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EDITORIAL
Elena Valenciano: criticar sin dar trigo

21/04/2012 "No es necesario defender la gestión del Partido Popular en la Generalitat Valenciana, cuyas deficiencias saltan a la vista y algunos de cuyos episodios nos han abochornado a todos, para considerar desafortunadas y torpes las palabras de la vicesecretaria general del PSOE..."

VALENVIA. La economía de la Comunidad Valenciana atraviesa por una profunda crisis. Como en todas las grandes recesiones, se entrecruzan una multiplicidad de causas que van desde la crisis financiera a la bancarrota de las finanzas públicas. Pero aunque no reciba atención diaria, de manera muy destacada la crisis es consecuencia de una especialización productiva en sectores de muy baja productividad incompatibles con el nivel de bienestar propio de las sociedades avanzadas.

La presencia de actividades de alto valor añadido en una economía no asegura por si misma que el nivel de vida de la población sea elevado. Pero aun no siendo condición suficiente, sí es condición necesaria, imprescindible cabría señalar. Y esas actividades tienen muy escaso peso entre nosotros. Cmo ha insistido algún experto, todo indica que éste va a ser todavía menor con la desaparición de CAM, Bancaja y Banco de Valencia.

En esta dramática situación ha influido, sin duda, la acción de gobierno llevada a cabo por el Partido Popular desde la Generalidad Valenciana a la que accedió ahora hace casi 17 años. Pero ésta no se puede considerar resultado exclusivo de ella. Los gobiernos tienen una capacidad de influencia notable sobre la actividad económica y más al controlar en España el proceso de elaboración de normas legales en sus diferentes niveles.

Pero la especialización productiva de una economía no es sólo el resultado de la acción de los gobiernos. Si así fuera habría muchos más países avanzados o dentro de España las diferencias en la renta por habitante entre comunidades autónomas no serían tan relevantes. Son el conjunto de las decisiones de los agentes económicos las que arrojan ese resultado. Y su modificación es un proceso lento que requiere de un impulso de toda la sociedad.

Por ello, no es necesario defender la gestión del Partido Popular en la Generalitat Valenciana, cuyas deficiencias saltan a la vista y algunos de cuyos episodios nos han abochornado a todos, para considerar desafortunadas y torpes las palabras de la vicesecretaria general del PSOE Elena Valenciano en su reciente -y breve como todas- visita a la Comunidad. Afirmar que ésta "es probablemente el exponente más dramático de lo que ha sido la política del PP en los gobiernos de las comunidades autónomas" es simplemente falso.

La política del PP en la Comunidad Valenciana -al margen de sus múltiples casos de corrupción- no ha sido muy diferente de la política del PSOE en, por ejemplo, Castilla la Mancha. Hasta el punto de que si en el aeropuerto de Castellón todavía no ha aterrizado una aeronave, el de la comunidad manchega ha tenido que cerrar, llevándose antes por delante a la caja de ahorros emblemática de Castilla la Mancha.

Con una diferencia sustancial entre ambos casos. Que la financiación por habitante para los valencianos en sensiblemente inferior a la obtenida por los castellano-manchegos. Y sin que se pueda dejar de sospechar que el mantenimiento de esta discriminación durante los últimos ocho años ha sido, además de por el propio desinterés de Francisco Camps para mantener vivo su miope victimismo, el diferente color político de los gobiernos valenciano y español.

Pero es que además, cuando se realizan este tipo de declaraciones maximalistas, como si los valencianos viviéramos en una comunidad autárquica sin información alguna sobre lo que ocurre en otras, es conveniente tener muy presente cuál es la situación de la casa propia. Y ahí, el abandono de los valencianos al PSPV en esos 17 años mencionados ha sido espectacular. Sin que a pesar de ello hasta este momento se haya comunicado diagnóstico alguno de qué razones lo explican y cómo se piensa corregir. Baste recordar que en 1995 el PSPV obtuvo el 34,3% de los votos mientras en mayo pasado el 28,7, su peor resultado desde la recuperación de la democracia. Frente a estas cifras, el PP mantuvo el 50% a pesar de todos los escándalos ocurridos.

