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VALENCIA. Se ha abierto la veda. La salida de José Luis Olivas de la vicepresidencia de Bankia ha dejado de ser una posibilidad más o menos inminente sobre la que especular a ser el principal asunto de la agenda financiera y política valenciana.

En las últimas horas, en especial desde el mediodía de ayer miércoles, Valencia se ha convertido en un hervidero de llamadas y contactos directos e indirectos al más alto nivel político y económico para determinar la persona que debe sustituir a Olivas primero en el cargo que aún ocupa en BFA-Bankia, pero posiblemente también en la presidencia de Bancaja. Según las fuentes consultadas por este periódico, se barajan sugerentes nombres propuestos desde diferentes ángulos y las gestiones se realizan a diversas bandas a lo largo del eje Valencia-Madrid.

El escenario de estos movimientos es el siguiente: la dimisión de Olivas de la presidencia de Banco Financiero y de Ahorros y de Bankia dejará libre un puesto que, de mantenerse los acuerdos que en su día firmaron Bancaja y Caja Madrid, corresponde designar a la entidad valenciana.

Caja Madrid, que ha presionado para imponer a sus cuadros directivos en todo el organigrama del banco común, está dispuesta a que el puesto que deje Olivas siga represtando a Bancaja, si bien no tendrá las mismas competencias ejecutivas ya que el control de las participadas ha sido la clave del desencuentro entre el propio Olivas y Rodrigo Rato. Tampoco se descarta la posibilidad de que la vicepresidencia misma de Bankia sea eliminada.

Desde el entorno de la cúpula de Bankia se lanzó hace unos días el nombre de Juan Costa como opción. Pero la Generalitat no ha recibido la propuesta con entusiasmo. La cuestión es que, si hace un par de días la elección de ese nombre no se consideraba urgente, ahora desde el banco no se quiere alargar mucho mas tiempo un episodio que daña la imagen de la entidad, y se ha urgido al Consell a que proponga a su candidato para cerrarlo.

Hay un elemento que influye directamente en todas las conversaciones y cábalas que se cruzan. Los tiempos los sigue marcando Olivas. Si bien el aún vicepresidente de BFA-Bankia tendría decidido el  abandono pactado de su puesto en Madrid, no está tan clara la cuestión en lo que respecta a la presidencia de Bancaja y de la Fundación.

Olivas ha barajado dejar su puesto en Madrid y mantener sus cargos en la caja valenciana. Sin embargo esta opción no es la que la Generalitat prefiere. Desde la calle Cavallers (que al final tiene el poder de designar, vía Les Corts, a una amplia mayoría de los consejeros de la caja) la solución pasa por propiciar un relevo simultáneo tanto en la caja valenciana como en su representación en Bankia.

Esta posibilidad, para la que será necesario alcanzar un acuerdo con Olivas, limita en parte las opciones del nombre que puede proponer la Generalitat, ya que para presidir Bancaja son pecisos determinados requisitos normativos. Si la crisis se acelerase, incluso sería necesario optar por alguno de los miembros del consejo de administración, condición indispensable a priori para ser presidente. Una modificación del consejo necesitaría el visto bueno de la asamblea, una compliación en las actuales circunstancias.

Distinto es el caso de la vicepresidencia de Bankia, puesto para el que se puede nombrar a cualqueir candidato, aunque si la intención es hacer coincidir los cargos, las opciones son más limitadas.

Banco Financiero y de Ahorros celebra el próximo lunes una reunión del consejo de administración. En el orden del día no está previsto ningún punto vinculado al posible relevo en la vicepresidencia, como por otra parte es lógico. Sin embargo se da por hecho que la situación que se ha generado tras la dimisión de Olivas de Banco de Valencia se abordará en la reunión.