X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
ANÁLISIS DE ASESORES DE IMAGEN

Francisco Camps,
entre el victimismo y la conspiración

X. AGUAR. 15/12/2011 Expertos en comunicación política e imagen analizan el inicio del juicio de los trajes

VALENCIA. Mientras el juicio sigue su curso, todavía colea el interrogatorio al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, celebrado el martes. La sensación transmitida por el acusado fue de estar inmerso en un juicio político, de ahí que rechazara responder a las preguntas de la acusación popular, impulsada por el PSPV, o que le recordara al juez Juan Climent su pasado como asesor de Joan Lerma.

Ese fue uno de los ejes de su discurso, junto a la constante exhibición de austeridad y la amargura transmitida al reiterar, de forma apesadumbrada, cómo se había visto obligado a dejar la presidencia de la Generalitat y del PPCV.

En cuanto a la actitud mostrada, varios expertos consultados recalcan la "ensoñación" de Camps, frente a la imagen de realismo que reflejaba Ricardo Costa, quien representó ayer el paradigma de la sobriedad. En conjunto, la sensación que dio el expresidente fue la de, como Don Quijote, estar a la búsqueda del molino de viento contra el que luchar, absolutamente convencido de lo absurdo del proceso.

Diversos asesores y expertos en comunicación política han opinado para Valenciaplaza.com sobre los primeros días del juicio de los trajes y sobre el interrogatorio a Camps.

"EL VICTIMISMO COMO ARMA"

Andreu Casero, profesor titular de Comunicación Política de la Universidad Jaume I de Castellón, apunta a la indumentaria como primero de los aspectos a tener en cuenta "y más ante aun proceso que tiene en las prendas de vestir una de sus principales razones de ser".

"Camps acudió a su declaración sin reloj. En cambio, Ricardo Costa portó un Casio de plástico negro, de bajo coste, y perfectamente visible en su muñeca. Un objeto alejado de los relojes de lujo y elevado precio que han lucido en otras ocasiones. El mensaje es claro: austeridad y sobriedada, quizás excesiva incluso, para no mostrar al jurado popular ningún atistbo de ostentación", explica Casero.

El profesor considera que el vestuario elegido también va en esa línea. "Ambos conjuntados, prácticamente de uniforme, con trajes y corbatas oscuras. Incluso Camps ha elegido una indumentaria que resultaría perfectamente apropiada para un funeral o una ocasión luctuosa, transmitiendo, así, un mensaje acorde con una de sus principales estrategias comunicativas: el victimismo", argumenta.

Para Casero, el expresidente también sostuvo en el eje de su discurso este elemento, presentándose "como un mártir a varios niveles". "En primer lugar, como un damnificado político, puesto que ha afirmado que para poder defenderse judicialmente ha tenido que dejar de ser presidente de la Generalitat", señala.

"Aquí aparece nuevamente, el sacrificio y la inmolación como valores que justifican su actuación, como cuando presentó su dimisión. Incluso aprovechó -según Casero- para construirse una imagen de auténtica víctima inocente al afirmar que durante tres años le han abierto públicamente en canal. Sin duda una de las frases claves de su intervención, dotada de un impacto visual innegable y una profundidad religiosa subyacente", opina el profesor de la UJI.

Por otra parte, el profesor considera que Camps también ha puesto en marcha una estrategia de victimismo económico. "Desde afirmar que salió de la Generalitat con menos patrimonio del que tenía cuando entró hasta subrayar que se convirtió en cliente de Milano porque sus trajes valían la mitad del precio que estaba acostumbrado a pagar en El Corte Inglés.", explica Casero.

En esta línea, el analista considera que este ahorro económico como justificación de sus compras, es un argumento utilizado para contribuir a demostrar "austeridad y honradez". Para reforzar esta idea, Camps no dudó en decir que "uno tiene el sueldo que tiene; uno intenta ordenarse económicamente como puede".

Finalmente, otro aspecto clave destacado para Casero en la declaración de Camps tiene que ver con la puesta en escena. "El expresidente, en su comparecencia, ha demostrado claramente cuál es su estrategia en este terreno: dirigirse al jurado popular como único público de su actuación. En este sentido, la performatividad exhibida por Camps resulta elocuente: apelar directamente a los miembros del jurado, mirándoles de frente, y usando un tono pedagógico para aumentar la efectividad de su mensaje y convertirlo en más persuasivo. Con una estrategia perfectamente medida y sin abusar del recurso, Camps ha buscado la comprensión del jurado para que su discurso calara", expone Casero.

"Vivimos una época en la que la comunicación política se orienta, cada vez más, hacia la generación de emociones. Algo a lo que, naturalmente, no es ajeno Camps. De hecho, su estrategia comunicativa en su declaración ante el jurado se ha basado en la generación de un sentimiento positivo como vía para la absolución: la compasión. No se puede condenar a una víctima. O eso piensa él", concluye el experto de la UJI.

