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VALENCIA (VP). Los mercados emergentes se han convertido en refugio y oportunidad para las empresas de construcción especializadas en la obra civil. La elevada deuda del estado, las comunidades autónomas y municipios, ha disminuido la inversión pública, un problema que también afecta a las compañías de alto componente tecnológico aplicado al desarrollo de infraestructuras. Ese es el caso de la firma valenciana Restitubo.

Restitubo es una compañía líder en España en técnicas de perforación horizontal y restitución de tuberías de cualquier longitud y diámetro, para instalar servicios de agua, gas, electricidad, o fibra óptica por debajo del subsuelo. La perforación se puede ir dirigiendo en profundidad y dirección, para evitar romper otras tuberías, o para seguir la curva que previamente se ha estudiado. "La gran ventaja de estas técnicas es que evitan la apertura de zanjas, eliminando las molestias en cuanto a ruidos, cortes de tráfico y calles, caídas, y sobre todo, con un comportamiento mucho más respetuoso con el medio ambiente" explica Álvaro Catarineu, director adjunto de la empresa.

La compañía lleva diez años en el sector (esta tecnología es joven) con una plantilla actual de 50 personas, y un ratio de 15 obras ejecutadas cada mes por toda España. Y entre su cartera de clientes se encuentran las grandes constructoras del país, adjudicatarias de obras energéticas, hidráulicas y de telecomunicaciones, tanto públicas como privadas. Apenas hay una docena de empresas en España que trabajen con tecnología similar a la de Restitubo, y la mayoría de ellas son empresas más pequeñas y con un ámbito de actuación más reducido.

Esta tecnología supone un coste directo ligeramente superior a la obra común con zanja abierta, pues cada máquina con la que se trabaja esta tecnología tiene un precio elevado, que puede superar el millón de euros. "Sin embargo, ahorra los costes colaterales: el coste ecológico de los camiones que transportan los materiales retirados y de relleno emitiendo CO2, las pérdidas para los comercios adyacentes por cortes de calles y desvíos de tráfico, ruidos, molestias vecinales..." destaca el ejecutivo.

Pero desde la empresa se lamentan de que en España no exista "ese concepto medioambiental y sólo se estima que sea ligeramente más costosa. En países más avanzados como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, esta tecnología está muy implantada en zonas urbanas, por la mayor sensibilidad medioambiental".

Uno de los últimos contratos adjudicados a la firma valenciana ha sido la semaforización de 150 cruces de calles en Bogotá, que se ha ejecutado sin necesidad de cortar el tránsito en ningún momento, lo que se ha valorado especialmente en una ciudad con importantes problemas de tráfico y continuos atascos.

La compañía valenciana está implantada en Colombia desde 2007 y ahora estudian la estrategia de expansión por el resto del continente."Esta tecnología allí apenas se conoce, por lo que confían plenamente en la experiencia española. Sin embargo en España sólo se apuesta por ello en lugares donde es imposible trabajar con zanja abierta".

"El programa electoral medioambiental del PP para el Ayuntamiento de Valencia incluye un punto en el que manifiesta su apuesta por mantener el máximo cuidado en las obras en vías públicas apoyándose en la tecnología sin zanja... pero la realidad es que hasta la fecha apenas se ha aplicado ", comentan desde la compañía.

Sin embargo, este tipo de tecnologías cuentan para la ONU, que las considera "ecológicamente racionales" en su programa Agenda 21. También la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), dependiente de la Dirección General de Política de la Pyme del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha valorado esta tecnología, concediéndole a la empresa valenciana un préstamo participativo, que viene a reforzar sus fondos propios y ayuda a continuar su crecimiento internacional tanto en Latinoamérica como en otros países emergentes.