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CRÓNICAS DESDE EL PURGATORIO

Las tribulaciones de los hermanos Vela

CRUZ SIERRA. 29/01/2012 "Sobrevivientes somos todos. Estuvimos con el vino y las rosas y estamos con el sudor y las lágrimas. Algo parecido le ocurre al conseller de Hacienda y Administraciones Públicas, José Manuel Vela. "Un mal año para dejar de fumar" piensa cada mañana al levantarse el atribulado conseller..."

UN TRANVÍA LLAMADO PURGATORIO

Cruz Sierra

Periodista
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José Manuel Vela en el momento de jurar su cargo como conseller de Hacienda

VALENCIA. Sobrevivientes somos todos. Estuvimos en con el vino y las rosas y estaremos con el sudor y las lágrimas. Algo parecido le ocurre al conseller de Hacienda y Administraciones Públicas, José Manuel Vela. "Un mal año para dejar de fumar" piensa cada mañana al levantarse el atribulado conseller, mientras se dispone a iniciar el rito cotidiano -que no abandona hasta la noche- de sumar y restar mentalmente para intentar cuadrar algo, cobrar de aquí y de allá y realizar algunos que otros pagos.

Sabe este Vela que no le perdonan sus 15 años en la casa -la verdad es que fueron inolvidables, como se está demostrando ahora-, de ellos los últimos diez al frente de los Presupuestos en plena burbuja de gasto y deuda de la Generalitat, pero él se sabe funcionario con estrictas normas de obediencia y no ha dispuesto de plena responsabilidad sobre sus actos hasta que fue nombrado conseller.

Admite el conseller cierta lógica en los que le increpan por su longevidad en el puesto. "Pero yo me iba y me llamaron para que volviera. Y pensar que ya tenía las cajas con mis cosas en el coche para irme a casa...", masculla con cierta nostalgia recordando el día que Francisco Camps se le plantó en el Palacio del Almirante para pedirle que volviera a entrar y se hiciera cargo de la conselleria.

Desde entonces Vela, José Manuel, ha ejercido su papel con la fe de los conversos y el ahínco del profesor ante la mirada crítica de sus alumnos. "En 2014 podremos diseñar un presupuesto con deuda cero y solo con los ingresos que seamos capaces de generar, pero hasta entonces necesitaremos la ayuda del Gobierno". Así que ya saben: eso no ha hecho más que empezar. No es que nos vayamos a tener que apretar algo más el cinturón, es que nos vamos a tener que estrangular con él (la cintura, solo la cintura).

De momento al conseller le toca bailar con la más fea: decir no a los levantiscos funcionarios (lástima que sus sindicatos no hubieran estado igual de estrictos con los excesos de hace unos años, cuando se concedían liberados y subvenciones a manos llenas), aplazar pagos a los proveedores hasta un minuto antes de que revienten, dar la espalda a sus compañeros de Consell, vender los muebles, enviar inspectores a los sospechosos de ‘manos blandas'... y visitar Madrid todas las semanas varias veces para informar de la situación, recibir instrucciones y con ellas, de vez en cuanto, un puñado de millones para salir del paso e impedir que los mercados no atropellen (aun más) la solvencia de la Comunidad Valenciana.

Jorge Vela, director IVFUn trabajo, este último, no del todo de su incumbencia y más cercano seguramente al campo de trabajo de su hermano, Jorge Vela, director de Instituto Valenciano de Finanzas, a su vez dependiente de la Conselleria de Economía y del nuevo conseller Máximo Buch, aterrizado tras las ‘espantá' de Verdeguer (¿aportarán las raíces germánicas de Buch -pronúnciese ‘buj'- alguna notas de carácter ‘merkeliano' a su gestión? Falta hace para poner orden en el ingobernable sector público empresarial...).

Pero mientras "Buj" se pone al día, Vela, Jorge, como íbamos diciendo, es el genuino responsable de buscar y encontrar fondos en el exterior para alimentar el insaciable y siempre desordenado apetito financiero de la Generalitat, aunque no parece estar obteniendo demasiado éxito en su tarea desde que el año pasado empezara la fase dura de la crisis.

La nota de solvencia autonómica está bajo mínimos poco le ayudará a cambiar ese signo el hecho de encontrarse imputado él mismo en el desgraciado affaire Urdangarín (no se pierdan la entrevista realizada en esta misma portada por María Costa al hijo de Paco Roig en la que éste admite cándidamente haber hecho negocios con el yerno real...).

