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VALENCIA. Pasaron los días en que según Zapatero y el BdE "teníamos el sistema financiero más solvente del mundo" y presumíamos por doquier. Desde entonces la credibilidad tanto interna como externa de nuestros políticos y de nuestro país se ha derrumbado. El efecto de los artículos del Financial Times dónde se alaban las reformas del gobierno de turno tienen poco efecto a pesar de que los gobiernos lo pregonan al igual que lo hacían los consejos de administración de nuestras cajas cuando les subían el rating.

Aquí todos sabíamos cómo, dónde, a quién, para qué, con qué garantías, por la mediación de quien y a cambio de qué las direcciones generales, comisiones ejecutivas y los consejos de administracion concedían los créditos. Prueba de ello es que la voz populi de la calle acertó mucho antes que el Banco de España en las quinielas de entidades que a pesar de los reiterados desmentidos de sus dirigentes estaban tocadas.

Ahora se acaba de aprobar una segunda ola de reforma, continuista con la primera aunque con plazos más cortos que suscita algunos interrogantes.

1) El gobierno ha actualizado el valor de los inmuebles y determinado que el agujero que tenemos es de 50.000 millones, ya que se ¿han actualizado? los valores del principal, pero no único problema con el que nos enfrentamos, el inmobiliario.

Mi opinión es que algunas valoraciones como las del suelo no son realistas. La actividad bancaria es una actividad claramente cíclica con interrelaciones muy fuertes con el crecimiento económico y si no se crece la mora se dispara.

¿Bastarán estos 50.000 millones a tenor de lo descubierto en entidades como la CAM, Caída Catalunya o el Banco de Valencia, donde los agujeros crecen exponencialmente con el paso del tiempo?

Como dice Aristóbulo de Juan, el préstamo más peligroso es el mal dado (sin examinar los flujos de caja estables del negocio subyacente y sin garantías adecuadas ) y que aún no ha entrado en mora. Las refinanciaciones (para las que se va a provisionar un 7%) esconden una realidad oculta que se intuye pero nadie se atreve a cuantificar.

2) Como decía en esta mismo diario  el profesor Maudos, la mitad del agujero determinado se pretende tapar con apuntes contables, pasando reservas a capital. Las soluciones meramente contables no sirven. Las entidades financieras con sus agujeros son las mismas antes o después del apunte contable. Muchos opinamos que la determinación de la magnitud del agujero ha empezado por abajo buscando el equilibrio entre hacer algo para tranquilizar a los mercados y que el sistema financiero en general pudiera mantener el statu quo, sin tocar las entidades más grandes. Fijada la cantidad que se puedo absorber se decide que sea ésta la que se reconozca.

3) Las medidas adoptadas por Rajoy-Guindos son una continuación de las de Salgado a la espera de que la barra de liquidez del BCE con el carry de la deuda pública, el paso del tiempo con la generación de recursos ordinarios y extraordinarios (motivados por la recompra de activos por debajo de la par y entrega de papelitos a los clientes saqueados) y la reestructuración del sector mediante la reducción a la mitad de la capacidad productiva, surtan efecto.

A todos nos interesa que esta reforma tenga éxito pero deja algunos puntos clave en el aire y que habría que analizar entidad por entidad (tanta inspección del Banco de España en los últimos años lo hubieran permitido ) y no agregándolo todo y mezclándolo en el mismo epígrafe de sistema financiero español:

a) No se puede aplicar los mismos barómetros a un piso en Valencia que en Seseña.

b) Confunde tamaño, liquidez y solvencia (caballo grande ande o no ande). Por muy grande que sea una entidad que está tocada, si en lugar de ser absorbida absorbe el problema no desaparece, se agranda. Alucinante lo que pasa con Bankia y su intención de comprar Unim cuando se desentiende de su "participación financiera " con el Banco de Valencia con quien compartía presidente, directivos, líneas de crédito, etc. Compra una entidad pequeña y por arte de magia los plazos para el saneamiento se duplican.

c) No toca el tema de los modelos de riesgos, especialmente en la ponderación de activos, y todos sabemos que estos modelos están todos trastocados, con el beneplácito del BdE así que las cifras de capital son todas artificiales.
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d) El corporate governance, salvo en el retoque de sueldos, está ausente. Fusiones la inyección de dinero no es la panacea si el consejo sigue formado por los politiquillos y directivos de turno. Estos antes de que les redujeran el sueldo y les exigieran responsabilidades han puesto pies de por medio a pesar de su amor por la entidad.

