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RTVV: cómo conducir una prometedora televisión pública hasta la quiebra en 23 años

E.G.C. 01/09/2011 Este jueves, José López Jaraba ha sido reelegido nuevo director general de RTVV. El periodista ha moderado las pérdidas del ente durante sus tres años al cargo, pero la deuda de 1.099 millones que acumula el grupo responde también a la política de gestión de sus cuatro predecesores
La gestión de José López Jaraba acumuló unas pérdidas de 183 millones en 2010
VALENCIA (VP). López Jaraba ha sido ratificado con los votos del Partido Popular, que cuenta con la mayoría absoluta en el consejo de administración del ente público, necesaria en esta votación. Su toma del cargo se produce contra a la manifiesta oposición de sindicatos y partidos de la oposición.

Pese a la anunciada "economía de guerra" para el ejercicio 2010, la gestión de Jaraba para el último año se salda con unas pérdidas de 183 millones, y arrastra un saldo negativo de 1.155 millones (16 más que al final de 2009), mientras que la deuda a corto y largo plazo con entidades financieras se mantiene en 1.099 millones, el tope marcado por ley. Unas cifras que ahora se pretenden recortar con medidas como un hipotético expediente de regulación de empleo que prescinda de buena parte de sus 1.800 trabajadores. 

Sin embargo, el periodista madrileño no es, ni mucho menos, el único responsable de una gestión históricamente deficitaria que ha llevado al ente a bailar entre proyectos de privatización, rumores de cierre y a la posibilidad de asunción de la deuda por parte de la Generalitat. La dirección de José Vicente Villaescusa inició una etapa de derroche con ansias de privatización, continuada por Pedro García con su política de grandes eventos. Anteriormente, Amadeu Fabregat y Juan José Bayona habían visto nacer a un ente con grandes audiencias pero que ya apuntaba a la falta de pluralidad informativa y el interés pargidista en sus actuaciones y gestión.

LA TELEVISIÓN MÁS RENTABLE

El 8 de abril de 1988, el Consejo de Ministros autorizaba la puesta en marcha de Televisión Valenciana, un proyecto para el que se calculó un gasto de 7.000 a 18.000 millones de pesetas durante sus primeros cuatro años. Cuatro días después, el Consell aprobaba el nombramiento de Amadeu Fabregat como director general de Radio Televisión Valenciana. El presupuesto aprobado para poner en marcha el ente, se cifró en 345 millones de pesetas.

Fabregat se mantuvo al mando durante la época socialista hasta el gobierno valenciano del Partido Popular con Unió Valenciana en 1995. El primer director general se rodearía de un equipo formado por Rafael Cano, como director de TVV, Eliseo Lizarán, jefe de informativos, y Juli Esteve, coordinador de los informativos diarios y no diarios.

Se sentaron las bases de una televisión populista que intentaba captar audiencias, lejos de la línea que la izquierda valenciana esperaba. La charanga de "falles, fogueres y magdalena" (lema que alguna vez se oyó comentar al mismo Fabregat) caracterizaron una programación que acabó teniendo éxitos como el Show de Joan Monleón, pero cuyos informativos se mantenían en la estricta institucionalidad.

Durante la etapa, los gastos de la televisión oscilaron entre los 6.906 millones de pesetas en 1990 hasta los 11.473 en 1995, con unos ingresos por publicidad y subvenciones, que rondaban los 6.076 millones de 1990 y los 11.142 en el último año. Al final del periodo, en 1995, se acumuló un déficit de 1.508 millones, como resultado de la suma del déficit previsto en cada uno de los ejercicios. Las audiencias, durante los cuatro primeros años, fueron siempre superiores al 20%, convirtiéndose en la segunda televisión más vista en la Comunitat.

'PACTO DEL POLLO' Y  SOBRIEDAD

Con el cambio de gobierno en la Generalitat, el Partido Popular accedió al poder gracias al 'pacto del pollo' firmado con Unió Valenciana. Era 1995 y Juan José Bayona, un profesor de universidad ajeno al funcionamiento de la industria audiovisual, era nombrado nuevo director general de RTVV. El realizador Vicent Tamarit sustituía a Cano en la dirección de TVV y el redactor Vicent Andreu lo hacía en el caso de Eliseo Lizarán. Los cargos directivos tuvieron que repartirse entre PP y UV y esta última logró colocar a uno de sus hombres en la dirección de deportes.

