LUIS A. TORRALBA. 08/12/2011 Los 'accionistas' de Caja Mediterráneo, entidad que se queda sin participación alguna en el banco al que está transferido el negocio y que acaba de comprar Banco Sabadell por un euro, esperan un gesto de última hora del nuevo propietario para salvar parte del valor, pese a que no tiene obligación alguna de hacerlo

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VALENCIA (VP). "Las cuotas participativas son valores de renta variable, similiares a las acciones y, como tales, los inversores podrían llegar a perder la inversión realizada. En caso de pérdidas en la cuenta de resultados individual de la caja, éstas se distribuirán entre los cuotapartícipes y la caja de forma proporcional a su participación en el patrimonio de CAM". Así rezaba el punto 4.1.1. del folleto de salida a bolsa de la entidad alicantina dentro de los factores de riesgo remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CAM).

Pero lo que no sabían los peculiares 'accionistas' de Caja Mediterráneo (CAM) es que 1.232 días después su inversión se iba a quedar en el aire y no precisamente por factores bursátiles -aunque también han tenido algo que ver- sino por la decisión del Banco de España de 'entregar' la caja alicantina al Banco Sabadell por un euro y dentro del paquete no están las cuotas participativas, dado que éstas se han quedado dentro de la caja que se ha reconvertido en una fundación y pasan a ser un patrimonio más.

De hecho, la nota de prensa que ayer envió el Banco de España a todos los medios no recogía nada acerca de cómo quedan los cuotapartícipes.

Por tanto, todos aquellos que pagaron 5,84 euros el 23 de julio de 2008 para acudir a la histórica salida a bolsa de la caja -la primera en España- corren el serio riesgo de perder todo lo invertido a no ser que la caja -que no el Banco CAM- decida vender patrimonio o que el Banco Sabadell -que no está obligado a ello porque lo que ha comprado es el Banco CAM- decida algo en este sentido.

Precisamente hoy a mediodía el banco presidido por Josep Oliu dará una rueda de prensa en Barcelona para analizar más detalles y uno de ellos podría ir en dicha dirección aunque pocos son los que confían en ello. "El Sabadell no se va a comprometer a nada porque no es su trabajo, bastante tiene con digerir al Banco CAM", apuntan desde una mesa de tesorería.

"Lo único que queda es vender patrimonio de la propia caja", añaden. Y hablando de patrimonio la caja acaba de firmar un acuerdo con el Ayuntamiento de Alicante -además por la vía de urgencia- por el que cede toda su colección de obras de arte. Una piedra más en el tortuoso camino de los cuotapartícipes.

ADIÓS AL 'PACTO DE RECOMPRA'

Banco de España ya tumbó a finales de agosto pasado las intenciones de la entonces caja de recomprar las cuotas a un precio para la amortización de 4,7714 euros por título de un mes antes. Los administradores provisionales que entonces llevaban las riendas de la entidad alicantina justificaron la decisión en la necesidad de que "se concreten primero los términos del plan de reestructuración" de la CAM. Para entonces, las cuotas cotizaban a 3,40 euros frente a los 1,26 euros con los que echó el cierre a la sesión de ayer y ya entonces este digital informaba que los 'accionistas' de CAM deberían asumir el quebranto y podrían perder toda la inversión.

"Se trata de una solución muy compleja y la nota del Banco de España debería haber informado sobre la situación de las cuotas participativas para tranquilizar a los cuotapartícipes", advierte Francisco Iniesta, socio director de Strategia Consultoría, la nueva plataforma de afectados por productos de la CAM. "El proceso se está dilatando y ya no sólo son cuotapartícipes sino que también hay muchos afectados -además por toda España- en subordinadas y preferentes. Doscientos millones de euros son una pequeña parte de los más de 5.000 millones de euros que al final le va a costar la broma al Estado", añade. 

Iniesta recomienda seguir "haciendo ruido" y esperar al Banco Sabadell "a ver si se pronuncia sobre los afectados de los productos de la caja porque la figura del defensor del cliente de la CAM hoy por hoy no existe.

Se trata de unos 50.000 pequeños inversores (54.275 al cierre del tercer trimestre de 2010, el último dato que publica la CAM en su web y que corresponde al boletín trimestral de dicho periodo) donde "la mayoría son gente humilde que ha depositado sus ahorros de toda la vida merecen una respuesta".

Un número superior a los 45.461 'accionistas' que recoge el boletín trimestral del cuatro trimestre de 2008, el primero que figura en el apartado de las cuotas participativas que la caja ofrece en su portal corporativo.

Mientras tanto, los cuotapartícipes siguen pensando lo ambiguo que resultó el folleto de salida de la OPV de la caja alicantina. El mismo documento que debe ser siempre claro y meridiano para el inversor que no ofrecía solución clara a todo lo que está sucediendo. Apenas un mero esbozo sintetizado en aquello de que "las cuotas participativas son instrumentos de mayor complejidad que las acciones". ¿También lo eran para los inversores minoristas de la red de la caja alicantina?

Porque a la postre los clientes del Banco CAM hacia donde segregó todos los activos y pasivos la caja alicantina, mientras que las cuotas forman parte del patrimonio -mucho o poco- de la propia Caja de Ahorros del Mediterráneo. Que no Banco CAM. 

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