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VALENCIA (VP). El mérito, más que haberse ‘reciclado' como emprendedor y profesional de éxito, es seguir vivo en el sector del ladrillo, haber tenido la visión de diversificar el negocio e implantar varios certificados de la calidad sin los que su compañía no hubiese podido crecer hasta el punto en que se encuentra actualmente.

Obviamente, Construcciones Francés no ha podido escapar a los efectos de la crisis, pero la orientación de sus negocios, dividido prácticamente a partes iguales entre obra pública y privada, y una estructura con flexibilidad suficiente le ha permitido seguir en pie, continuar con una notable actividad productiva e incluso recibir varios premios, el más reciente el de la Cámara de Comercio de Valencia.

A su fundador, Vicent Francés (Fontanars dels Alforins, 1952) no le quedó más remedio que cambiar la azada por la paleta hace unos 32 años. "Me gustaba mucho el campo, de hecho ahora tengo una pequeña finca, pero entonces no había trabajo para nadie y tuve que cambiar de ocupación y empezara trabajar como albañil. Hoy tengo como empleados a compañeros con los que llevo más de 30 años trabajando", asegura.

En los últimos años, Construcciones Francés ha llevado a cabo algunos proyectos destacados, como el centro de congresos de Puçol (Valencia), el centro social de Caixa Ontinyent y la rehabilitación del Teatro Echegaray en esta misma localidad o la planta fotovoltaica de Beneixama (Alicante).

"En estos momentos tenemos proyectos en las tres provincias de la Comunitat, contratos con ayuntamientos, obra privada, naves industriales, oficinas... La crisis nos ha obligado a ampliar nuestra zona de acción, desde el sur de la provincia de Valencia y el norte de la de Alicante hasta prácticamente todo el territorio de la región e incluso Murcia", explica Francés.

Además de la actividad de construcción, Francés también se dedica a la promoción, aunque esta parte del negocio es la que sufre mayor recesión. "Tenemos terrenos de sobra, tal y como están las cosas, así que no es momento de comprar. Se han depreciado mucho. Ahora hay que tener ojo y acertar el momento de empezar a construir", agrega.

Pero quizá lo más destacable de esta empresa haya sido su inversión en calidad, seguridad y gestión medioambiental, tres factores claves que han permitido a la empresa acceder a un buen número de concursos públicos.

"No es habitual que pequeñas empresas del sector de la construcción tengan un departamento específico dedicado a seguridad y calidad, pero realmente vale la pena. Los trabajadores de la construcción no suelen hacer caso de las medidas obligatorias de seguridad, hay que insistirles prácticamente a diario y creo que esta labor ha sido esencial en nuestra empresa. Tenemos uno de los porcentajes más bajos de accidentes de la Comunitat Valenciana y hemos recibido premios por este motivo", explica Vicent Francés.

"Además, el hecho de tener tres sellos de calidad nos viene de maravilla a la hora de acceder a concursos de obra pública, nos abre muchas puertas porque la administración suele realizar muchísimas comprobaciones antes de adjudicar un proyecto", añade.

En la actualidad, Construcciones Vicent Francés tiene 188 trabajadores, aunque recientemente ha reducido su estructura de personal fijo de 90 a 70 trabajadores.

"El tamaño es muy importante en este sector, creo que tengo una estructura adecuada para lo que hacemos. Tener un monstruo de empresa podía ser muy positivo hace dos años, pero ahora supondría la desaparición. Afortunadamente nos hemos mantenido gracias a la diversificación del negocio y al equipo humano que tenemos", afirma el propietario de la empresa.

De hecho, aunque sus últimos resultados empresariales (2009) descendieron notablemente respecto al ejercicio anterior de los 30 a los 23 millones de euros, la empresa liquidó el año pasado con un resultado positivo de 420.026 euros y unos activos de 19 millones de euros.

"Para este año esperamos crecer de nuevo, aunque muy poco, y facturar entre 23 y 25 millones de euros. No sé si alguna vez podremos volver a facturar lo mismo que en 2008, nuestro mejor año, quizá sólo sea posible si se reactiva la construcción de viviendas, que es donde más se nota el descenso de actividad", concluye.