"SUS ASESORES LE HAN DEJADO DESNUDO"

Miguel Zorío, director de la agencia Lobby Comunicación, se muestra muy crítico con la estrategia llevada a cabo por el expresidente y los suyos en todo el proceso. "Los trajes se han convertido en la horca de Camps por sus errores en el manejo de la comunicación: ha sido un despropósito de estética e imagen", destaca. Recalca también que, estos errores se han arrastrado hasta influir y mezclarse con el juicio. "El problema es que parece que no importa cuál sea la sentencia: la mala gestión en la estética y la imagen han dejado en él una mancha muy difícil de limpiar. Le han dejado andar desnudo ante la opinión pública", explica.

En cuanto a la declaración del expresidente, Zorío subraya que la imagen expuesta es la de una persona "convencida de su inocencia y dolida por el daño sufrido por su familia". "Existe cierto grado de estupefacción respecto al desapego de su partido, lo que refleja que todavía no es consciente de que su futuro ya no está en la política", considera el director de Lobby Comunicación.

Zorío señala además que Camps declaró de forma "desafiante y muy gesticulante". "Intentó dominar un escenario ajeno y en varios momentos pronunció frases desafortunadas. Insistió en sus deficiencias comunicativas sin conseguir centrarse en si es posible probar la acusación sobre él realizada", puntualiza.

"Es un proceso que ha adquirido enormes dimensiones y en el que Camps es juzgado por sus frases, gestos y por su ‘amigo del alma'. Un juicio mediático, de sálvame deluxe, y el expresidente no sabe jugarlo", concluye Zorío.

"EL CONTRASTE ENTRE MODESTIA Y ARROGANCIA"

Anselm Bodoque, profesor de Ciencias Políticas de la Universitat de València y exasesor de Joan Ignasi Pla, pone el acento de su análisis en el contexto que ha vivido Camps en los últimos meses, obligado a dimitir de forma "precipitada y esperpéntica" para analizar su postura en el juicio.

Anselm Bodoque"Camps da la sensación de estar convencido de que va a ser declarado inocente", señala Bodoque. "Considera una terrible injusticia haber tenido que dimitir, de ahí su expresión de persona herida y desconcertada", comenta.

"Oralmente desarrolló un discurso bastante coherente, aunque sus afirmaciones no estuvieron en total consonancia con sus propias declaraciones sobre el caso en los últimos años y sobre su relación con Álvaro Pérez", explica.

Bodoque considera relevante la presentación de su abogado, Javier Boix, quien dibujó a Camps "como una persona racanilla, pero entrañable y afectuosa", una descripción con la que coincidió la misma "lógica argumentativa de Camps", que abundó en su "honradez, indefensión, modestia personal y en lo injusto de la acusación", subraya el profesor Bodoque.

"Sin embargo -recalca- este discurso contrastó a lo largo de su declaración, en demasiadas ocasiones, con una actitud no exenta de arrogancia, desafiante y distante hacia el juez, la acusación particular y el propio jurado tanto por algunas de las afirmaciones realizadas como por el tono y la expresión de un lenguaje gestual y corporal excesivamente disciplente", argumenta Bodoque.

Para este analista, la confluencia de sensaciones que acumuló Camps propiciaron que su discurso oral y sus argumentos parecieran tener "algo de impostado, de construcción artificial y, en consecuencia, de ausencia de una veracidad indiscutible". En lo que se refiere al final del proceso, Bodoque coincide con Zorío en la dificultad de rehabilitación política para Camps. "Es muy complicado que pueda desprenderse del halo de escasa credibilidad que en estos momentos se asocia a su persona y que sus formas, y a veces sus palabras, refuerzan", concluye.

"EL ATAQUE POLÍTICO COMO EJE DE LA CONSPIRACIÓN"

Sandra BravoSandra Bravo, de la agencia de comunicación y marketing político BraveSpinDoctos, considera "claro" el objetivo perseguido por Camps en su interrogatorio: "Achacar toda la culpa a un ataque político contra su persona. Su aparente tranquilidad fue una pose. Jugar con los papeles que llevaba en la mano, un bolígrafo, o con los botones de su chaqueta, como hizo al pronunciar su declaración de inocencia, son gestos que denotan falta de seguridad o nerviosismo", comenta.

Sobre la declaración, Bravo subraya que Camps adoptó una postura meramente defensiva, acentuada por el tono "altivo y en ocasiones sarcástico" utilizado. Cuando llegó el momento de las escuchas, "sus brazos cruzados sobre el pecho acentuaban su falta de interés y desacuerdo". Para Bravo, esta postura indiferente se remarcó en el momento de la grabación de ‘amiguito del alma', que Camps recibió "como un alumno que desafía a un profesor con su rostro apoyado sobre la mano izquierda, la mirada perdida y la mano derecha jugando con el bolígrafo".

Comparte esta noticia

comentarios

Actualmente no hay comentarios para esta noticia.

Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad