipartidista' Real Madrid - Barcelona.

DOS MODELOS DE FÚTBOL

El Madrid siempre se ha caracterizado por un tipo de fútbol enérgico, que incide en la fuerza, la velocidad y el espíritu competitivo. El Barcelona, por contraste, encontró en el modelo holandés de pase y juego ofensivo una alternativa válida con la que disputarle al Madrid la supremacía en el fútbol español. Estas tendencias se han visto exacerbadas en los últimos años, merced al enfrentamiento entre los dos entrenadores, José Mourinho y Pep Guardiola. Ambos atesoraron un poder casi inmenso en sus respectivos clubs. Y ambos desarrollaron un proyecto futbolístico que cumplía, punto por punto, con la descripción del campo político que hace Lakoff.

Pep Guardiola, el 'padre protector', se rodeó de una serie de jugadores de la cantera del Barcelona que comulgaran con los mismos valores (juego de pase, búsqueda del bien común, comportamiento civilizado en el campo y fuera de él), a los que añadió algunos fichajes rutilantes que, con alguna excepción, se moverían en la misma onda. Los jugadores que no profesaran esa fe fueron rápidamente expulsados del paraíso. Fue este el caso de Eto'o e Ibrahimovic. Este último supo ver muy rápidamente que el problema no tenía que ver con sus prestaciones futbolísticas, sino con la visión del mundo, y del fútbol, que tenía el entrenador, muy diferente de la suya: "es el final que ha querido el filósofo de Guardiola"..

Los éxitos del Barcelona, que fueron muchos, eran acogidos con humildad, casi lastimera en ocasiones. Las ruedas de prensa del entrenador eran un espectáculo de buenos modales, altruismo y consideración hacia el rival. El Barcelona te ganaba por siete a cero, pero lo hacía con respeto: trufando la humillación de palabras bonitas que hacían referencia a la gloriosa historia y esplendoroso futuro del club humillado en cuestión.

Frente al Barcelona, el nuevo aspirante, poco acostumbrado a ir a rebufo, hiló una propuesta futbolística en apariencia antagónica, personalizada en la figura de su entrenador, José Mourinho. El técnico portugués se rodeó de una serie de incondicionales, dispuestos a morir en el campo por él y por la victoria a cualquier precio. Ninguneó y expulsó a todo aquel que dudase de su doctrina. El fútbol del Madrid, tradicionalmente vigoroso, se volvió agresivo, y a veces hasta violento. Sus principales estrellas jugaban en pro de la victoria, sí, pero sobre todo en pro de sí mismos, ya fuera marcando goles (Cristiano Ronaldo) o asestando patadas y codazos (Pepe). El Madrid también humillaba a los rivales, pues su sed de victoria no tenía límites, pero además se notaba lo mucho que disfrutaba haciéndolo.

Y, si Mourinho funcionaba como un padre estricto para sus díscolos jugadores en el campo, más aún lo haría fuera de él. Mourinho convirtió las ruedas de prensa en un espectáculo sadomasoquista después emulado por muchos (véanse, por ejemplo, las posteriores a losConsejos de Ministros del Terror que nos amenizan/aterrorizan cada viernes). En él, el entrenador del Madrid denunciaba conspiraciones de gran complejidad, en las que estarían involucrados los árbitros, la FIFA, el Gobierno español y hasta la UNICEF, urdidas con el objetivo de perjudicar al Madrid. Mourinho consideraba que las victorias les correspondían naturalmente, mientras que las contadas derrotas (o empates) siempre tenían un origen oscuro. Las barrabasadas de sus futbolistas eran rápidamente excusadas, mientras que se ponía el grito en el cielo ante el menor exceso cometido contra alguno de ellos. Mourinho, en fin, disfrutaba despreciando al rival en la rueda de prensa conforme sus jugadores hacían lo propio en el campo

Por supuesto, el Real Madrid, en la victoria, tampoco decepcionó: los fastos del triunfo se abrirían con un espectacular corte de mangas a cargo de la principal estrella y "modelo a seguir", Cristiano Ronaldo. A partir de ahí, el espectáculo de venganza y ajuste de cuentas para con el eterno rival se desplegaría en todo su esplendor en declaraciones y, sobre todo, en tribunas de prensa.

