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VALENCIA. El líder del PPCV, Alberto Fabra, ha regresado del Congreso Nacional con la satisfacción de que su 'statu quo' en la formación ‘popular' ha salido reforzado del cónclave: Mariano Rajoy ha valorado su empeño en la ponencia de estatutos -aunque fue rebajada en algunos puntos- y ha logrado mantener la cuota valenciana en el Comité Ejecutivo Nacional y situar a su ‘número dos' José Císcar en el mismo.

¿Vaso medio lleno o medio vacío? Pese a que el presidente del PPCV puede extraer conclusiones positivas de la cita congresual, también ha habido sombras en Sevilla: Alberto Fabra retorna también con deberes en la mochila ‘orgánica' del partido.

Todavía no se ha cerrado el capítulo Francisco Camps. Algunos referentes alicantinos afines al expresidente han aprovechado la cita para hablar con dirigentes y militantes sobre la deuda del PP con el ahora diputado de a pie y, además, para apuntar a un movimiento de militancia que permita el resurgir del exjefe del Consell o, al menos, un reconocimiento público notorio.

En Castellón, el frente más acérrimo a Carlos Fabra, presidente provincial del PP, prefirió no estar presente en el discurso del líder de los ‘populares' valencianos ante la aprobación de la ponencia de estatutos que afecta al barón castellonense, imputado por varios delitos y con un juicio oral abierto, lo que conllevará una apertura de expediente disciplinario según el nuevo régimen aprobado en el congreso.

Tampoco estuvieron presentes en el discurso Rita Barberá y Alfonso Rus, aunque el equipo de este último sí acudió a escuchar a Alberto Fabra. Fuentes consultadas apuntan a que la alcaldesa sigue mostrándose distante con el presidente de la Generalitat, aunque acata la petición de Mariano Rajoy de paz en tierras valencianas. Por lo que se refiere al presidente provincial de Valencia, ha acercado posturas en las últimas semanas con Fabra pero, al igual que Barberá, esperan señales del líder del PPCV de cara a los congresos de partido que se acercan.

Esta es otra de las asignaturas a estudiar por el presidente valenciano: el congreso regional, cuyo debate sobre quien va a ostentar la secretaría general y sobre cómo se definirá la estructura está abierto. Fabra piensa en José Císcar o en la continuidad de Antonio Clemente mientras que Barberá y Rus tienen otras propuestas. Además, antes de verano llegarán también los congresos provinciales: problemas en norte y sur: la gestión en la salida de Carlos Fabra y el cambio de era previsto en Alicante.

Con todo ello, pese a que Alberto Fabra ha tenido un buen fin de semana, se han producido suficientes indicativos para recordarle que, aunque su autoridad es reconocida en Madrid, todavía debe resolver varias cuestiones en la Comunitat para lograr un apoyo tan mayoritario como ha conseguido Mariano Rajoy en el cónclave nacional.

GONZÁLEZ PONS, UNA CONTINUIDAD QUE SABE A POCO

Por otro lado, las fuentes consultadas por este diario apuntaron a la poca recompensa recibida por Esteban González Pons en el congreso. Como ya había previsto el exconseller, poniendo la venda antes de la herida, estaría "más o menos" ejerciendo las mismas funciones que hasta ahora.

Mientras el resto del núcleo duro de Mariano Rajoy ha sido premiado, el dirigente valenciano debe conformarse con un puesto similar al que había estado desempeñado incluso, al recalar en Estudios y Programas, con menor visibilidad que el área de Comunicación que ostentaba.

Tras el cónclave, queda evidenciado lo que ya apuntó este diario, el caso Nóos, donde González Pons debe acudir a declarar como testigo y, en gran medida, la poca sintonía con María Dolores de Cospedal, una de las reforzadas en este congreso, han evitado que el exconseller se haya elevado más alto en el PP.