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Cuotas de la CAM: entre la responsabilidad de los inversores, la CNMV y el Banco de España

JOAQUIM CLEMENTE. 13/12/2011

Los más de 50.000 cuotapartícipes atrapados en la caja esperan una salida política a una situación en la que la supervisión de la entidad y de sus 'acciones' tuvo importantes lagunas ante las que tampoco hubo reacción de los inversores pese a las señales de crisis

VALENCIA. La crisis de Caja del Mediterráneo (CAM) ha dejado en el aire a más de 50.000 inversores que, en su día, compraron cuotas participativas de la entidad financiera y que ahora se encuentran con que no tienen valor alguno y, además, ya no son líquidas en el mercado de valores, al haberse suspendido su cotización el pasado viernes sin que exista perspectiva cierta de que vuelvan a cotizar.

En los últimos días cada vez que se ha planteado el futuro de los cuotapartícipes de CAM, la respuesta siempre ha sido evasiva. Si la semana pasada fue el presidente de Banco Sabadell, la entidad que se ha adjudicado Banco CAM, quien recordó que no son de su incumbencia, este lunes fue la vicepresidenta en funciones Elena Salgado, quien trasladó al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la responsabilidad de encontrar una solución.

El futuro de los cuotapartícipes y de su inversión se antoja muy complicado. Una vez que los administradores nombrados por el Banco de España anularon la decisión de recomprar los títulos que había aprobado in extremis el consejo de administración de la caja antes de la intervención, las opciones se redujeron drásticamente, especialmente después de que las cuotas no se formaron parte de los activos que se trasladaron al Banco CAM. Se quedaron en la caja de ahorros.

Así, los cuotapartícipes eran, y son, accionistas de una entidad, Caja de Ahorros del Mediterráneo, que apenas tiene activos (los correspondientes a los bienes de la Obra Social, el negocio de la delegación de Miami, que no se ha podido transferir aún). Su valor patrimonial es nulo. Y por tanto, las cuotas, que suponen alrededor del 7,5% de la caja, valen cero. Sin embargo, hasta el pasado viernes se mantuvo una ficción en bolsa que nadie supo parar. ¿Quién es el responsable?

Los cuotapartícipes tendrán, por tanto (como adelantó este periódico) que asumir el quebranto de la caja y perderán toda su inversión. Esta es la realidad que solo puede ser matizada con un acuerdo ‘político'. Pero alcanzar un pacto en el que, de alguna manera, se compense a los inversores de este peculiar (y único) producto -nadie más que CAM emitió cuotas participadas- implicaría el reconocimiento de que algo se hizo mal. Si no, no tiene sentido que alguien tenga que cargar con unas pérdidas a las que los cuotapartícipes sabían (o deberían saber) que estaban expuestos.

¿INFORMÓ CORRECTAMENTE CAM A LOS INVERSORES?

El primer aspecto que debe revisarse para entender la situación actual hay que buscarlo en la salida a bolsa de CAM y, por tanto, en la oferta pública de suscripción de cuotas participativas. Fue una operación inédita en el parqué español y en ella se pusieron ciertas esperanzas por parte de todo el sector financiero.

Si bien el folleto de emisión incluía todos los riesgos posibles, lo cierto es que la manera en que se produjo la colocación de las acciones siempre ha estado rodeada de dudas. Buena parte de ellas se vendieron en las ventanillas de las sucursales de la propia entidad a clientes de la caja sin perfil inversor. Saber si se les explicó con detalle los riesgos que corrían y las peculiaridades del producto que compraban es esencial.

Cabe recordar que en el proceso de salida a Bolsa la directiva de CAM, encabezada por el director general Roberto López Abad, defendieron la seguridad de la inversión así como el presente y futuro del negocio de la caja. El debut en bolsa se produjo en 2008, año en el que el mercado inmobiliario, en la que la caja tenía fuertes posiciones, ya empezaba a resentirse.

UNA OPERACIÓN RESPALDADA

La salida a bolsa de CAM, en todo caso, no fue una decisión unilateral. El sector financiero español, en concreto el de las cajas de ahorros, vieron en esta OPS una prueba de fuego para comprobar si las cuotas participativas -un instrumento de capitalización para unas entidades que no pueden realizar ampliaciones de capital aprobado por el Gobierno cuando Rodrigo Rato era ministro de Economía- servía para captar fondos que reforzasen su solvencia.