Nadie ha explicado por qué se ha producido el agujero, a quien ha beneficiado, ni se han revisado las últimas operaciones con sus correspondientes comisiones que a precio de oro han firmado algunos directivos.

Quienes conocemos a algunos altos ejecutivos vemos con asombro el inexplicable aumento de su patrimonio en los últimos años y el incremento de ventas de artículos de lujo en nuestro país. Supongo que Hacienda los tendrá fichados para su próximo plan de Inspección.

El gobernador del Banco de España sigue en su puesto ¿Qué sabrá del actual gobierno o de las comunidades gobernadas por el PP para que no haya sido removido y juzgado por su gestión?

e) Ataca la seguridad jurídica tan pretendidamente defendida por el actual gobierno al admitir la posibilidad que dejen de pagar los intereses de las preferentes o convertibles durante un año aunque no entren en pérdidas, si así pueden cumplir más fácilmente las exigencias de provisiones que impone esta norma.

Continua el saqueo de los clientes bancarios y si estamos en un Estado de Derecho los clientes que reclamen tienen todas las de ganar, máxime si algunos tienen papel firmado por el director del banco con la garantía correspondiente de que las preferentes son líquidas y nunca dejarán de pagar. El contubernio de entidades financieras. supervisoras y gobierno contra los clientes de estos productos han producido uno de los mayores atropellos jurídicos nunca vistos.

Existían otras alternativas a esta situación como la creación de un banco malo (opción preferida por el profundo conocedor de la banca que es Aristóbulo de Juan) o la nacionalización parcial del sistema financiero, donde el Estado tomaría el control y supiera por una vez cómo está tal o cual banco que ya no tendría intereses en ocultar y trampear (solución adoptada en algunos países europeos por gobiernos conservadores).

Esta banca nacionalizada podría haber actuado como agente del ICO, ya que las entidades financieras boicotean muchas veces los intentos del Insituto por dar crédito a las empresas. Se ha pretendido no hacerlo con la esperanza de no incrementar el déficit público, ganando tiempo y que sea el sector quien cargue al menos parcialmente con el coste de la reforma.

Inexorablemente las operaciones como la de la Cam-B Sabadell con esquema de protección de activos y aportación de un esquilmado Fondo de Garantia de Depósitos, se repetirán por mucho que se pretenda que no sea así y al final seremos todos vía incrementos del IPC bancario (el coste de mantenimiento de las cuentas sube más de un 10% acumulativo anual), incremento de los diferenciales de los préstamos, recompra de participaciones preferentes ,los que pagaremos.

Al final por un sistema u otro se incrementará el déficit público, aunque el Frob no compute como tal. Para que la reforma sirva para algo (principalmente para separar el trigo de la paja y dar crédito) sería necesario que la reforma fuera exhaustiva, transparente, individualizada, y detallada, lo que no creo que se logre totalmente con la patada hacia adelante del FROB II y la discrecionalidad que se concede al Ministro de economía.

Asistimos con asombro a cómo entidades con beneficios auditados se tornan de la noche o la mañana en pérdidas multimillonarias. ¿Para qué sirve el BdE y sus privilegiados inspectores? La confianza se pierde paulatinamente en un negocio en el que este componente es consustancial.

Pienso que desgraciadamente hay que olvidarse del del crédito por unos cuántos años. Hay que salvar a todas las entidades financieras y a sus gestores, aunque suponga la desaparición de nuestro tejido productivo y de la nación). Las necesidades de incrementar el capital y financiar ese monstruo de intereses de las administraciones publicas (cuyo ajuste no ha empezado), les llevará reducirlo aún más país y nuestro nivel de vida va a retroceder inexorablemente a los años setenta o a los cincuenta pero si queremos tener la posibilidad de renacer es necesario que como sucede en las economías de mercado que quién la haga la pague.

Esta crisis cada vez se parece más a una estafa. No es extraño pues que nos preguntemos ¿Para qué sirve la banca en el siglo XXI? ¿Para tomar dinero de los clientes, hincharles a comisiones y comprar deuda al 5%? Ábrase una cuenta en el Banco de España y que retornen los cobradores de la luz.

PD: Mi exadmirado Manuel Pizarro levantó mucha expectación en la charla sobre el sistema financiero, pero se olvidó de que vivimos en España y en el siglo XXI. Cuánta diferencia con la actitud de Jordi Sevilla. Dos mentes con experiencia e ideas necesarias para la democracia, pero uno no quiso mojarse (no sé si porque el president le acompañaba o por qué no quiere manifestarse en público) y el otro no rehuyó cuestión alguna.