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VALENCIA. El nuevo patrón de patronos no es ningún recién llegado. Aunque ocupa la presidencia de las pymes desde hace poco más de un año, Salvador Navarro lleva una década como vicepresidente de la organización, trabajando codo con codo con José Vicente Morata, expresidente de Cepimev y actual presidente de la Cámara de Comercio de Valencia. Anteriormente ya había compartido consejo con él en Umivale, de la que Navarro es consejero y secretario.

Navarro, socio y director territorial en Valencia de la empresa CBL Logística, se presenta como un hombre de trato amable, tranquilo y conciliador, lo que le ha permitido ir ganado apoyos a paso lento pero firme desde que anunciara su candidatura hace ya un año.

En distintos contactos con otros patronos ha dejado claro que simultaneará las dos presidencias patronales que ocupa. "A pesar de que ha tenido ofertas, no quiere que la patronal de las pymes sea una moneda de cambio", destacaba un conocido empresario. De hecho, si hubiera decidido cederla hace unos meses, distintos conocedores del proceso de renovación patronal aseguran que no se hubiera llegado a votar y habría logrado hacerse con el cargo por aclamación.

LAS TAREAS QUE LE ESPERAN

El nuevo presidente se enfrenta a un escenario doblemente complejo. Por una parte, la crisis que padecen sus propios miembros como empresarios, peor también la que atraviesa la organización como entidad. Si hace un par de semana la CEV anunciaba el recorte de un 16% de su plantilla, muchos conocedores de la entidad reconocía que era sólo el comienzo de un trabajo intenso que debía completar el nuevo hombre fuerte de la patronal valenciana.

El comité y la junta de gobierno de la organización aprobaron el despido del personal de las sedes de la organización en Paterna, Museros, Sagunto y Alaquàs, la mitad de las oficinas comarcales existentes. Su actividad ha sido asumida por las oficinas de Valencia.

Fuentes de la organización explicaban esta medida en la bajada generalizada de ingresos que no han podido ser paliados con las acciones de control del gasto e incremento de la eficiencia. De este modo, la CEV se ha quedado con 43 trabajadores, repartidos en su sede central de Valencia y las oficinas comarcales de Requena, Ontinyent, Xàtiva y Gandia.

UN ADELANTO PARA EL PRÓXIMO PRESIDENTE

Esta medida le supondrá una reducción del 13% de la masa salarial que consumía hasta ahora la organización. De cara al ejercicio 2012, la reducción se traducirá en una bajada del 10% en los gastos generales y de un 18% en los costes de personal.

Desde la organización se reconoce que esta medida puede no ser la última acción de ajuste en las cuentas de la CEV. "Todo está en función de los impagos y de la reducción de los ingresos que se sigan experimentando", aseguran.

En todo caso, lo que se da por hecho es que el nuevo presidente tendrá que tensar las riendas con las patronales sectoriales y comarcales dependientes de la CEV. La segunda ronda de este proceso de ajuste será la optimización de recursos, aplicando la economía de escala: lo que ya ofrezca CEV no tendrá que duplicarlo una sectorial o una comarcal, "si no está económicamente justificado", señala un conocido líder patronal implicado en el proceso.