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VALENCIA (LIDIA MASERES). Jorge Castillejo (Valencia, 1977) dirige su propia empresa de tecnología biométrica (Mundiscan) y tiene tiempo para representar a los jóvenes emprendedores de Valencia. Dice de si mismo que habla como una persona mayor, pero mantiene el espíritu de un treintañero. De celebración por el 25 aniversario de la asociación que preside, asegura que desde que entró a formar parte de ella sólo le ha traído buena suerte.

-¿Cómo funciona AJEV? ¿A cuántos jóvenes empresarios representa?

-Somos sobre unos 300 asociados y tenemos un objetivo muy claro: defender al colectivo y sus intereses y ser una voz pública ante las distintas administraciones o ante las propias patronales.

Dividimos la asociación en varios apartados que van desde el asesoramiento, hasta la oficina de atención al emprendedor del Ayuntamiento de Valencia, la cual gestionamos nosotros. Ayudamos a todos los que quieran montar una empresa con mucho cariño. Si a los dos años la probabilidad de que fracase una compañía nueva es de un 35%, nosotros estamos en un 9%. El cariño es la base para los proyectos. Sin embargo, si tenemos que decir que no, también lo hacemos.

-También están trabajando con los más pequeños.

-Sí, tenemos el proyecto Empresa Joven Europea, una asignatura propia que pretende despertar el emprendedurismo entre los alumnos de 3º y 4º de la ESO. Este año hemos trabajado con 400 alumnos, y esperamos que el año que viene sean 2.500 de 60 colegios diferentes. Lo que han hecho es ir al banco, han pedido un préstamo, han vendido sus productos artesanales y han montado un mercado real en el que vendieron sus productos. Fue un éxito.

-¿Fomentar la educación y la cultura emprendedora desde pequeños puede mejorar las cualidades de los jóvenes?

-Absolutamente. No queremos crear empresarios, sino despertar el emprendimiento en las personas. Hay que empezar desde pequeños, desde primaria. Nosotros lo hemos hecho al revés, con los de los últimos cursos de la ESO, donde está el corte del fracaso escolar. Nos hemos dado cuenta que había gente estaba a punto de abandonar sus estudios y se ha reenganchado. Desde los 8 o 9 añitos se les puede hablar de lo que es una empresa: una suma, un resta, y si va bien incluso se gana dinerito para gastar. Hay que trabajar en el futuro, que es lo que nos sacará adelante.

-¿Destacan los jóvenes empresarios valencianos sobre el resto?

- Sí, son innovadores. El empresario valenciano ha tenido una visión de futuro siempre. Fíjate en lo que me dijo el ex director de la bolsa de Paris [Francisco Álvarez], que los mercados de futuro los inventaron los valencianos, sobre el año 1400, con la figura del ojeador de la fruta valenciana, aquel que compraba la fruta viendo la flor. Eso es una apuesta. Somos tremendamente innovadores, estamos abiertos al mar, y tenemos nuestras raíces de mercaderes. Se ha dicho que no sabemos vender, que estamos estancados... pero tenemos esa manera de ser.

-¿Están los emprendedores preparados para salir a los mercados del exterior?

- Yo creo que sí, los jóvenes se han dado cuenta en los últimos años de que su mercado no está aquí. Raro es aquel que no quiera hacer un Erasmus. Los veo muy preparados, no estoy de acuerdo con los que dicen lo contrario. Hay un nivel muy alto.

Ahora lo que queremos controlar es el emprendedor por necesidad, aquel que se ha quedado en el paro y busca el autoempleo porque no tiene otra solución. Nos tememos una gran debacle de este tipo de empresas que comenzaron en 2009 por la crisis económica, pero confío en los jóvenes.

-¿Es un buen momento para crear una empresa o es algo descabellado?

-Nuestros mayores dicen que las crisis hacen los mejores negocios. Bueno, es un momento tan bueno o tan malo como otro, a pesar de que cada vez que lees un periódico los datos macroeconómicos no ayudan al espíritu emprendedor. La crisis sirve para corregir aquellas cosas que antes no mirábamos tanto, como por ejemplo, la eficiencia. Creo que se puede montar un negocio si se hace bien.

-¿La financiación sigue siendo el principal obstáculo con el que se encuentran los jóvenes?

-No nos ha afectado demasiado, ya que nunca hemos tenido financiación. Es verdad que tenemos una caja, bueno un SIP, que nos ha apoyado. Bancaja siempre ha estado con los jóvenes, pero éstos tienen que trabajar duro para conseguirlo. Pero como digo, nunca hemos tenido facilidades.

-El pasado miércoles se aprobó el decreto de la reforma laboral, a través del cual el Gobierno quiere fomentar el empleo de los jóvenes, ¿Usted se lo cree?

- Se ha quedado a mitad, es cierto, pero vamos por el buen camino. Abaratar el despido, reducir la diferencia entre un contrato indefinido y uno de prácticas, y que al empresario le de menos miedo contratar a un joven porque no le va a salir tan caro despedirlo es bueno. Sin embargo, creo que es una reforma que debería haberse trabajado más y sin tantas prisas. No estoy de acuerdo con muchísimas de las decisiones que ha tomado el Gobierno, que no ha sido muy valiente, pero hay que apoyar las pocas medidas que están tomando.

-¿Alguna recomendación?

-Trabajar, creerse el proyecto y si creen que tienen una buena idea, sacarla adelante.