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VALENCIA. El Valencia Basket recibe mañana, en la quinta jornada de la segunda fase de la Eurocopa, al Gravelines en un encuentro en el que una victoria le permitiría certificar matemáticamente acceder a los cuartos de final de la competición como primer clasificado de su grupo.
El encuentro será el partido 200 del conjunto valenciano en competiciones europeas en las que se estrenó en la campaña 1998-99 y el club valenciano ha preparado diversos actos antes y durante el choque para festejar esta efeméride y que incluyen un homenaje a la plantilla que disputó el primer partido continental de su historia.
Una victoria ante el equipo francés, que aún no ha ganado ningún encuentro en esta segunda ronda, le bastaría al equipo que dirige Velimir Perasovic, que sólo perdería ese puesto de privilegio si pierde ante el Gravelines, el VEF Riga gane mañana en la pista del CEZ Nymburk checo, y que el conjunto letón se imponga al valenciano en la última jornada por al menos 32 puntos.
De confirmarse su acceso a la siguiente ronda como primer clasificado del grupo I, el equipo valenciano quedaría emparejado con el segundo del grupo K un puesto que parece se repartirán entre el Buducnost Voli montenegrino, que ahora lo ocupa, y el Banvit BK turco, que es tercero.
Pero más allá de el objetivo de la clasificación, el choque de mañana será una nueva prueba para observar la evolución en su juego del equipo valenciano que, al no haber disputado este fin de semana la Copa del Rey, ha dispuesto de 10 días seguidos para entrenar a las órdenes de Perasovic y asimilar los conceptos que quiere inculcarle el técnico croata.
El último choque que disputó el conjunto valenciano fue en la Liga ante el Lagun Aro GBC, al que derrotó por un trabajado 69-61, en un partido en el que realizó la mejor defensa desde que Perasovic, que quiere construir su juego sobre esa base, llegó al banquillo valenciano.
Para este encuentro, recuperará al pívot ucraniano Serhiy Lishchuk, que sufrió una lesión muscular hace algunos días, por lo que Perasovic contará por primera vez desde que se hizo cargo del equipo de su plantilla al completo.
En el encuentro que el Valencia disputó en la pista del equipo francés y aún con Paco Olmos en su banquillo, se impuso por 63-69 con 19 puntos del francés Nando de Colo y un notable porcentaje de acierto desde la línea de 6'75, desde la que anotó 9 de sus 22 lanzamientos
HABRÁ FIESTA POR LOS 200 PARTIDOS EUROPEOS
El Valencia Basket disputará mañana ante el BCM Gravelines, en la quinta jornada de la segunda fase de la Eurocopa, su partido 200 en competiciones europeas y lo celebrará con una fiesta en el pabellón de la Fuente de San Luis, antes y durante el choque ante el equipo francés.
El 22 de septiembre de 1998, el entonces llamado Pamesa Valencia se enfrentó al ASK Brocéni letón al que derrotó por 98-73 en el pabellón de la Fuente de San Luis, el mismo escenario en el que mañana se rendirá homenaje a la plantilla con la que el equipo 
valenciano se estrenó en Europa.
Así, tras la presentación del actual equipo propia del choque, saltarán a la pista Nacho Rodilla, Víctor Luengo, César Alonso, Berni Álvarez, José Luis Maluenda, Rubén Burgos, Alfons Albert y Nacho Martorell, buena parte de los componentes de aquella plantilla.
Completaban el grupo los estadounidenses Bernard Hopkins y Rod Sellers, que no podrán asistir al evento como tampoco el técnico Miki Vukovic, que está en su país. Sí que lo harán Esteban Albert, que era su ayudante, y Pablo Martínez, fisioterapeuta, y Alfonso Castillo, delegado, que siguen con esas funciones actualmente en el equipo valenciano.
A todos ellos se les hará entrega además de una camiseta homenaje para recordar los 200 primeros encuentros en competiciones europeas del club valenciano, que tiene en su palmarés dos títulos continentales, la Copa ULEB de 2003 y la Eurocopa de 2010.
El segundo gran acto de la fiesta que prepara la entidad llegará en el descanso con la actuación de la Muixeranga, parte esencial de las fiestas de la Mare de Déu de la Salut d'Algemesí que recientemente han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Esta previsto que, ataviados con su vestimenta típica, alcen un castillo humano de varios pisos en el parqué de la Fonteta.
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