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Valencia revive después
del 20N (contrastes en el país de los silencios)

CRUZ SIERRA. 30/10/2011

VALENCIA. El nivel de escepticismo e indiferencia alcanzado por la sociedad valenciana ante la crisis y sus múltiplicadores efectos colaterales es de tal intensidad que los medios de comunicación cada vez tenemos más dificultades para sorprender y remover con hechos noticiosos a los ‘clientes', ya sean éstos lectores, oyentes ("escuchantes" como dicen en esa emisora que quiere seguir siendo) o televidentes.

Ocurra lo que ocurra, parece como si no pasara nada. O que se trata solo de asuntos inevitables. Un día el conseller José Manuel Vela recorta el presupuesto del próximo año en un 6% y no pasa nada. Bah, ¿qué son unos cientos de milloncejos menos de gasto e inversión? Poca cosa, y mucho menos si presumimos que ese recorte presupuestario es corto y que el conseller lo único que hace es un juego de manos (¿o de magos?) para llegar a las elecciones del 20N con el menor daño mediático posible, porque la situación es aún peor.

El conseller Vela le está cogiendo gusto a la política, o más bien a los juegos supuestamente políticos de lo que por aquí se practica por política. No de otro modo se entiende que se presente en una rueda de prensa posando al lado de un cartel con un inmenso interrogante para mostrar que se lava las manos de la situación y que la "la culpa de todo la tiene el Gobierno" y, al mismo tiempo, informando de que aumenta el gasto corriente, es decir, los gastos generales de la casa.

El conseller debería ser más considerado con los contribuyentes a los que sirve y abandonar  gestos de poco nivel. Y sobre todo, recordar que tanto él como el partido que le acoge llevan más de 16 años gobernando a lo largo de los cuales han tenido tiempo sobrado para lograr lo que se hubieran propuesto en lugar de diseñar la comunidad autónoma con mayor paro, deuda y riesgo de impago de España. Déjese de interrogantes, conseller, y respóndalos. ¿O no tiene respuestas?

REFORMAS EN EL CAJÓN

Mucho menos habla, aumque se va soltando, el otro pilar en el que se apoya ahora la gestión de la Generalitat, el conseller de Economía Enrique Verdeguer, guarda desde hace tiempo en un cajón de la mesa de su despacho un duro plan de ajuste - seguramente incompleto- del sector público empresarial autonómico, ese saco de pérdidas y nepotismo con contadas excepciones que está arrasando la solvencia y confianza exterior en la Comunitat Valenciana para los años venideros. Por lo visto hasta la fecha, continuará en la sombra hasta que pasen las elecciones generales porque actuar antes con la prestancia y eficacia necesaria podría restar puntos y escaños al partido... clara consecuencia del comportamiento de un electorado que sigue prefiriendo vivir bajo la tutela de la ignorancia.

Apenas se perciben signos de inquietud social tras años de atrofia en la gestión económica de la Generalitat causada por un president (ahora expresident) visionario que creía ver el centro del mundo en su ombligo y el futuro en su propia empanada mental. Pero tampoco ahora, una vez superado aparentemene el trauma Camps y mientras esperamos a que su reemplazo de emergencia aguante las reformas unos mesecillos más hasta que pasen las elecciones distrayendo al electorado sobre la situación real y escamoteando a los votantes información sobre la gravedad real de todo lo que va a suceder después.

Nosotros, los ciudadanos afortunados que aún tenemos trabajo, nos estamos conformando con mantener el empleo en esta ruleta infernal en la que se ha transformado el mundo del trabajo. Uno de cada cuatro trabajadores valencianos está en el paro (nos enteramos también el viernes, vaya día), aunque parece que hasta que ese ‘uno' sea el que trabaje y el resto se encuentre en el paro no pensaremos en que hay algo que no funciona.

LOS AGENTES 'INSOCIABLES'

Pero mucho menos se les oye a unos señores que tienen como misión en la vida desvelarse para solucionar problemas a los ciudadanos, a los empresarios y a los trabajadores. Que reciben cotidianamente honores, responsabilidades e incluso remuneración de origen público por ocupar estos honorables puestos al servicio de la sociedad. Tiempo atrás no perdían oportunidad para figurar y hacerse oir. Hoy miran hacia otra parte.

Seguramente "hasta que pase el 20N", parece que últimamente todos ellos hubieran dimitido de su misión. Puede que estén entretenidos preparando sus respectivos ERE's en las casas que (mal)gobiernan porque si no no se entiende que, por ejemplo, José Vicente González, antaño pepito grillo del empresariado regional, apenas haya abierto la boca desde que se instalara en el palacete de la calle Hernán Cortés, la nueva sede de Cierval que tanto esfuerzo costó su antecesor (las patronales sí son competitivas a la hora de pujar por una sede más grande).

No se trata de reclamar al presidente de los empresarios de la Comunidad Valenciana que fomente la crispación y el mal rollo -de todo ello vamos sobrados- en las relaciones entre la Administración autonómica y sus administrados, pero sí que eleve, o al menos mantenga el tono de exigencia de épocas anteriores a la hora de reclamar al Consell diligencia en su trabajo,  que gobierne, establezca prioridades razonables, pague las deudas a sus proveedores, elimine ya y no dentro de dos años los excesos de grasa, corrupción y decadencia que se desprenden de la Administración con solo raspar con la uña su fina capa de maquillaje.

