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VALENCIA (VP). La Comunitat Valenciana será la más representada el próximo curso futbolístico en la máxima categoría con cuatro equipos (Valencia, Villarreal, Levante y Hercules), algo que no sucedía desde hace más de 60 años, cuando lo lograron Valencia, Castellón, Hércules y Alcoyano.
Esta gesta, sin embargo, no ha resultado gratuita para las arcas públicas, puesto que al igual que sucediese recientemente con el Valencia y el Levante, el Hércules también ha sido avalado por la Generalitat Valenciana, a través del IVF, para la solicitud de un crédito de 18 millones de euros a la CAM con el que sanear sus cuentas y liquidar una deuda cercana a los 17 millones con Hacienda y la Seguridad Social.
En el caso del Valencia fueron 74 millones de euros la cantidad aportada por Bancaja con el aval de la Generalitat Valenciana, mientras que el Levante también recibió el apoyo del Ayuntamiento de Valencia tanto en forma de aval para la solicitud de un crédito de cuatro millones de euros, como en forma de recalificación del estadio Ciudad de Valencia.
A diferencia de los citados clubes valencianos, el Hércules sí tiene actualmente una cara visible, un empresario dueño de la mayoría accionarial, como es el constructor Enrique Ortiz, que junto con el actual presidente del club, Valentín Botella, y los empresarios Juan José Huerga y José Manuel Viejo -socios de Aligestión, la empresa que compró el Rico Pérez al Ayuntamiento en 2007- han aportado grandes sumas de dinero al club en los últimos años y han hecho frente con su patrimonio a los desfases presupuestarios.
LA MISMA FÓRMULA QUE LEVANTE Y VALENCIA
Una de las condiciones impuestas por el Instituto Valenciano de Finanzas para avalar el crédito de 18 millones de euros que el Hércules solicitó a la CAM fue precisamente que el club alicantino adoptase una configuración similar a la que ya tienen tanto el Valencia como el Levante, es decir, que una fundación se hiciese cargo de parte del accionariado a través de una ampliación del capital social
Tal y como reconoció recientemente Luis Berenguer, secretario del consejo de administración del Hércules, esta ampliación es una condición "básica" que ha impuso el IVF para formalizar el aval.
De esta forma, el Hércules sigue el modelo del Valencia y el Levante, clubes también avalados por la Generalitat valenciana y cuyas fundaciones están jugando un papel clave en su supervivencia.
La ampliación de capital de Hércules será por 18 millones de euros, aunque el club tampoco descarta que pueda aumentarse en el caso de que algún accionista desee aportar alguna cantidad extra y aumentar así la liquidez del club, que tiene la intención de abonar a las Administraciones públicas toda la deuda histórica contraída y levantar los requerimientos de embargo que pesan sobre algunos consejeros por culpa de las deudas de la entidad.
EL FUTURO DEL RICO PÉREZ PODRÍA SER LA CLAVE
El estadio del Hércules, el José Rico Pérez, al igual que el Ciudad de Valencia y Mestalla, son propiedad de sus respectivos clubes, lo cual representa un patrimonio importante y de hecho, al menos en el caso del Levante, han salvado a sus propietarios de un proceso de liquidación que podría haber sido inminente (hay que recordar que el club se encuentra en suspensión de pagos).
Sin embargo, la recompra del estadio alicantino por parte de Enrique Ortiz en el año 2007 conllevaba la obligación de asumir una reforma del mismo por importe de 4,2 millones de euros, una actuación a la que el empresario se ha comprometido en varias ocasiones pero que, por el momento, no ha visto la luz.
El Hércules llegó a contactar, incluso, con varios estudios de arquitectos y eligió a los despachos alicantinos Ene 6 y Sub Arquitectura, y al Estudio Lamela para llevar a cabo un proyecto conjunto para construir lo que prácticamente iba a ser un nuevo estadio.
Sin embargo, más de tres años después de que se produjera la recompra del estadio -entonces en manos del Ayuntamiento de Alicante-, la reforma de la instalación o construcción de un nuevo campo sigue siendo un punto de debate.
Actualmente, hay constituida una comisión de trabajo de la que forman parte una representación del equipo de Gobierno local, la oposición socialista y el Hércules, que estudia una fórmula de consenso para que todas las partes acuerden el futuro del Rico Pérez.
Una de las posibilidades que se baraja en estos momentos supone la reforma del estadio y que éste vuelva a manos del Ayuntamiento, a cambio de suelo municipal en una zona en expansión de la ciudad, donde podría ir ubicada una ciudad deportiva que utilizaría el conjunto alicantino principalmente, pero también daría servicio a los ciudadanos.
La opinión de Ortiz es que el Hércules necesita un estadio nuevo, por lo que prefiere acometer una reforma estructural completa en lugar de varios arreglos parciales, aunque también ha mostrado su voluntad de acondicionar los bajos del estadio y una zona aledaña como centro comercial, lo cual ha suscitado protestas entre los comerciantes locales e incluso el rechazo del actual equipo de Gobierno.
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