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La venta de Ribera Salud se halla estancada por los temores de Capio a los impagos del Consell

JOAQUIM CLEMENTE. 19/01/2012 La posibilidad de que la Generalitat renegocie las concesiones de los hospitales frena el interés del grupo sueco por la concesionaria controlada por Bankia y CAM

VALENCIA. La venta de Ribera Salud a Capio está en un punto muerto después de dos meses desde que la empresa valenciana otorgara a la multinacional de origen sueco y controlada por el fondo CVC Capital Partners la exclusividad en la negociación.

Según las fuentes consultadas por este periódico, las negociaciones entre Ribera Salud, controlada por Bankia y CAM al 50%, y Capio, su principal competidor en el sector de gestión sanitaria en España, están "empantanadas". Los motivos de la paralización de las negociaciones hay que buscarlas fundamentalmente en los temores que han aflorado en Capio por la delicada situación económica de la Generalitat Valenciana, el principal cliente de la empresa.

Ya cuando el pasado noviembre se anunció la resolución de la subasta abierta para la venta de Ribera Salud se especuló con que la cantidad que finalmente Capio pagaría por tomar el control de la sociedad dependería de la auditoría sobre las cuentas así como de un análisis pormenorizado del modelo de negocio.

La cuestión es que sobre los 110 millones de euros en que se cifró la oferta de Capio, había que valorar la repercusión que tendrían finalmente la ampliación de capital aplazada por sus accionistas actuales pero necesaria para pagar los 50 millones que se adeudan a FCC por la construcción del hospital de Torrejón, así como los problemas de impago de la Generalitat que ya estaba padeciendo entonces Ribera Salud.

El agravamiento de la situación de la Generalitat Valenciana en las últimas semanas han acabado de socavar cualquier posición de fuerza de Ribera Salud y sus accionistas para obtener un precio que, según fuentes de otras empresas que participaron en el proceso de venta, era excesivo. Y es que pese a que en teoría el negocio de Ribera Salud tiene la ventaja de las concesionarias -negocio cautivo y por un largo periodo de tiempo con unos ingresos fijos por la gestión de hospitales- también tiene el riesgo de una concentración de riesgo en un gran cliente, la Generalitat Valenciana, que atraviesa graves dificultades.

Otro elemento que ha hecho saltar las alarmas en Capio es la posibilidad de que los actuales contratos de concesión sean sometidos a revisión. La Generalitat, dentro del plan de contención del gasto en el sector sanitario, anunció su intención de renegociar las condiciones con algunas de las concesiones y citó en concreto las resonancias magnéticas. En todo caso el vicepresidente del Consell, José Císcar, señaló cuando se presentó el catálogo de recortes que no afectarían a las concesiones a Ribera Salud.

Ribera Salud gestiona cinco zonas de salud en la Comunitat Valenciana con cinco hospitales (Alzira, Torrevieja, Dénia, Manises y Elche) y más de cien centros de atención primaria gestionados por el modelo de concesión administrativa sanitaria con una población adscrita de más de un millón de personas. Además también controla Erescanner salud, sociedad gestora del servicio de resonancias magnéticas de la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana en régimen de concesión administrativa por un período de 10 años.

Además, en Madrid está en proceso de puesta en marcha el Hospital de Torrejón de Ardoz, que dará cobertura a más de 140.000 habitantes en régimen de concesión administrativa sanitaria por un periodo de 30 años. Además dirige BR Salud, sociedad gestora del servicio de laboratorio central del hospital Infanta Sofía que da cobertura a seis centros públicos y a más de 1.200.000 personas, en régimen de concesión administrativa por un período de 8 años ampliables a dos más.

CONTACTOS CON ATITLÁN

La decisión de Ribera Salud de optar por Capio levantó críticas por la pérdida del control de una sociedad valenciana, más cuando entre los que optaban a quedarse la compañía estaba el fondo de capital riesgo local Atitlán, presidido por Roberto Centeno, yerno de Juan Roig.

Según ha podido saber ValenciaPlaza.com de dos fuentes distintas, Capio se puso en contacto con Atitlán para intentar suavizar la situación dejando caer la posibilidad de poder dar entrada en la operación al fondo valenciano. 

Una posibilidad que, en todo caso, tendría como principal punto de fricción la voluntad de Atitlán de gestionar los negocios en los que entra, mientras que Capio apostaría tanto por aportar su equipo de dirección e incluso mantener a Alberto de Rosa, actual director general de Ribera Salud, al frente del negocio. De Rosa, que ha sido un elemento clave en la negociación, no contaría con el apoyo del fondo de Centeno.

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