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¿Valencia como California? No, gracias

LONDON PLAZA / VÍCTOR JIMENEZ.. 27/02/2010

En Londres, las agencias de riesgo se preguntan por qué Valencia (y Barcelona) todavía pretenden ser la 'California mediterránea': el modelo ha muerto. Hasta el gobernador Arnold Schwarzenegger ha virado el rumbo de un sueño económico que conduce al letargo. Así que en Londres, las agencias de riesgo se preguntan por qué Valencia (y Barcelona) todavía pretenden ser la 'California mediterránea': el modelo ha muerto  

Acabó conviertiéndose en una de las tardes más largas de que se guarda memoria en los despachos de Queen Walk. Es aquí, frente a la gigantesca nave acristalada del Ayuntamiento de Londres, donde los operadores de Markit persiguen y registran concienzudamente las fluctuaciones del mercado bursátil.

"Cuando el diferencial en la protección de los bonos soberanos de Grecia llegó a los 85 puntos básicos en un mismo día, dejé de mirar la pantalla de índices", dice Richard. Para entonces, el seguro de 10 millones de dólares en bonos helénicos ascendía a 370.000 dólares, ¡35.000 más que apenas unos minutos antes! El 'sentimiento de los mercados' dictaba que el gobierno de George Papandreou pagara su deuda a precios de usura.

Y otro tanto ocurría con el déficit de la mayoría de países europeos de la cuenca mediterránea. "Declaren suspensión de pagos de intereses y ofrezcan la devolución de la mitad del capital, como si fueran cualquier empresa", recomendaban en Bloomberg a Bruselas.

Uno temblequea ante la sospecha de qué suerte correrán los cupones de las administraciones menores, que Standard & Poor's denomina Gobiernos Locales y Regionales, GLR, y a los que pasará revista antes de que acabe el año: "Desde nuestro punto de vista, las recientes turbulencias han golpeado severamente a los GLR españoles, por lo que aguardamos acciones negativas en su calificación [de riesgo] en 2010."

Necesitamos terapia económica, urgente. ¿Se atreverían a echarle un vistazo por su cuenta a los datos de desempleo en el estado de California?

ADIÓS, CALIFORNIA

Aunque la sugerencia parezca extraña, su lectura les resultará de una familiaridad terrible. Ni los guardas del turismo y el urbanismo pantagruélicos valencianos encontrarán nunca otra ocasión como ésta para contemplar la cara del monstruo.

Para abrir boca, vean los cálculos con los que la City financiera de Londres argumenta la reciente catalogación del 'estado dorado' de California en la liga de los gobiernos al borde del impago ─que ejecuta la subsidiaria británica CMA Datavision: en 2006, California cometió el error de acudir a los parqués internacionales y vendió bonos soberanos por valor de 42.700 millones de dólares; peor incluso, la administración de la octava economía mundial perseguía aún entonces resucitar su industria de la construcción y los invirtió en el milagro egipcio de las obras públicas.

¿Ya conocen la historia? Seis años después de haber tomado posesión del territorio que más contribuye al producto interior bruto norteamericano (el 13%), el holywoodiense gobernador Arnold Schwarzenegger afronta un déficit superior a los 20.000 milliones de dólares.

La chirriante fórmula económica turismo+urbanización ha arrojado a la cuneta a la industria y al comercio regionales. La construcción y el sector inmobiliario representan el 21%, casi tanto como el comercio y la manufactura combinados (26%) ─como si la implosión hipotecaria del siglo hubiera sido en vano.

Pero es que continúan arruinando el mercado laboral: en diciembre de 2009, mientras educación y sanidad creaban 10.600 puestos de trabajo, las constructoras abrasaban el brote de esperanza con el anuncio de 49.400 nuevos desempleados. Y ya van más de dos millones. Exactamente, 2.254.000. Se comprende que desde 2007, Schwarzenegger invierta en un sector radicalmente opuesto: la industria de la energía ecológica, que entre 2008 y 2009 insufló el 5% de la creación de trabajo en California.

Mientras tanto, en la calle Cavallers nada cambia.

CONFLICTO DE INDENTIDAD (ECONÓMICA)

La panorámica desde el Micalet ofrece un rompecabezas callejero de vértigo, una oleada desigual repleta de fachadas doradas, de toldos comerciales en cualquier punto de la escala entre verdes y naranjas, y de terrazas cubiertas con adoquines quemados. 'Ferreret', un usuario de Flickr, el mayor portal fotográfico en Internet, ha colgado la instantánea, que se viene repetiendo hasta la saciedad desde la década de los sesenta: es una imagen doméstica refulgente, una especie de Sorolla que hubieran hecho pasar por el cedazo del desarrollismo.