Pudieron verse durante la dirección de Bayona ciertas pinceladas de progresismo, aunque se mantuvo buena parte de la programación iniciada durante la etapa inicial, además de cierto cambios provenientes del partido gobernante. La audiencia no acompañó al nuevo director general, llegando a alcanzar mínimos en la corta historia del ente, por lo que Tamarit fue destituido en 1996.

Se iniciaría así un cambio drástico en la televisión valenciana. El equipo de Bayona intentó desde el principio mantener una política de contención de gasto (el déficit de 1996 no alcanzaba los 300 millones de pesetas). Pero la llegada de un nuevo director de TVV, Jesús Sánchez Carrascosa, sentó precedentes de gestión.

Carrascosa era un empresario del mundo de la comunicación vinculado tanto a UV como al PP. En 1991 había dirigido la campaña de González Lizondo para la alcaldía de Valencia, y para Zaplana lo hizo para la presidencia de la Generalitat en 1995, en cuyo gobierno fue también director general de Presidencia.

Poco dio de sí la dirección de Bayona, finalizada en 1996, salvo la discreción de su programación informativa, cuando el Partido Popular ya tenía el poder en la Comunitat pero esperaba ocupar la presidencia de España en relevo del PSOE. Pronto, el Consell sustituyó a Bayona por José Vicente Villaescusa, un hombre más fiel al régimen: un militante.

CONTROL INFORMATIVO, PRIVATIZACIÓN Y AUMENTO DEL GASTO

Villaescusa era diputado popular en Les Corts y entraba en la dirección con la promesa de defender la libertad informativa del ente. Lo cierto es que según trabajadores del ente, "se empezó a mirar con lupa cada palabra y el control informativo fue incrementándose". Sin embargo, también en esta época se creó el Estatuto de Redacción propuesto por los representantes de los periodistas, y se formó un Comité de Redacción que evaluaría la adecuación de los informativos al propio Estatuto y a la ley de creación.

Fue una época de arduo trabajo para el Comité, que veía cómo la dirección eliminaba el primer informativo de la mañana y el último de la noche, introducía faldones publicitarios durante los informativos, o se pagaban primas a los periodistas que mejores noticias llevasen al final del día. Las fiestas, los deportes, los sucesos y la meteorología protagonizaban los noticiarios.

En 2002 el Comité era disuelto tras unas elecciones que no obtuvieron la participación necesaria para legitimarlo. Según trabajadores de RTVV, "fue un sabotaje para acabar con el Comité, pues muchos trabajadores eran amenazados o manipulados para que no acudiesen a votar".

También con Villaescusa se puso en marcha el proceso de privatización encubierta del ente que se inició de manera sucinta con la adjudicación a productoras privadas, algunas de ellas no valencianas, de programas con bajos índices de audiencia. TVV entabló relación con Producciones 52, propiedad del ex marido de la periodista Nieves Herrero, Ángel Moreno. Espacios como ‘Parle vosté, calle vosté' presentado por Josep Ramón Lluch o ‘En primera persona', de Gemma Juan, se encargaban de subir los audímetros de la cadena con temas e invitados polémicos, elegidos según el criterio de Carrascosa.

Anny Producciones y Producciones Universal, también de Moreno, realizaban el polémico ‘Tómbola' de Ximo Rovira, el programa estrella de la era Zaplana, y ‘En exclusiva', respectivamente. En 1997, las empresas de Moreno le facturaban a la cadena autonómica 1.700 millones de pesetas.

Sin embargo el proyecto de privatización total no prosperó ante la acción de todos los sindicatos y partidos políticos, que acumularon un total de seis recursos judiciales contra el proceso.

Y fue también la época del aumento de plantilla hasta casi doblar su dimensión. Se inició un proceso de contratación de periodistas, en su mayoría recién licenciados "poco experimentados, más maleables" explican fuentes del ente, otros traspasados de Las Provincias, y la mayoría de ellos, afines al PP.

Oficialmente, esta ampliación se producía con motivo de la próxima apertura del segundo canal de televisión, el que nació como Punt 2. Sin embargo, estos jóvenes redactores pasaron a llenar la plantilla de informativos del canal principal mientras que a los profesionales más experimentados eran "retirados" a Punt 2, donde la audiencia sería inferior y el control, por tanto, más débil.

