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Las descalificaciones lanzadas por el sector de la construcción chocan con el silencio de los afectados por sus ataques: José Vicente González (presidente de Cierval) y Salvador Navarro, el candidato oficial a presidir la CEV. Con esta actitud, entienden que Juan Eloy Durá busca ganar notoridad a contrareloj para reforzar a su candidato, Juan Manuel Real
VALENCIA (A.M.). Miramientos, los justos. La lucha por el poder en la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) se ha dejado de cortesías y los hombres de la construcción, capitaneados por Juan Eloy Durá, han iniciado el fuego de artillería contra todo y contra todos.
Después de 17 años de elecciones presidenciales por aclamación y sin mediar votaciones, la sede de la patronal valenciana ya tiene preparadas las tres urnas que el próximo jueves 15 de diciembre utilizarán los miembros de la Asamblea (divididos en función de la inicial de su primer apellido) que quieran participar en la elección de su nuevo presidente.
A la sombra de su candidato a la presidencia (el vicepresidente de Cepymev Juan Manuel Real), Durá ha arremetido contra el otro candidato, Salvador Navarro; la gestión de la CEV, afectada por las deudas y la falta de liquidez; y hasta contra José Vicente González, presidente saliente de CEV, presidente de la patronal autonómica Cierval y antiguo camarada de batallas patronales de Durá.
"Nadie debe responder a Durá", sentencia un profundo conocedor del entramado empresarial. Con la candidatura recién presentada y a sólo un par de días de las elecciones, la construcción necesita hacer mucho ruido para ganar votos y conseguir un buen resultado en la asamblea.
Mientras Salvador Navarro presentó su candidatura hace un año y desde entonces se ha reunido y ha comido con prácticamente todas las asociaciones empresariales que ha podido, Real llega con las horas contadas. "En estos días vamos a hacer algunas llamadas y mandaremos correos", resumía Durá el lunes su plan de campaña.
DESCRÉDITO Y OFENSA
"Se están sacando los pies del tiesto", lamenta un conocido patrono, sobre todo por las descalificaciones personales contra Navarro. De hecho, el constructor no ha dudado en calificarle en público como "el gerente de una empresa catalana que tiene que pedir permiso para tomar decisiones", cuando es el socio y director territorial de CBL Logística, a la que entró con la integración de su propia empresa.
Por contra, Real es presentado como empresario implicado en patronales desde hace casi una década y tercera generación al mando de una empresa familia, Materiales Real. Además se destaca su condición de licenciado en económicas, frente a Navarro que es de familia trabajadora y dejó los estudios a los 16 años, aunque se ha formado siendo adulto en distintas escuelas de negocio.
Navarro no quiere entrar al trapo y el propio Real, candidato presentado por Durá y vicepresidente de Cepymev (organización que también preside Navarro), evita cualquier tipo de crítica frontal a su oponente y destaca la buena relación personal entre ambos.
"Se trata de la estrategia del policía bueno y el policía malo", reconoce uno de los conocedores del proceso. Aunque es cierto que tanto Real como Navarro no tienen intención de que la situación se les vaya de las manos, ya que al día siguiente tendrán que seguir trabajando estrechamente, sea cual sea el resultado.
OBJETIVO: JOSÉ VICENTE GONZÁLEZ
Sin embargo, el disparo que ha acusado más efecto ha sido el lanzado contra José Vicente González. Durá le reprocha haber cumplido "a medias" su compromiso de no intervenir en el proceso de sucesión.
Por una parte, le acusa de no haberle apoyado en los "candidatos de consenso" planteados por la construcción, especialmente Juan Cámara (expresidente de Fecoval); y por otra, le reprocha su voluntan de no entrar en la pelea por ninguno de los aspirantes.
De hecho, González sí llegó a implicarse por una candidatura. Fue hace más de un año y fue con Vicente Folgado, presidente de la patronal del mueble Fevama. Histórico de la actividad patronal y representante de una de las industrias tradicionales, Folgado contaba con el respeto de muchos empresarios para presidir la CEV, pero no fue aceptado por construcción.
A partir de ahí, González dejó el timón y les dijo a todas las partes que llegaran ellas solas a un acuerdo y, después, que le llamaran. Todos los interesados en el proceso aseguran que eso es lo que ha hecho, aunque unos lo reprochen y otros los alaben por ello. Durá reconoce que "esperaba más" de él, sobre todo después de tantos años de causa común, especialmente cuando Rafael Ferrando era presidente tanto de CEV como de Cierval.
No faltan tampoco los que señalan ahora que este ataque a González se ve animado también por la posibilidad de ganarse a sus oponentes y a los desencantados con su gestión, "como si no supiera todo el mundo que, hasta ayer, Durá y González era uno", sentencia otro patrono.
De hecho, sobre la gestión de la CEV y la deuda y falta de liquidez que padece, los rivales de Durá le recuerdan que él también está en el Comité de dirección de la CEV desde hace más de una década "y nunca digo nada ni planteo propuestas para evitar o resolver el problema".
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