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El Tesoro se encara a la tormenta de deuda con una subasta de bonos de hasta 3.500 millones

04/08/2011 El Gobierno espera captar financiación de los mercados pese a las tensiones de los mercados. Portugal logró colocar ayer toda su emisión, aunque pagando un alto precio

MADRID (EFECOM).- El Tesoro español espera captar mañana entre 2.500 y 3.500 millones de euros con una subasta de bonos a tres años y la colocación de una emisión reabierta de obligaciones a diez años a la que sólo le quedan cuatro años para su vencimiento.

La subasta de mañana, la primera de agosto, será una prueba de fuego para la credibilidad de la economía española después de la última crisis de deuda, con la prima de riesgo en máximos desde la creación del euro, ya que hoy alcanzó los 407 puntos básicos por las dudas sobre la economía estadounidense y europea, aunque después mejoró hasta los 378.

Y esto se reflejará sin duda en los intereses que tendrá que pagar el Tesoro a los inversores que mañana compren bonos, que ya fueron muy elevados en la última subasta de esta denominación.

En concreto, en la citada puja, celebrada el 7 de julio, el Tesoro colocó 1.500 millones de euros en bonos a tres años con un interés marginal del 4,32 %, que fue superior al 4,05 % de la anterior subasta y el más alto para este tipo de bonos desde el año 2008.

También se adjudicaron 1.496 millones de euros en bonos a cinco años al 4,891 %, el rendimiento más elevado desde el año 2002.

También las bolsas de todo el mundo se han visto perjudicadas por esta nueva oleada de desconfianza, que afectó ayer especialmente a la española, cuyo índice ÍBEX 35 terminó con una caída del 2,18 % y registró otro mínimo anual en 9.100 puntos, nivel desconocido desde principios de julio del año pasado.

El Senado de Estados Unidos aprobó ayer el polémico acuerdo que eleva el límite del endeudamiento del país y fija metas para reducciones del déficit, una medida que ahora deberá promulgar el presidente Obama.

Pero lo que hizo saltar todas las alarmas en los siempre predispuestos mercados internacionales fue la publicación del índice del sector manufacturero de Estados Unidos, que redujo su crecimiento en julio hasta registrar su ritmo de expansión más débil en dos años, unos niveles que parecen pronosticar una nueva recesión.

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