Al mismo tiempo, Carrascosa intentaba fortalecer financieramente su propio canal, Valencia Te Ve, para intentar crear un grupo valenciano privado de comunicación apoyado con fondos públicos. Y por otra parte, Vicent Andreu y un productor de la casa, Francisco Aura, dejaban TVV para crear la productora Astel, que acabaría haciéndose cargo del programa Babalà a un coste muy superior del que suponía su producción con recursos públicos.

Carrascosa cesó en su cargo en noviembre de 1997, después de haber aumentado el déficit en más de 3.000 millones. Lo sustituyeron José Forner, quien sería relevado por Genoveva Reig, periodista y alto cargo de confianza de Zaplana. La gestión económica de los tres directores durante la era de Villaescusa logró que el déficit acumulado por la televisión pública a finales de 2000 ascendiera a 29.124 millones de pesetas, siete veces más que los 1.508 millones acumulados durante la época socialista. En 2004, Villaescusa abandonaba su cargo con un deuda acumulada que alcanza los casi 540 millones de euros.

LOS GRANDES EVENTOS

Lo sustituiría Pedro García, elegido sin el voto del consejo de RTVV. Accedió al cargo desde la secretaría autonómica de Comunicación con Camps como presidente de la Generalitat y anteriormente fue jefe de prensa de Zaplana en su etapa presidencial. Mantuvo una gran afinidad con el por entonces presidente Francisco Camps (Francesc se hacía llamar en sus primeros años). García fue el director general de la espectacularidad de Canal 9, con los grandes eventos que ayudaron a incrementar la deuda del medio.

La visita del Papa en 2006, una de las banderas de la dirección de García ,tuvo un coste de 12 millones de euros para el ente, además de entrar en el entramado Gürtel con la acusación de haber contado con 183 contratos verbales irregulares (las liquidaciones personales de tales acuerdos) con asistentes de programas, coordinadoras de invitados, auxiliares de explotación, operadores de cámara, operadores de sonido, operadores de equipo, auxiliares administrativos, auxiliares de realización, conductores y especialistas en vestuario. El otro estandarte iniciado por García fue la Fórmula 1, con un coste del pago a Mediapro 16 millones (nunca confirmado por RTVV) para la cadena que no se han conseguido rentabilizar dada la baja audiencia de las retransmisiones.

Con él comenzó la decadencia del sector audiovisual valenciano, alimentado hasta entonces, en gran parte, por los contratos de la televisión autonómica. La alta morosidad del ente provocó que empresas punteras como Conta Conta, Indigo Media y Doble Banda, se vieran abocadas al cierre.

El director general acabó viéndose salpicado por caso Gürtel. Se le acusaba de recibir trajes pagados por Orange Market, como el presidente autonómico. Amigo de Álvaro Pérez, El Bigotes, el entonces responsable de Canal 9 actuó como padrino de la hija de Pérez en sustitución de Francisco Correa, que ya estaba en prisión. Según recogía el informe policial el ejecutivo cobró personalmente una posible comisión de 500.000 euros por los contratos por la visita del Papa, de los que nunca informó al Consejo de Administración.

En agosto de 2009, Pedro García dimitía de su cargo dejando en herencia una pérdidas contables acumuladas de 900 millones de euros, según la Sindicatura de Comptes, y de hasta 1.200 millones, de euros según distintas fuentes.

LA CONTINUIDAD

López Jaraba, madridista confeso, le sustituía en el cargo. Licenciado en Periodismo por la Complutense, presidía desde enero de 2009 el Canal 24/9 Notícies. Reputado periodista conservador, había sido responsable de las áreas de política, sociedad y Madrid en el periódico ABC y fue delegado de este medio en la Comunitat entre 2003 y 2006.

Inició su mandato con ciertas maneras de pluralidad de contenidos, pero no fueron más que meros detalles para atraer a una audiencia que ya había abandonado a la cadena hacía años. "El control con puño férreo de Camps, obsesionado con supervisar toda información y censurar el caso Gürtel tampoco le permitía más", apuntan trabajadores del ente.

Así, mantuvo una política continuista con la dirección anterior pese a anunciar una "economía de guerra" que poco tenía ya que salvar.

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1 comentario

Luis Padilla escribió
01/09/2011 07:57

Excelente trabajo de documentación,solo os ha faltado el bonito edificio que contruyo Genoveva Reig sobre un solar alquilado en Alicante.

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