Quizás fuera entonces cuando, en un momento de descuido del régimen franquista, los Beach Boys impregnaron la conciencia económica de la ciudad con su pegajosa banda sonora californiana.

Nicole, que aparentemente es profesora de inglés, ha enviado un mensaje desde Manchester: "Es preciosa, me encantaría vivir en Valencia. ¿Crees que podría encontrar trabajo en algun colegio?" A los pocos minutos, 'Ferreret' le responde: "Claro, por algo nos llaman la California mediterránea." El problema ya no es solamente económico, es psicológico.

La agencia propietaria de Casa Calpe, una finca con diez habitaciones que se alquilan por 1.820 euros a la semana durante los meses de junio y septiembre, tientan a sus clientes con la pertinaz descripción: "Le llaman la California de Europa y es cierto que se asemeja, pues combina una región vibrante con playas estupendas y otros atractivos naturales..."

Las similitudes, desafortunadamente, no acaban aquí. "La economía regional se ha deteriorado fuertemente en 2009 y se espera un impacto negativo sobre las cuentas": con sede europea en Londres, la agencia de calificación de riesgo Fitch asegura en su último informe que para mantener la A+ de las finanzas públicas valencianas (el País Vasco disfruta de la puntuación máxima, AAA), el gobierno del presidente Francisco Camps debe evitar "el deterioro del balance", el incremento del endeudamiento ─directo o indirecto─, y el ahorro bruto negativo.

Sin embargo, "los ingresos corrientes [...] se debilitarán más en 2010" porque "algunas empresas públicas continuarán registrando pérdidas". Fitch asume que "los déficits más elevados estarán en la línea de los 5.800 millones de euros" y que la deuda indirecta total es "desde 2008, de 7.800 millones de euros".

El bombardeo de datos es escalofriante: ha habido una "pérdida de ahorro bruto de 657,9 millones de euros" y la deuda és de 14.533 millones de euros. La renta prevista no los cubre, dejará al descubierto el 19%.

Al menos, no estamos solos: en las cifras sobre estallido del déficit, en los porcentajes de destrucción del tejido industrial productivo, de pérdida de empleos y de desconfianza en los mercados internacionales nos acompaña, siempre, otra comunidad autónoma: la de Cataluña.

UNIDAS EN LA CAÍDA

El gobierno catalán es el único, junto al valenciano, cuyos déficits rebasan los ingresos en 2010 de entre el grupo de las once administraciones autonómicas que Fitch compara en sus análisis del 19 de enero. Cataluña lo hace en un 4%, con 24.054 millones de euros de deuda. "La situación, individualmente, de las comunidades autónomas difiere substancialmente. Por ejemplo", añade el dossier, "los niveles de deuda de Valencia y Cataluña no sólo son bastante significativos en términos absolutos sino que, mucho más importante, exceden sus respectivas rentas actuales."

No recriminen a Fitch el disparate. Aunque la Comunidad Valenciana y Cataluña aporten cerca del 28% del PIB español, han crecido menos que cualquier otra entre 2007 y 2008 ─el 0,3% y el 0,4% respectivamente─, y esto lo señala el Instituto de Crédito Oficial.

Los economistas de Credit Suisse, en su estudio por estados de la Unión Europea, delatan a los asesinos del crecimiento económico en España: 1,6 millones de viviendas sin vender, "localizadas en su mayoría en las regiones costeras y poblaciones satélite cercanas a ciudades donde la construcción ha sido más activa durante el boom." Miren el mapa.

Olvídense de la garriga y la sequía estival, lo que nos une a California lo describe así la agencia Moody's, que rebajó la calificación de las finanzas públicas catalanas y valencianas el pasado diciembre. "El comportamiento de la región [valenciana] ha sufrido un declive notable [que se agudizará a causa del] descenso agudo en los ingresos por impuestos indirectos debido al colapso del mercado de la vivienda." En cuanto a Cataluña, Moody's indica que "si bien es la región que más se beneficiará de la reforma del presupuesto autonómico, no observamos reducción alguna en el déficit pronosticado para 2010."

Se diría que los presidentes Francisco Camps y José Montilla no se han percatado de esta estrecha, sofocante afinidad. Alguien debería informarles.

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1 comentario

David Peix escribió
28/02/2010 00:40

El futur de l'economia valenciana passa per la recuperació de la industria manufacturera i, sobre tot, per la gestió i control del propi PIB.

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