LOS PECADOS DE LOS EMPRESARIOS DECENTES

A los dirigentes de Alicante y Castellón ni se les espera. Uno, el alicantino Rafael Martínez Berna (Hormigones Martínez) acaba de ser multado por la Comisión Nacional de la Competencia -no por el autonómico Tribunal de la Competencia de Fernando Castelló, que debe andar a por setas- con cinco (!) millones de euros por amañar contratos con la Administración en clara infracción de las más elementales normas de la libre competencia, uno de los pecados capitales de los empresarios decentes. La empresa ha anunciado que recurrirá la sanción a la Audiencia Nacional, pero la cosa parece clara, no? De los jerarcas de Castellón, permítanme que ya no espere nada más. Así va Castellón, sus aeropuertos, sus pompas y sus obras...

Tampoco hay discurso en la Cámara de Comercio (digo de la valenciana, que de las otras cuatro estructuras camerales casi mejor no meneallas). La procesión va por dentro: su presidente, José Vicente Morata, la exalto cargo zaplanista de la Generalitat y ahora secretaria general de la institución Ana Encabo, y su marido, el exconseller y ahora asesor Luis Fernando Cartagena, han llevado a cabo una limpieza étnica entre los directivos -director general incluido- y profesionales de la casa para descargar su estructura. Es posible que fuera necesario, pero también lo es, y de forma vital, el replanteamiento del papel y funciones futuras de las cámaras y las patronales, así como de sus dirigentes, pero aquí nadie mueve un papel ni dice nada. Todos esperan el milagro que salga del 20N

Una breve pasada por los sindicatos: ¿alguien recuerda alguna propuesta reciente de sus líderes que no sea criticar la reforma laboral, no por corta sino por reforma?... y un brochazo sobre la leal oposición: ¿Qué fue de aquel señor que se iba a comer el mundo y que dimitiría si no lo hacía? Jorge Alarte camina de perfil, dicen, para que no le achaquen el desastre del 20N y pueda seguir enredando con sus cachivaches en la sede de Blanquerías. Pero la oposición de la oposición se lo permite: algunos tópicazos en las redes sociales y poco más. Penoso. Después del 20N, adiós al PSOE para muchos más lustros...

LOS DELATORES YA TIENEN PORTAVOZ

En cambio hay otros que hablan en exceso. O que sobreactúan. Como los dirigentes de Compromís. ¿No tienen propuestas más útiles estos jóvenes aprendices de opositores que crear una herramienta de delación política y anónima para acabar de arruinar la escasa moral ciudadana que resta por estos andurriales? Si ya estaba desvertebrada la Comunitat, ahora parece que toca desvertebrar también la conciencia social.

Estas y otras ausencias cuyo relato haría de estas líneas una historia interminable son propios de tiempos de crisis en sociedades envejecidas y aletargadas. Su prolongación en el tiempo va a retrasar la recuperación de la economía regional en progresión geométrica. Frente a ello, resulta francamente descorazonadora la carencia de fuerza, ideas, alternativas... incluso del mínimo carisma social de una clase dirigente impasible y carente de reflejos. Si, bien, hay que reducir el ritmo de vida. Pero y después ¿qué? Es misión de las administraciones y de las organizaciones sociales establecer la ruta. ¿Alguien tiene un plan aunque solo alcance hasta pasado mañana?

Solo se observan -y no es poco- pequeñas luces, diminutos reflejos que si no reciben atención podrían extinguirse. Se encuentran en los polígonos industriales, en los parques tecnológicos, en los bajos de algunos edificios. Se vieron el viernes pasado, en el primero de los desayunos que ha organizado este diario para conocer y escuchar a los protagonistas de lo que podría  convertirse en el germen de la nueva ecomomía valenciana. Jóvenes y atrevidos empresarios y emprendedores que, carentes de pánico escénico aunque no de miedo, se han liado la manta a la cabeza y tirado a la piscina. Los del viernes pertenecían al sector de la biotecnología, pero hay más. E incluso en la mal denominada industria ‘tradicional' hay empresarios y directivos que han comprendido la necesidad de cambiar deprisa-deprisa.

Pero cómo precipitar los cambios si el dinero público que debería emplearse en apoyar éstas y otras iniciativas sigue encenegado en la financiación de empresas inútiles, miles de enchufados improductivos y millonarios eventos del pasado... mientras llega el 20N. Y ojo, que luego están las elecciones andaluzas, a la vuelta de la esquina, no sea que haya que esperarlas también. Nosotros mismos.