Al final, Guardiola decidió abandonar el club, tras cuatro años de éxitos, pero con un final relativamente agridulce, en el que el aspirante, el Real Madrid, por fin lograría su objetivo de hacerse con el título de Liga. Y se despidió con una frase que no podía resultar más ajustada a su papel: "no tengáis miedo". Yo os he protegido de todo mal a lo largo de estos años, pero no temáis; dejo al frente a mi número dos, a alguien como yo, que proseguirá por la misma senda del Bien: Tito Vilanova, una más de las muchas víctimas de Mourinho.

¿NO TAN DIFERENTES?

Si se piensa bien, a fin de cuentas los dos clubs, y los dos entrenadores, tampoco se alejan tanto: ambos intentan ganarlo todo. Ambos lo hacen, además, goleando a sus rivales. Ambos acaban rodeándose de sus pretorianos y deshaciéndose de quienes no son suficientemente "puros" para formar parte de la plantilla. Ambos cuentan con sendas superestrellas, afanadas en lograr premios y marcas personales, de quienes dependen para sacar muchos partidos adelante. Y, por supuesto, ambos son sistemáticamente beneficiados por los árbitros.

Que luego el estilo de uno (Guardiola) sea humilde, por contraste con el afán insultante del otro (Mourinho), resulta de agradecer, pero no deja de antojarse una cuestión menor al lado de los efectos prácticos que genera su enfrentamiento a muerte: entre ellos, una rivalidad histórica. Fuera de ellos, el desierto futbolístico y una competición cada vez más devaluada. Algo de lo que ninguno de ellos es responsable: su objetivo, a fin de cuentas, es ganar. La cuestión es cómo hacerlo.

#prayfor... #TupperdeRajoy

Ya hemos comentado en otras ocasiones el afán de algunos periódicos por llamar la atención a sus lectores (y, sobre todo, a los que no son, ni serán nunca a este paso, sus lectores) con portadas a cual más estrambótica. Ayer sábado, La Razón dio un nuevo paso firme por esta senda publicando esta portada:

Según explica el periódico en su portada, Mariano Rajoy, "el Presidente más familiar", se fue con su mujer e hija a pasar un día en el campo. La Razón apostillaba el siguiente dato: es tal el compromiso de Rajoy con las políticas de austeridad que se llevaron la comida entupperwares del palacio de la Moncloa.

La Razón volvió a conseguir su objetivo: volvió a ser Trending Topic en Twitter... A costa de hacer el ridículo. Una dinámica cada vez más acelerada y reiterada. Esta misma semana, el pasado martes, La Razón también consiguió ser Trending Topic con el hashtag#Noatomarlacalle, referido a una campaña del diario pidiendo a los ciudadanos que no se movilicen contra los recortes del Gobierno. Un hashtag que llegó a lo más alto... Gracias al afán con el que los internautas lo emplearon para reírse de la campaña y del propio periódico. Conseguir relevancia y visibilidad está muy bien. Pero no a cualquier precio.
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* Guillermo López es profesor titular de Periodismo en la Universitat de València 

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3 comentarios

Ike escribió
08/05/2012 10:07

"comportamiento civilizado en el campo y fuera de él)" 1)http://www.youtube.com/watch?v=cuk46NZ90Gc&feature=youtu.be 2) http://www.youtube.com/watch?v=DAYTtC4zebk 3) Y ésta es del vicepresidente deportivo del Barça: http://www.youtube.com/watch?v=DMTAGGy4noE 4) Mascherano, tras haber ganado la liga el Real Madrid: http://twitter.com/#!/DavidMarca/status/198920409930924033 Y podríamos seguir días.

Asín...nos va escribió
07/05/2012 21:28

Joder Guillermo, yo pensaba que estaba leyendo a Juan Cruz, John Carlin y Diego Torres todo en uno. Como sigas asín voy a rezar para que baje el Zaragozá.

LR escribió
07/05/2012 18:39

Supongo que messi este año con sus 50 goles no juega para sí mismo, en cambio CR7 con 45 sí. ¿Las patadas de Pepe son jugar para uno mismo? Mou jamás dijo que unicef, fifa o el gobierno estuvieran involucrados. Qué abuso más gratuito de la ironía y la exageración. Al Barça se le han hecho arbitrajes afines en momentos clave en Europa durante varios años, eso es un hecho. Mou denunció a la UEFA. Y haber si ahora CR7 por ser un jugador mediático no va a poder responder cuando le llaman hijo d p***. Vale ya hombre, que son personas como cualquier otra, no aguanto ese maniqueismo de la prensa solo porque tiene un aire más literario

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