Las cajas de ahorros -directamente o a través de la CECA- apoyaron la emisión y algunas participaron en la colocación de las cuotas a través de su red de oficinas. Algunas incluso llegaron a participar con la compra directa de más de un millón de títulos, como Bancaja, Caja Madrid y La Caixa. Se trataba de conseguir que se cerrase la emisión con éxito.

El Banco de España, que por entonces también buscaba la fórmula de que las cajas explorasen nuevas vías para reforzar su fortaleza, respaldó la salida a bolsa. Sin embargo, tras la experiencia de CAM nadie siguió su camino.

Pese a lo extraordinario de la situación de la caja de Alicante, el hecho de que tuviera ‘accionistas' no fue nunca tenido en cuenta por el supervisor cuando se inició todo del proceso de reordenación del sistema financiero con las fusiones de las cajas.

Incluso en las operaciones a las que el Banco de España dio el visto bueno -la que no llegó a firmarse entre CAM y Cajamurcia y la que acabó rompiéndose con Cajastur- nunca se hizo referencia a cómo encajarían las cuotas en las entidades resultantes.

EL PAPEL DE LA CNMV

Tampoco la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) puso especial énfasis en controlar el devenir de la CAM cuando estaba en boca de todos su futuro. Pese a que la caja llegó a presentar en ocasiones unos resultados incompletos -especialmente en las declaraciones trimestrales- el supervisor del mercado nunca señaló de forma pública insuficiencia alguna de información para los inversores, como tampoco reclamó mayor claridad cuando se aprobó la recompra de las cuotas ni cuando se anuló ese acuerdo por los administradores del FROB.

Tampoco tomó ninguna medida especial cuando CAM estaba abocada a la intervención. Y lo más llamativo ha sucedido en los últimos meses, con la caja intervenida, el negocio financiero transferido a un banco del que los cuotapartícipes no eran accionistas y con el valor cotizando sin sentido.

Incluso después de que el Sabadell dijese públicamente que las cuotas no tenían valor y que no eran sus responsabilidad, las cuotas seguían cotizando. Solo cuando una avalancha de ventas impidió cruzar operaciones la semana pasada la CNMV suspendió la cotización.

Por parte de CAM, la única referencia que existe en el registro de la CNMV a las cuotas en los últimos meses está en el comunicado de los administradores del FROB cuando explicaron el traspaso del negocio al Banco CAM, dejando las peculiares acciones en una caja de ahorros vacía.

SIN RECLAMACIONES DE LOS INVERSORES EN BOLSA VALENCIA

Las posibles deficiencias en la supervisión no explican por si solas que los inversores de CAM llegaran al último día de cotización pagando más de tres euros por acciones que no valían nada. Al margen de la entrada de los especuladores, hay una parte de esa situación que solo se explica por el bajo perfil inversor de los cuotapartícipes.

En todo caso, y que pese a que pueda existir un confusión inicial en la inversión por parte de ahorradores que desconocían el producto que compraban, no deja de ser llamativo que una vez conocida la crisis de la caja -y de esto hace ya más de un año- e incluso la intervención del Banco de España, en el servicio de defensa del inversor de la Bolsa de Valencia no se haya registrado ninguna reclamación sobre el caso concreto de las cuotas de la CAM.

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3 comentarios

Luis escribió
29/12/2011 20:27

Hola a todos los afectados. Mi caso concreto fue una llamada de teléfono del director de mi sucursal, quien me dijo que era un producto seguro y que yo iba a ser un cliente preferencial de la entidad. La verdad que en un principio le dije que no quería nada y que seguiría com mi dinero como siempre lo había tenido, pero después de tanto insistirme el director, accedí a la compra y cada día que pasa me siento más engañado. Yo actualmente ya he realizado algunas actuaciones contra la Cam y pronto dejará de ser mi oficina de trabajo. Espero que todo termine bien por el futuro de todos. Un saludo

paqui mayordomo escribió
14/12/2011 21:08

a mi me ofrecieron las cuotas dandome a entender que era por ser buena cliente y no a todos se las ofrecian(un chollo,segun ellos)jamas se me informo del riesgo,ni la situación precaria de la CAM...

Luis escribió
13/12/2011 10:16

Buenos días, soy un cuotaparticipe y lo que puedo decir es que a muchos clientes se nos llamo para decirnos que no vendiéramos , que esto lo iban a arreglar en breve y que si vendíamos, perderíamos todos los derechos a una posible reclamación, también se nos dijo que aunque denunciáramos, no serviría de nada pues , ¿a quien denunciar? Y¿ que denunciar? Las cuotas aun cotizaban en ese momento,...En todo caso seria una intención de denuncia que es lo mismo que nada.

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