Y en esos resultados, para desgracia de todos los valencianos, también tienen una influencia clara  la actitud de la oposición socialista sobre la dramática situación económica que vivimos. Porque en todos estos años han sido muy escasas las medidas concretas y realistas que hemos escuchado en boca de los sucesivos secretarios generales socialistas para modificar esta especialización tan escasamente competitiva de la estructura de la producción. O una vez iniciada la crisis, para combatirla.

Al margen de la salmodia de la nunca concretada inversión en I+D+i, los socialistas valencianos se han instalado en la cómoda posición del "qué se propone que me opongo" excepto cuando han podido obtener algún rédito partidario, casi siempre en forma de aumento de empleados y/o de ingresos. La única excepción reseñable ha sido el tesón de Ángel Luna para emular a la Fiscalía, con resultado conocido. Tanta ha sido la falta de visibilidad del PSPV en muchos momentos, en casi todos los momentos, que no sería una hipótesis descartable, a profundizar por los expertos, plantear si no han preferido instalarse en la comodidad de ser oposición a la tensión y el ingente esfuerzo requerido para removilizar a sus electores potenciales y llegar a poder formar Consell.

Debiera por tanto, Valenciano y todos sus compañeros de dirección, ser conscientes de que frente a la política de Rajoy de hacer en el Gobierno exactamente lo contrario de lo que prometió en la oposición, no son suficientes las vagas declaraciones de principios y los viajes a "provincias" para dar lecciones de catón. Lo que nos merecemos los valencianos es ayuda y colaboración para dejar atrás el deshonroso período que hemos protagonizado a través de un buen número de nuestros representantes públicos conservadores.

Y tanto como ello, propuestas de solución a la insostenible situación de nuestra economía y nuestras finanzas públicas que amenazan mantenerse durante largo tiempo ante la discutible política contractiva en que se ha embarcado Mariano Rajoy sin resultado alguno, como lo vienen mostrando el elevado diferencial de la deuda y la evolución de la Bolsa española.

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3 comentarios

Gabriel escribió
21/04/2012 22:17

Pues sí, me he equivocado. Lo lamento y como dice aquel no volverá a ocurrir. (espero). Enhorabuena por la línea editorial.

NOTA DE LA REDACCIÓN escribió
21/04/2012 21:11

Gabriel, si de algo no se puede acusar a este diario y a los profesionales que lo integran es de no haber sido críticos con la acción del gobierno del PP o de cualquier otro partido si así nos ha parecido adecuado, aquí y en Madrid. En cuanto a los editoriales, es evidente que no es usted lector habitual de este diario en sus dos años largos de vida. Si ánimo de ser exhaustivos y mucho menos de apabullar, le adjuntamos una pequeña relación de editoriales publicados en los últimos meses (http://www.valenciaplaza.com/ver/52364/editorial-la-excepcion-valenciana----.html http://www.valenciaplaza.com/ver/51393/editorial---una-amnistia-fiscal-asimetrica-e-injustificable--.html http://www.valenciaplaza.com/ver/43602/editorial---circo-frente-a-id--.html http://www.valenciaplaza.com/ver/45003/editorial-entre-la-irresponsabilidad-pasada-y-la-indecision-presente.html http://www.valenciaplaza.com/ver/26647 http://www.valenciaplaza.com/ver/27791 http://www.valenciaplaza.com/ver/32068/plan-de-austeridad-sin-orden-ni-concierto.html http://www.valenciaplaza.com/ver/32837/-un-retraso-no-explicable-y-apenas-admisible-.html). En cuanto al resto de sus opiniones, son todas ellas muy respetables y no hay nada que añadir. Un saludo cordial,

Gabriel escribió
21/04/2012 17:28

Muy ilustrativo. No he leído ni un editorial sobre el desastre de la gestión del PP, aquí y en Madrid, y viene la tontarra de la Valenciano y le dedican un editorial después de la nota crítica de C. Sierra contra Rafael Rubio que al fin y al cabo lo único que trata es de asegurar el puesto con el apoyo de la mafiosa FPS. ¿no se les ve demasiado el plumero?

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