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Las cotizadas de la Comunitat Valenciana perdieron casi 2.500 millones de euros en 2011

LUIS A. TORRALBA. 02/01/2012 Nefasto ejercicio bursátil donde ninguna se libró de los números rojos, su capitalización se redujo en un 25,5%, varias de ellas acabaron en mínimos históricos y la mitad son ya 'penny stocks', es decir, cotizan por debajo del euro

VALENCIA (VP). Ninguna de las nueve compañías de la Comunitat Valenciana que cotizan en el Mercado Continuo -entendiéndose como tal que estén aquí domiciliadas o que su accionista de referencia sea de la región-, lograron esquivar las pérdidas durante el pasado año. Aunque conviene recordar que apenas la quinta parte de las empresas que cotizan en el principal mercado de valores español esquivaron los números rojos destacando EADS (+32,73%), Grifols (+27,45%) y Acciona (+25,91%).

Las cotizadas locales se dejaron en su conjunto 2.446,39 millones de euros, puesto que de los 9.586,66 millones que partieron el año despidieron 2010 con una capitalización de 7.140,27 millones de euros. Un valor que representa una caída anual de un 25,52% aunque siete de ellas presentaron un descenso bastante más acusado.

Hasta el punto que tres de ellas (Banco de Valencia, CAM y Cleop) se situaron entre las seis mayores pérdidas de todo el parqué. Y, por si fuera poco, cuatro de ellas -y una en camino como es Caja Mediterráneo- convertidas en lo que en la jerga bursátil se conoce como 'penny stocks', es decir, marcando un precio inferior al euro. De este modo, la cuarta parte de los valores españoles que se encuentran en esa situación corresponden a compañías de la Comunitat Valenciana.

TRES ENTRE LAS SEIS MAYORES PÉRDIDAS DEL AÑO

Únicamente las inmobiliarias Nyesa (-89,44%) y Metrovacesa (-81,40%) sufrieron mayores recortes durante el pasado ejercicio que Banco de Valencia (-81,25%). El banco de Pintor Sorolla, que este año cambiará de manos una vez el Banco de España encuentre comprador, cerró en los 0,615 euros, lo que equivale a una caída en términos absolutos de 1.312,59 millones de euros. Además, lo hizo a menos de 20 céntimos del mínimo intradía que marcó durante el pasado año (0,355 euros). O lo que es lo mismo: el valor más bajo de prácticamente las dos últimas décadas.

Las cuotas participativas de Caja Mediterráneo (CAM) siguieron la estela bajista del Banco de Valencia, al sufrir un descalabro bursátil de un 80,83% y perder una capitalización de 282,50 millones de euros. Aunque la caída pudo haber sido mayor de no estar suspendidas las peculiares 'acciones' de la CAM en los 1,34 euros desde el pasado 8 de diciembre.

Sin embargo, el futuro que se presenta para los sufridos cuotapartícipes es muy negro, puesto que pocos son los analistas que esperan que el valor vuelva a cotizar. Y todavía más después de que el presidente de Banco Sabadell -la entidad que ha comprado Banco CAM que no la CAM donde permanecen las cuotas- manifestará hace un mes que las cuotas tienen un valor cero.

CADA VEZ MÁS 'PENNY STOCKS'

Nefasto ejercicio bursátil también el que vivieron en 2011 los accionistas de Cleop, cuyos títulos cayeron un 74,55% y su valor en bolsa mermó en 60,54 millones de euros. Además, la constructora que preside Carlos Turró despidió el pasado ejercicio en los mínimos históricos (2,10 euros). Todo lo contrario del ejercicio estable del que disfrutaron en 2010, cuando cerraron en los 8,25 euros con los que despidieron 2009. Las fuertes ventas de históricos accionistas, la caída de la licitación de obra pública y los problemas con Urbem están detrás del mal tono bursátil.

La 'familia Natra' también completó otro año bajista, con un recorte del 56,52% para la matriz -55,55 millones de euros en términos absolutos- y de un 53,57% para la filial biotecnológica Natraceutical, lo que se tradujo en una merma de capitalización bursátil de 59,17 millones de euros. Además, las dos convirtiéndose por méritos propios en 'penny stocks' y prácticamente en mínimos históricos -la segunda ya lo está-. Los problemas internos -los presidentes de ambas cotizadas dimitieron- tuvieron mucho que ver en los fuertes descensos en bolsa.

Uralita y Corporación Dermoestética también presentaron números rojos muy similares a los de la 'familia Natra'. Así, la compañía de materiales de construcción controlada por los Serratosa cayó un 55,29%, es decir, 382,16 millones de euros se evaporaron de su valor en bolsa.

Además, los 1,565 euros en los que despidió 2011 fue prácticamente el más bajo que marcó durante todo el año (1,54 euros), que por otro lado representan mínimos históricos. Sin embargo, Uralita es uno de los valores más estrechos y poco líquidos de todo el parqué, puesto que la familia Serratosa cuenta con más de un 80% de su capital social.

Por su parte, Corporación Dermoestética cedió un 53,70%, lo que equivale a una pérdida de capitalización de 13,92 millones de euros. Los malos resultados presentados por la cotizada presidida, fundada y controlada por José María Suescun, que en el tercer trimestre perdió casi la mitad más que en los nueve primeros meses de 2010, junto con la caída del consumo en España lastraron la cotización del valor en bolsa hasta mínimos históricos y lo convirtieron en una 'penny stock'. 

La otra cotizada local enfocada al consumo, Clínica Baviera, se dejó en el camino un 9,72%, que en términos absolutos se tradujo en una pérdida de 11,41 millones de euros. La empresa fundada por los hermanos de origen torrentí Baviera logró frenar los descensos gracias a sus buenos resultados trimestrales, al calor de su positiva evolución internacional. Además, sus accionistas despidieron el año cobrando un dividendo bruto de 0,12 euros por título.

BANKIA, LA QUE MENOS CAE Y LA ÚNICA DEL IBEX 35

Finalmente Bankia, la última cotizada local en llegar al Mercado Continuo, fue la que menos perdió de todas, al presentar un descenso de un 4,13% que equivale a 268,55 millones de euros.

Los 'bankeros', que contaron con la inestimable colaboración en sus primeros meses de vida de JP Morgan, son los únicos que pueden presumir de tener presencia en el Ibex 35 de las ocho compañías de la Comunitat Valenciana.

Bankia, que en su corta trayectoria bursátil -debutó el pasado 20 de julio- fluctuó entre los 3,12 y 3,90 euros, echó el cierre en los 3,595 euros respecto a los 3,75 euros que tuvieron que pagar todos aquellos que acudieron a la OPV.

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