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7 comentarios

Lormi escribió
20/11/2011 21:53

No soy valenciano, de la mal llamada Comunidad Valenciana, yo diria de esta Comunidad que es muy provinciana, es un pueblo grande, sus politicos no estan a la altura de las circunstancias. Como bien dicen por ahi arriba algun comentarista todo se apoya en el folclore fallero y otras cosas. Este Pais tiene que cambiar mucho tanto cultural como convivencial y sentido de la solidaridad, En fin, si recortan en cultura, sanidad y todos los pilares basicos de una politica social malo. Valencia 1172011

Paco Santonja escribió
01/11/2011 20:03

Acertadisimos los comentarios, muy de acuerdo con Benedé, somos Comunitat no Comunidad, por lo demas somos mas que nunca una sociedad aletargada, con una burgesia seguidista de los designios del centralismo sin levantar la cabeza y pensar por nosotros mismos. Hemos termionado con practicamente todsos los sectores productivos, tradicionales y no tradicionales, somos el admerreir de los que son capaces de pensar. Como es posible que el iluminado de Camps, mientras levitava, dijera que los mejor estaba por venir??, como es posible que Dña. Rita dijese el otro dia a Iberdrola que no no tuviese prisa por cobrar porque no se podia pagar a todos, que si se pagaba a ellos no se podian pagar las facturas mas pequeñas de los proveedores, que ellos tenian grandisimos beneficios a fin de año..., increible el discurso no lo mejora ni el mayor de los ministros comunistas de Bresnef.....,m así nos vá y nos seguirá yendo mientras las sociedad civil no reaccionemos.

Enrique Benedé escribió
01/11/2011 13:38

Nuestra Comunidad no es Comunidad; es Comoditat Valenciana, con un pueblo desmovilizado. Rafa Xambo y Gil.Manuel hernandez, decian que nuestros ultimos gobiernos autonomicos y municipales han fomentado una cultura del conformismo, utilizando la fiesta y la cultura popular como un factor desmovilizador y un acriticismo y un conformismo con el poder. Nuestra opinión pública es muy precaria, en buena medida porque, amplios sectores de nuestra sociedad sufren un antiintelectualismo preocupante. Nos hemos convertido en la patria del meninfotisme. Y no hay cura. No puede haberla. Porque todos nos hemos puesto de acuerdo tan sólo en una cosa: los que lo hacen mal son siempre los otros. Y que todo vale, si son de los nuestros. Ja vorem.

Agus escribió
01/11/2011 12:54

Magnífica reflexión de una realidad, que empieza a ser habitual en otros entornos de este Pais y que todavia no nos explicamos qué tiene que pasar para que los ciudadanos, por lo menos los que nos consideramos ciudadanos expresemos con mas contundencia que estan jugando con nuestras vidas y el futuro de esta sociedad, ya no es un político u otro, un partido u otro o una centarl sindical u otra, todos estas estructuras han persido la estima y la referencia de la ciudadania, y lo que queda no se si es anestesia, incapacidad o aborregamiento. Todps estos años pasados nos han dado "recursos" pero hemos perdido, valores y sentido de pertenencia a una clase social que por menos que esto movia montañas.

grego escribió
30/10/2011 21:29

Cruz: Son muchas las cosas que se podrían añadir a este análisis lúcido, profundo y oportuno pero aquí sólo cabe agradecer yu esfuerzo intelectual y priodístico. Creo que debreriamos avanzar en la falta de reacción del electorado. Parece que falte una hervor mas a la forma como los valencianos entirnden el sistema democrático. Quizás este equivocado, pero algo no funciona en nuestro colectivo. Totalmente de acuerdo tambien con lo que señala Juan Perez en su comentario.

Juan Pérez escribió
30/10/2011 18:28

Los presupuestos de 2010 y 2011 tienen un desfase entre ingresos y gastos de 3.000 millones de euros. Una reducción del presupuesto consolidado de un 6,5% no alcanza ni una tercera parte del reajuste estructural del presupuesto que debe hacerse. Ya explicarán cómo van a cuadrar las cuentas de 2012. No paran de ocultar la realidad (¿mentirnos?). Desde luego soy de los que opinan que el 21-N va a aflorar la cruda realidad. Hasta entonces todos callados.

30/10/2011 08:34

Buenos dias Sr Cruz: me parece que somos muy pocos los que este "puente" comenten su artículo.- En realidad Sr Cruz los valencianos son generalmente "indiferentes" a los manejos de las administraciones salvo algunos que se preocupan por que el AVE llegue o el Corredor Mediterraneo sea una realidad. Pero, es que tampoco te dán oportunidad de participar. Son dos carrlles o dos autovias paralelas por una ván los politicos y sus intereses y por otros el resto de ciudadanos.- No va a pasar nada despues del 20N que no sea apretarse el cinturon,pagar (si podemos) mas impuestos municipales y callarnos la boca.- Todos estamos a la busqueda de salir de esta crisis como podamos otros "no saben no contestan".Según dicen tenemos 5 millones de parados,tenemos 50.000 millones de euros en billetes de 500 que nadie saben por donde andan y en pocos días reemplazaremos a ZP por un nuevo personaje que hoy todavia nadie sabe quien será aunque están convencido que sera el menos malo ¿para quien? ¿para los ciudadanos o para sus intereses?.- Un saludo y que tenga un "puente" al menos tranquilo Atte Alejandro Pillado Sagunto 2011

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