Difícilmente un financiero tendrá éxito en el exterior si va acompañado del marchamo de funcionario-de-Valencia-imputado-en-caso-de-presunta-corrupción. Así son las cosas, qué le vamos a hacer... Vela, Jorge, no parece hoy día el personaje más apropiado para representar a la Comunidad Valenciana en los mercados exteriores, y punto.

Pero lo que ningún político nos quiere contar todavía claramente -ya va siendo hora, ¿no les parece?- es lo que va ocurrir después de las elecciones de Andalucía. Ahí llegará el gran apretón al gasto público. Entonces será cuando Moncloa dé la orden de actuar, la que no sabido, querido o podido dar después de las elecciones generles.

Rajoy y sus golden boys se proponen eliminiar las barreras que la legislación estatal tiene levantadas ante las comunidades autónomas para que éstas ahora puedan aplicar a partir de ese momento radicales reformas restrictivas del gasto público: sí, el copago sanitario, los límites farmacéuticos, las tasa judiciales y de otros tipo, los recortes en educación... Esperen y vean.

Camps, no culpable. Adiós, Camps

El jurado declaró no culpable al expresidente Francisco Camps y éste ha adquirido ahora derechos legítimos para recibir los desagravios que considere adecuados. Sea, que se los conceda su partido. Pero el resultado del proceso no borrará nunca F. Camps, expresidente de la Generalitatel flaco favor que Camps se hizo a si mismo, a su partido, a la Generalitat, a la Comunidad Valenciana y a la institución de la Justicia el día que en rueda de prensa universal, hace tres años, negó pública y reiteradamente conocer a Álvaro Pérez el Bigotes, haberse pagado siempre sus trajes y no tener nada que ocultar.

Ese día puso fin a su historia como político de bien (o a lo que quedaba de ella después de negarse a recibir a las víctimas del accidente del metro). El histórico juicio seguido contra él ha demostrado que faltó a la verdad en los tres casos: conocía y mucho a Pérez, no ha demostrado haberse pagado los trajes (aunque según el jurado, la acusación tampoco lo contrario, es cierto) y si, tenía cosas que ocultar, como impúdicamente han puesto de relieve las grabaciones realizadas das por la Policía siguiendo órdenes de los jueces.

El jurado lo ha declarado no culpable y por tanto ahora carece de responsabilidades penales mientras no se abran los otros procesos pendientes. Limpio de polvo y paja penal. Que lo disfrute si puede tras la deblacle en la que ha sumido a la economía valenciana tras casi ocho años de gestión inensata. El caso es que el expresidente y algunos de sus fervientes seguidores aun sueñan, o han soñado, con volver al escenario del crimen. Solo son delirios: no sería posible sin romper la casa, como bien describe Ximo Aguar en su crónica en este mismo diario.

Haría bien el ex en seguir los consejos de sus allegados y poner tierra de por medio durante una temporada. Ha salido bien librado de ésta y demostraría conservar indicios de sentido común -y de agradecimiento ante la vida- si no tienta la suerte estirando la cuerda hasta el máximo. Acepte ese año sabático que le ofrecen sus amigos, coja sus bártulos y dispóngase a ver mundo y decir adiós, señor Camps, hasta la próxima. Au revoire.

UN TRANVÍA LLAMADO PURGATORIO

Cruz Sierra

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1 comentario

Perplejo escribió
29/01/2012 17:27

Sr. Sierra, permítame 2 aclaraciones: Vela, el menor, no es funcionario de carrera, nunca ha aprobado una oposición. Vela, el mayor, se iba de la Conselleria de Economía, no por discrepar de la gestión de los gobiernos de los 2 Sres. Camps, sino porque pensaba que nadie le mantendría en un puesto directivo, dados los resultados de su larguísima etapa en ese gobierno. Me parece muy ilustrativa la breve entrevista que le hicieron “En los Desayunos de TVE”, donde por 2 veces afirma que “llevo 6 meses en el cargo”. http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/desayunos-tve-18-01-12/1297285/ Lo que los 2 hermanos tienen claro es que en esta tierra nadie hace carrera oponiéndose a sus jefes. La duda que tenemos es si no se oponían porque estaban de acuerdo con ellos, o si no se oponían, pese a saber que sus jefes se equivocaban. No sé qué es peor.

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