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VALENCIA. Germán Granda dirige Forética desde 1999, una asociación de empresas de responsabilidad social empresarial (RSE), que se han marcado como objetivo fomentar la cultura de la gestión ética y la responsabilidad social en las organizaciones. Ha trabajado para la Comisión Europea y Naciones Unidas en trabajos de campo. Actualmente es vocal del Consejo Estatal de RSE del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España y miembro de la Junta Directiva de EBEN España. Está casado y tiene tres hijas que le ocupan prácticamente todo su tiempo libre. El resto lo dedica a viajar, leer, ir al teatro y ver a los amigos de siempre. Le encanta Paul Auster y Vargas Llosa. Su objetivo es tratar de dejar un mundo mejor para sus hijas, más transparente y más ético.

-Cómo director de Forética ¿cree que los principios de responsabilidad y ética podrían ser asumidos por organizaciones políticas y entidades financieras?
-Por supuesto. De hecho la estrategia europea de RSE promueve la implantación de estas prácticas en cualquier tipo de organización. Forética ha presentado recientemente un informe sobre planes de acción de RSE en gobiernos europeos y vemos cómo el gobierno sueco ha incorporado estos elementos en la gestión de sus empresas públicas, el gobierno alemán ha creado la estrategia "CSR Made in Germany", el gobierno holandés se ha comprometido a que el 100% de sus compras como Estado incluyan en el 2015 criterios RSE, por ejemplo. La tendencia es que todas las organizaciones tendrán que incorporar criterios de transparencia más elevados (no sólo en materia económica, sino ambiental, social y de buen gobierno). Las entidades financieras ya han comenzado, pero a las organizaciones políticas todavía les falta reaccionar.

-Entonces ¿los partidos políticos españoles adolecen de responsabilidad?
-Sí. Los partidos políticos podrían trabajar en la oportunidad que supone ser más transparente.

-Últimamente se habla de transparencia legislativa y aplicación de código de buenas maneras, ¿seria bueno aplicar estos criterios a las entidades financieras?
-El anteproyecto de Ley de Transparencia es una buena noticia desde el ámbito político. Respecto a las entidades financieras se encuentran en un momento de transición hacia una mayor transparencia tanto por imposición regulatoria como por la propia demanda de los inversores y clientes.

-¿Por qué en muchas ocasiones estos principios de ética se quedan papel mojado?
-Porque no ha existido un compromiso de la organización y las culturas corporativas no han favorecido una gestión ética. Estamos tratando de incorporar en la cultura de las organizaciones estos elementos a través, por ejemplo, de Sistemas de Gestión ética y de RSE como la SGE 21 de Forética. Una herramienta que utilizan ya más de 100 organizaciones en España y Latinoamérica, y que permite demostrar a través de auditorías externas que una organización va más allá de las palabras.

-Usted plantea que existen una serie de retos que nos van a acompañar en los próximos 100 años: la transformación en un planeta urbano; la convergencia de los países emergentes; el cambio demográfico, el acceso al agua, y el cambio climático. ¿Qué tipo de soluciones innovadoras se pueden plantear para cada uno de ellos?
-La gran innovación es que las empresas comprendan que con su actuación, sus productos y servicios pueden ser capaces de ayudar a resolver estos restos y hacer más y mejores negocios.

-En estos momentos de crisis ¿cree que se escucha de verdad y se les da soluciones a los grupos de interés?
-Es cierto que ahora se escucha más pero sólo las empresas y organizaciones con un muy elevado nivel de excelencia son capaces de transformar esas demandas en soluciones.

-¿No sigue siendo la economía el principal interés de mercados, organizaciones, empresas y negocios?
-Por supuesto, el cambio es que la economía no tiene sentido por sí sola ya que está interaccionada con los recursos naturales y las personas. Las organizaciones más avanzadas integran todos estos aspectos y no delimitan parcelas estancas.

-Desde su punto de vista ¿qué panorama social se avecina en España con los actuales datos económicos?
-La situación no es fácil. Pero es el momento para reflexionar cómo queremos estar dentro de diez años. Qué elementos son sostenibles o cuáles no. Hay que reflexionar tanto a nivel país (¿qué papel queremos jugar y con qué elementos contamos?), como a nivel empresa (¿tenemos un plan estratégico? ¿sabemos qué tipo de productos o servicios se demandarán en los próximos diez años?), incluso personal (¿estoy preparado para los nuevos retos? ¿tengo los conocimientos técnicos, de tecnología e idiomas para poder trabajar en el siglo XXI?).

-¿Es la Administración Pública la que determina los indicadores de evaluación de las empresas para poder recibir la certificación de empresa responsable?
-La Administración debe establecer marcos de promoción de la RSE y permitir al ciudadano que pueda elegir. No existe la certificación de empresa responsable. Existe la certificación de sistemas de gestión de RSE (como la SGE 21) o la verificación de informes que trasladan la información de aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno.

-¿Cuántas herramientas de evaluación son necesarias para obtener dicha certificación?
-La SGE 21 es una herramienta integral y evalúa requisitos en 9 áreas de gestión de la organización desde la gestión de RRHH (igualdad de oportunidades, conciliación, formación y empleabilidad), la gestión de clientes (prácticas comerciales, marketing responsable o I+D +i) o la gestión ambiental por citar sólo algunos.

-Dada la diversidad de las mismas ¿cree que una Pyme de pocos trabajadores puede obtenerla? ¿Se lo plantean? ¿No es muy caro para dichas pequeñas empresas?
-El 70% de las organizaciones que tiene la SGE 21 son pymes. No se trata del tamaño, de hecho a una pyme le resultará más fácil por su menor complejidad, se trata de la excelencia en la gestión. Una organización puede ser excelente cualquiera que sea su tamaño.

-¿Qué retos les espera a las empresas en materia de responsabilidad en estos años?
-Las demandas de mayor transparencia serán un reto unido a las presiones por la utilización eficiente de recursos naturales ya que aumentará el precio de materias primas. La búsqueda de perfiles de gran talento, la capacidad de innovación, la tecnología o la internacionalización estarán muy presentes en la agenda.

-¿Cree que las últimas medidas en materia de educación darán paso a generaciones más responsables?
-Nadie lo sabe. Lo que es cierto es que necesitamos empresas comprometidas con este ámbito y además un marco de promoción pública y una sociedad que demande y premie los comportamientos responsables (esto último depende mucho de la educación). Sin estos tres ámbitos será complicado avanzar en una agenda de RSE.

-Se comenta que algunas grandes empresas que cuentan con todos los certificados actúan inapropiadamente por la puerta de atrás. ¿Será posible en un futuro próximo controlar también estas situaciones y cuando se habla de transparencia tener la certeza de que es así?
-Las herramientas se van mejorando. Iremos mejorando los niveles de transparencia.