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VALENCIA. La patronal autonómica Cierval y las cámaras de comercio remiten al conseller de Economía, Máximo Buch, el listado con sus aspirantes a ocupar la presidencia de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) de la Comunitat Valenciana. Un empleo de difícil cobertura por las exigencias establecidas para ocuparlo y la importante carga de trabajo que tendrá el nuevo responsable para salvar a la organización de la bancarrota.
El nuevo presidente será de Castellón, siguiendo la "tradición" de la entidad (presidida desde hace décadas por José Roca, presidente también de la Confederación Empresarial Castellonense, CEC), y acreditará conocimientos financieros, lógicos para capitanear una organización dedicada a la concesión de avales y en continuo trato con los bancos.
Además, debe tratarse de una persona que transmita confianza a las entidades y a la Administración y que pueda rodearse de un consejo de administración renovado para que "se visualice el cambio" con representación de los socios protectores (Generalitat, Bankia, Sabadell y la veintena de entidades y asociaciones) y reducido a la mitad de los 38 miembros que actualmente lo componen.
EL HOMBRE QUE DIJO NO
El primer nombre que ha contado con apoyos público y privados para hacerse cargo de la entidad ha sido el de Carlos Cabrera, empresario cerámico castellonense con experiencia financiera. Responsable de Ceracasa y presidente de la comisión de trabajo de Innovación de la patronal autonómica Cierval. Una de sus principales bazas reside en haber trabajado en banca, concretamente para BBVA (socio protector de la SGR) entre 1980 y 1984, y estar al día del negocio financiero, aunque sea como cliente.
Además, es consejero de la SGR desde hace dos años por lo que está al día de la situación de la entidad sin haber sido testigo de algunas de las principales operaciones que está siendo cuestionadas. Aunque todo estaba ya dispuesto, el propio interesado rehusó el puesto aduciendo que "no tenía tiempo" por las propias exigencias de sus actividades empresariales.
De los actuales consejeros de la organización, al menos dos de ellos cumplirían el perfil. Se trata de Ramón Arenós, consejero delegado de la Caja Rural San José de Nules (Grupo CRM, también asociada a al organización), empresario de la promoción inmobiliaria y consejero de la SGR desde diciembre de 2010; y Juan Vicente Gómez Navarro, apoderado de Bancaja en Castellón, empresario de carpintería metálica y consejero de la SGR desde septiembre de 2009. En todo caso, las actividades desarrolladas en el pasado por otros de los consejero pueden inclinar la balanza en su favor.
ENTRE LA PROMOCIÓN INTERNA Y EL FICHAJE
Donde la elección es aún más delicada es en la designación del director general. Actualmente hay varios nombres en liza, incluido el de alguno de los responsables de la entidad situados en el segundo escalón. "No se ha hecho igual en todas las provincias", advierten fuentes empresariales.
En esta propuesta, que contaría con la ventaja de situar en el cargo a una persona que ya conociera desde dentro la casa, fuentes próximas a la negociación destacan el papel ejercido hasta ahora por José Antonio Medá, director de la SGR en Valencia.
Sin embargo, los bancos presenten en la entidad, principalmente Bankia y Banco Sabadell, estarían planteando una propuesta de consenso que elevara a uno de sus técnicos o, para no despertar suspicacias, a un directivo procedente de las entidades de menor envergadura, pero con una hoja de servicios intachable.
DIMISIÓN EN PLENO
La dimisión en bloque de todos los responsables actuales de la organización está prevista para la junta convocada el próximo 30 de abril, el lunes del puente de la Fiesta del Trabajo. En esta misma jornada, se rendirán las cuentas de 2011 y se nombrará un nuevo equipo.
El papel más cuestionado en la gestión de la entidad ha sido el del actual director general, Juan Manuel García Puchol, en el cargo desde hace más de 30 años. A diferencia de los responsables de las delegaciones provinciales y de los niveles intermedios, que han sido renovados recientemente, García Puchol se ha mantenido en su puesto pese a las duras críticas que ha recibido desde sectores empresariales y económicos en las últimas fechas.
La SGR se encuentra en causa de disolución desde el 1 de enero de 2012 y a mediados del año pasado, una inspección del Banco de España detectó un déficit patrimonial de unos 30 millones de euros, por lo que instó a la entidad a recapitalizarse para no estar por debajo del mínimo exigido para el desarrollo de sus actividades.
Las dificultades que atraviesa la SGR vienen de los últimos ejercicios, pero fue en 2010 cuando registró unas pérdidas de 2,8 millones de euros, después de presentar una cuenta de pérdidas y ganancias en 0,0 euros en 2009 y 2008. En 30 años, la organización nunca había registrado hasta entonces un saldo negativo.
La promesa del conseller de Economía, Máximo Buch, de inyectar 45 millones a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y captar otros 15 millones a través de las entidades financieras presentes en la entidad es tan anhelada como cuestionada. Sin embargo, fuentes del Gobienro valenciano aseguran que se va a llegar con el dinero en la fecha prevista.
Que esten pensando en una persona como el Director de la SGR en Valencia, supone un desconocimiento total de su perfil. Con 60 millones se esta tratando de salvar lo insalvable. Y supongo que al Sr. Garcia Puchol, ni un duro de indemnizacion. Que le hagan lo mismo que a aria Dolores Amoros en CAM. Al fin y al cabo el es el responsable de la quiebra. ¿Ademas de los 60 millones, su indemnizacion? Vergonzoso.
Bien estará que sea alguien, empresario castellonense y con experiencia en banca, aunque sea como cliente, presida la SGR, para terminar de hundirla.O que rehabiliten para el cargo al ex molt honorable...O a, porqué no, el Ilustre Sr. Zaplana. O, siguiendo la tradición italiana, a la Srta. Maria Abradelo, que le inyectaría empuje, arranque y delantera...Y claro, como no promocionar internamente a los excelentes directores que han ido denunciando como se ha visto las políticas de la casa...TERRIBLE
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