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El ‘kit' de la motivación o cómo transmitir pasión a los futuros emprendedores

30/05/2010 La Universitat de València y la Fundación Universidad-Empresa (Adeit) organizan un curso para profesores universitarios sobre cómo despertar la figura del empresario en sus alumnos

VALENCIA (LIDIA MASERES). Curiosidad, ideas, pasión y ganas de sacar a la superficie las ideas que bucean en las cabezas. Conjugar estos cuatro elementos y saber transmitirlos a los potenciales emprendedores es la asignatura que muchos profesores están aprendiendo ahora. La Universitat de València (UV) y la Fundación Universidad-Empresa (ADEIT) preparan una escuela de verano para motivar a los motivadores. Una tarea difícil.

"No hay nada peor que trabajar en lo que no te gusta", afirma José Manuel Comeche, profesor ajunto de Creación de empresas de la UV y artífice del ‘kit' de motivación del centro y Adeit. La enseñanza de la iniciativa emprendedora sólo suele ser habitual en los estudios relacionados con la administración y dirección de empresas, pero ¿Y los que se quedan fuera de estas aulas? ¿No pueden ser también emprendedores? Ese es el objetivo del curso, transmitir a los docentes del resto de disciplinas las herramientas necesarias para que sus alumnos, de ciencias o de letras, sean capaces de despertar sus aptitudes empresariales.

Parece que una vez más, la crisis tenga parte de la culpa. O quizá todo lo contrario, según se mire. Según Comeche, encontrar un sitio en el mercado laboral es una labor ardua en los tiempos que corren, lo que, unido al sucesivo recorte de plazas públicas, hace más necesario la puesta en marcha de ideas propias.

"La iniciativa nació el año pasado, cuando nos dimos cuenta de que en España no había una escuela para crear o enseñar el espíritu emprendedor", declara el profesor. Asimismo, asegura que no es un trabajo fácil. Motivar a los que motivan depende de ambos, ya que todos tienen que estar predispuestos. "Soy consciente de que muchos docentes se inclinan más hacia la investigación. Sus inquietudes son otras, por eso hacemos estas clases, pero hay interés, sino no vendrían", afirma Comeche.

"LOS JÓVENES ESTÁN SÚPER PROTEGIDOS"

La cuestión de los estudiantes es otra, más complicada todavía. Sobre si están preparados para gestionar empresas hay disparidad de opiniones, Comeche es de los que dice que las nuevas generaciones están dormidas, rezagadas, "pero por culpa de mi generación", explica. "No tienen necesidad de pensar porque están súper protegidos, no se les estimula lo suficiente en la valía del esfuerzo y les estamos influyendo para que casi no tengan que razonar".

Además de padres protectores -Comeche habla de los nacidos hace 50 años, él tiene esta edad-, este profesor asegura que sería necesario un cambio en los planes de estudios. Es decir, que la motivación se convirtiera en una asignatura transversal para todos los universitarios, no sólo para los que se sientan en las escuelas de negocios.

"Cada vez hay mayor interés por aprender los conocimientos que facilitan la iniciativa emprendedora. Sin embargo, este tipo de educación cuenta con unos recursos humanos y una financiación insuficientes, y por lo tanto, no es posible responder completamente a esta demanda", afirman fuentes de Adeit.

El paquete de conocimientos de la motivación parte desde la identificación de las buenas prácticas de la cultura emprendedora, así como de una justificación del proyecto que se tiene en mente. ¿Cuál es mi nicho de mercado? ¿Qué puedo aportar? ¿Cuáles son mis oportunidades en este sector?

La segunda herramienta que los profesores deben aprender para transmitirla a sus alumnos a ser racional. No sostener ideas locas, sino trabajarlas y consolidarlas para que lleguen a buen puerto. "El tercer bloque es la orientación, estudiar la viabilidad de la empresa a través de pequeños estudios y análisis para desarrollar un plan", explica Comeche.

Y por último, la pasión. Hay que vender la idea a los que invertirán en la iniciativa, por ello, hay que saber qué hacer, qué decir y cómo comportarse para robarle unos minutos a los financiadores.

"Actualmente hay muy pocos profesores universitarios que impartan formación que facilite la iniciativa emprendedora. Además, apenas hay incentivos para motivar y recompensar a los docentes comprometidos y la investigación sigue siendo el principal criterio de ascenso", declaran desde Adeit.

Según el profesor, los resultados se verán dentro de 20 años. "El cambio que se necesita es muy complicado de abordar, sobre todo porque es a nivel social y no se puede volver atrás. Esperamos que esto ayude a cambiar la situación", concluye.

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