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VALENCIA. Con la bella Altea como fondo escénico uno puede alejarse del bullicio de esta población y acercarse a la mágica Serra Gelada, en cuyo extremo norte se encuentra esta hermosa cala, cerrando la ensenada de Altea por el sur.

Su acceso ha de realizarse por el mar, pues las abruptas sendas que se dirigen al faro de Altea y que puntualmente bajan al mar son sólo aptas para curtidos pescadores en busca de algún suculento botín. La Serra Gelada es desde 2005 parque natural de la Comunitat Valenciana y constituye un reducto de paisaje, flora y fauna compartida entre Altea, Alfàs del Pi y Benidorm. Desde el confín de la playa del Albir, otros pequeños reductos de tranquilidad se abren para los más exigentes, como la Cala Amerador o la playa del Metge, haciéndose progresivamente más inexpugnables y sólo accesibles por mar.

La cala y buena parte de la ensenada son utilizadas para el fondeo de embarcaciones que disfrutan de las mejores panorámicas de la costa debido a la profundidad moderada, asequible a los hierros o anclas de las embarcaciones deportivas.

A 48 kilómetros de Alicante se sitúa L'Alfàs del Pí. Junto al mar Mediterráneo, el pueblo está rodeado de plantaciones de árboles frutales, en alternancia con olivos y zonas de pinar. Con la playa del Albir como telón de fondo, en el centro urbano de la localidad sobresale su iglesia parroquial, erigida en el siglo XVIII. Asimismo, existe un yacimiento arqueológico de la época romana próximo al litoral, que atestigua la historia milenaria de este hermoso municipio.