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VALENCIA. Sheikh bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, más conocido como Sheikh Mansour, miembro de la familia real de Abu Dabi y dueño desde 2008 del Manchester City quiso comprar el Valencia el pasado mes de septiembre.

Mansour hace años que sentía curiosidad por el deporte europeo y más concretamente por el fútbol. Desde hacía tiempo quería tener un club de fútbol en el que invertir parte de su dinero para poder hacerlo un club poderoso y competitivo.

Eso lo logró cuando compró el Manchester City en 2008. Sin embargo, el árabe se había encaprichado en los últimos meses con tener un club de fútbol español, y por ello tanteo el mercado. Supo que Real Madrid y Barcelona no estaban en venta, y posteriormente se interesó por la situación de Sevilla, Atlético de Madrid y Valencia.

Todas estas consultas las llevó a cabo a través de la empresa Universal Trading, que tiene sede en Luxemburgo y que es una empresa con la que el jeque tiene muchos negocios y además la que utilizó como intermediaria para conocer las situaciones de mercado de todos estos clubes.

Esta empresa fue la que aconsejó al multimillonario Mansour comprar el Valencia. Esta recomendación se la hicieron a Mansour en varias reuniones que tuvieron con él en París a principios de septiembre.

Le recomendaron comprar el Valencia basándose en dos argumentos principales.

Primero porque veían al club valencianista como el más cercano deportivamente a Real Madrid y Barcelona y por tanto la inversión económica que habría que hacer en jugadores para ser un club poderoso deportivamente, no sería la misma que tendrían que hacer en un club de menor entidad.

Y segundo y más importante, veían al Valencia como un equipo que a la larga podía ser una fuente de ingresos. Universal Trading conocía de primera mano el patrimonio del que disponía el club valencianista, así como también la deuda neta de la entidad que rondaba los 400 millones de euros en septiembre.

Estos problemas económicos del Valencia que esta empresa ya conocía, fueron los que animaron al jeque a tratar de llevar a cabo la compra del club valencianista. A éste, no le importaba la deuda ya que según fuentes de Universal Trading tenía preparados 1000 millones euros para invertir en el club, haciéndose cargo de la deuda, acabando el nuevo estadio e invirtiendo 500 millones en el proyecto deportivo.

Estas mismas fuentes aseguran que tenían previsto realizar una auditoría sobre el club valencianista para conocer el estado real de las cuentas, en el mismo momento que el Valencia diera el ok a entablar una negociación para la venta del club.

Sin embargo, este ok no se produjo. Cuando los intermediarios del jeque preguntaron de manera oficial al Valencia cuál era el precio y la forma de proceder que debían seguir para poder comprar el club, les contestaron que el Valencia C.F. no estaba en venta en esos momentos.

Esa contestación tiró por tierra las intenciones de Sheikh Mansour. El príncipe de Abu Dhabi vio como su ilusión de comprar el club español que le habían aconsejado se truncaba. La respuesta del club fue muy tajante y eso provocó que sus intermediarios tiraran la toalla.

Que la tiraran en aquel momento, no quiere decir que Mansour no siga interesado en el Valencia. El árabe sigue manteniendo su intención de tener un club en España y el Valencia sigue siendo un club apetecible, más ahora que ha conseguido solucionar su problema económico. Pero lo que sí es cierto es que ahora mismo la prioridad del príncipe no pasa por volver a intentar comprar el club valencianista en el corto plazo.

Ahora mismo y según fuentes de Universal Trading el árabe se encuentra negociando la compra de un club de fútbol francés. Si esa operación sale bien o sale mal será determinante para conocer las intenciones de Sheikh Mansour en un futuro, ya que si logrará hacerse con otro club europeo quizá sus ilusiones por tener un tercer equipo se desvanecerían.