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MADRID (EFE). La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, justificó los algo más de 34 millones de euros que costará al ayuntamiento mantener en la ciudad durante otros diez años el Masters 1.000 de Madrid que se disputa en la capital desde 2002.

"Creemos que ha sido muy importante desde el punto de vista del turismo, que es lo que ha ido mejor en Madrid en los últimos años", contestó la alcaldesa cuando ha sido preguntada, en rueda de prensa tras la reunión de su Gobierno, si la capital de España debería seguir los pasos de otras ciudades, como Valencia, que se están replanteando la conveniencia de mantener fuertes gastos en plena crisis para seguir acogiendo acontecimientos deportivos.

Botella afirmó que "mantener el Open de Tenis en la ciudad de Madrid sin duda habrá tenido un efecto en los buenos datos del turismo del año pasado" y recordó que el presupuesto que la ciudad destina a la organización del Masters 1.000 se ha negociado a la baja.

El convenio de colaboración que permitirá que la Caja Mágica siga acogiendo este torneo hasta el año 2021 fue aprobado el pasado 29 de diciembre en la primera reunión de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento que presidió Botella tras su elección dos días antes, aunque fue negociado por el anterior equipo municipal.

De hecho fue el entonces todavía vicealcalde, Manuel Cobo, el que informó en rueda de prensa de ese acuerdo, que reducirá la aportación del Ayuntamiento para la organización del torneo en un 50 por ciento los próximos tres años, en un 40 por ciento los tres siguientes y en un 25 por ciento los cuatro últimos.

De esta forma, el gasto previsto para los próximos 10 años ascenderá a 34.455.558 euros, según indicó Cobo, que subrayó que así se evitaban "posibles fugas" de este torneo a estados emergentes, entre los que mencionó Rusia y países árabes y de Ásia.

El entonces vicealcalde -en Ifema tras su renuncia a seguir en el Ayuntamiento- destacó que solamente la difusión publicitaria equivalente a los 139 millones de espectadores de fuera de España que ven este Masters 1.000 por televisión supondría un gasto en publicidad de más de 17 millones de euros.