X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
DÉJAME HABLAR

Twitter:
pleitesía ante el socio chino

EUGENIO VIÑAS. 28/01/2012 Twitter controlará y eliminará mensajes según los códigos y decisiones de los gobiernos de cada país. De esta forma podrá acceder a nuevos mercados, como su principal objetivo: China

MADRID. Las últimas 36 horas en Twitter España (y en medio mundo) han sido una metaconversación. Twitter hablando de Twitter. Hablando de lo que Twitter ha dicho, ha decidido. En los límites del ombligo se han leído voces especialmente críticas con el anuncio que ha hecho la empresa a través de su blog, por el cual aseguran que se van a adherir expresamente a las legislaciones locales para eliminar tuits 'ilegales' según las normas y decisiones de cada país. ¿Censura? 

Aunque los tuits eliminados serán visibles desde fuera del país contra el que hayan 'atentado', la verdad es que esta decisión se sobredimensiona con facilidad. En la actualidad, Google, por ejemplo, utiliza un sistema calcado sin que nunca nadie se haya rasgado las vestiduras.

Sin embargo, el papel que Twitter ha tenido y tiene en las revoluciones árabes y otros conlfictos ha provocado reacciones airadas en la red, en las que las palabras más repetidas son "censura", "traición" o "decepción".
 
En la actualidad, cualquier tuit en España puede ser objeto de delito si enlazamos pornografía infantil o violamos el derecho al honor o a la propia imagen de un tercero, por ejemplo. Cuentas de Twitter cerradas y tuits eliminados por orden policial o judicial los han habido y los habrán en estos casos. La diferencia con la decisión de Twitter no tiene nada que ver con este tipo de delitos, si no con términos, expresiones o 'posiciones incómodas' según qué gobiernos locales. Aquí entra en juego el ambiguo sistema por el cual la libertad de expresión significa o supone una cosa en un país y otra distinta en otro (o no).
 
Por eso, con esta decisión, lo que busca Twitter única y exclusivamente es acceder a nuevos mercados. Un acceso garantizado (que no su éxito) con un sistema gracias al cual Google, por ejemplo, opera 'libremente' en China.

TWITTER ♥ 中国

Así es. El amor que Twitter profesa por China es a buena cuenta infundado por quien toma esta decisión: Alexander Macgillivray, antes en Google, ahora en Twitter -como narra perfectamente en una de las reflexiones más lúcidas sobre este tema el periodista Juanlu Sánchez. Él, encargado de esta estrategia, sabe que acceder al mercado del gigante asiático puede hacer explotar el número de usuarios de una plataforma sólida, pero que sigue teniendo problemas para monetizar su éxito.

El efecto que pueda conllevar que su servicio conquiste China y contagie a otros países donde la libertad de expresión se considera, más que un derecho, una 'responsabilidad social controlada', parece justificar empresarialmente cualquier esfuerzo. Lo mucho o poco que Twitter haya podido escribir en los libros de historia durante los últimos años como herramienta para la comunicación frente a canales opacos empieza a desvanecerse de forma liberalmente lícita. Sólo cabe entender que Twitter es, sencillamente, una empresa con grandes inversores a los que rendir cuentas.

CHINA SALVARÁ AL SISTEMA CAPITALISTA. ¿QUIÉN NOS SALVA A NOSOTROS?

No es un espejismo. Oficial, pero sobre todo empresarialmente, nos estamos rindiendo al poder de consumo de China, también desde Internet, en una elevación de lo políticamente correcto a escala global. Twitter necesita exponenciar su negocio. La plataforma funciona perfectamente y, si deja claro que será fiel al Gobierno de turno, tendrá la posibilidad de convertir sus actuales 100 millones de usuarios en 500. Pues adelante.

Es una de las mayores paradojas históricas, pero pocos pueden dudar ya que China salvará -al menos, de momento- al sistema capitalista. La crisis financiera global está acelerando el proceso de dependencia de Occidente de un Estado contra el que, más que nunca, sabemos que se opone a nuestra forma de entender a la humanidad: 123. ¿Quién tiene la suficiente independencia financiera como para plantar cara diplomáticamente al régimen chino? ¿Quién está dispuesto a no venderle su deuda, fruto de una ambición enfermiza? Y, sobre todo, ¿qué estamos fomentando con las constantes concesiones al gigante asiático? 

PS: Aquí os dejo un enlace desde la web de Naciones Unidas, narrador de un texto que va camino de convertirse en leyenda. Atentos al artículo 19.   

@eugeniovinas 

Comparte esta noticia

comentarios

Actualmente no hay comentarios para esta noticia.

Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad