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VALENCIA. La entrada en Les Corts Valencianes de Alberto Fabra escoltado por el ya expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y por los ‘pesos pesados' del partido, presagiaba un día grande para la política autonómica. Sin embargo, las prometedoras declaraciones del nuevo jefe del Consell durante la semana pasada, parecieron diluirse en su primera intervención. Su loa de salida al imputado Francisco Camps y sus titubeos iniciales regados con palabras muchas veces escuchadas, hicieron que el portavoz de la oposición, Jorge Alarte, ganara terreno a Fabra.
No obstante, el discurso del nuevo presidente fue desperezándose en los turnos de réplica. Siguió la línea marcada por Camps y el partido en los temas básicos: financiación, agua, empleo, austeridad... aunque poco a poco fue trazando pinceladas que, con el paso de las horas, terminaron en ‘brochazos' personalistas que pusieron tierra de por medio con el anterior máximo responsable autonómico.
Las intervenciones de Fabra adquirían más recorrido conforme transcurría el pleno: anunció un plan de ajuste de gasto que supondrá un ahorro de 700 millones de euros -Camps también lo avanzó en su discurso hace 40 días aunque de mayor ahorro- y la creación de una corporación pública empresarial para reorganizar los entes públicos para así optimizar recursos y reducir gastos.
El discurso de Fabra giró sobre tres ejes: la sostenibilidad del estado de bienestar; la eficiencia y austeridad en la gestión de la Generalitat y la competitividad económica y empleo, haciendo en este punto un guiño a los empresarios al subrayar la importancia de generar un entorno favorable para las pymes y los autónomos en especial.
Fabra estaba más suelto. Así, en cuanto el líder de la oposición le puso en aprietos, el candidato a la Presidencia no tuvo reparos en reafirmarse sobre un tema delicado: su intención de reunirse con la Asociación de las Víctimas del Metro, algo que Camps había evitado durante todos estos años. A esas alturas, el expresidente ya había abandonado su escaño y sólo volvería a la cámara a última hora de la tarde para la votación.
Otro punto que no rehuyó Fabra fue el de los recortes en las empresas públicas, en especial de Radiotelevisió Valenciana (RTVV). El presidente recogió el guante que le lanzó el jefe de la oposición y anunció una revisión de la estructura de Canal 9 para reducir los gastos: ‘tijeretazo', en definitiva.
TRANSPARENCIA
En la jornada de tarde, con las intervenciones de Enric Morera (Compromís) y Marga Sanz (EU), Alberto Fabra defendió las posturas más clásicas de su partido, aunque encontró espacio para ofrecer otra novedad que le distancia en cierta medida de su predecesor: la puesta en marcha de "mecanismos de transparencia en la gestión" y de "control de legalidad".
Según explicó el ahora presidente, en el portal de la Generalitat se incluirá el programa de gobierno y evaluaciones periódicas de su ejecución, así como el nombre y el salario de todos los altos cargos y puestos de confianza, con una relación de obsequios recibidos, indicando origen y destino. Una medida que no puede desligarse de la condena del hasta ahora presidente, Francisco Camps, a la espera de juicio por la ‘causa de los trajes'.
Además, se ofrecerá, indicó, información periódica sobre la ejecución del presupuesto y de los expedientes de contratación y subvenciones, aunque no concretó como la semana pasada si permitirá examinar a la oposición los documentos relacionados con la trama Gürtel.
Tampoco apareció en el debate una de las propuestas estrella de Camps, la reforma de la ley electoral. Fabra no llegó a citarlo y los grupos de la oposición no manifestaron interés en entrar en un asunto que todo apunta, quedará como un brindis al sol.
Otra de los cuestiones que la oposición sacó al tapete fueron los grandes eventos. Ahí sí defendió Fabra la gestión del Consell, asegurando que han generado 9.205 millones de impacto económico y 68 millones de visitantes, así como la creación de 271.000 empleos. "Por cada euro de inversión, han llegado dos de beneficio", recalcó.
Alberto Fabra concluyó la jornada siendo elegido nuevo presidente de la Generalitat sólo con los votos -como estaba previsto- del grupo parlamentario 'popular'. Superó la prueba de fuego y, si bien no demostró ser un orador brillante -su asignatura pendiente- sí exhibió la sobriedad y solidez que se le atribuía. En los próximos meses se calibrará si el estilo propio apuntado en los detalles reseñados son sólo pequeñas cuñas personalistas o una marca de liderazgo independiente.
BLASCO (PP) RECONOCE "ERRORES
Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario popular en Les Corts Valencianes, Rafael Blasco, destacó la "cohesión" de su grupo y el "respaldo incondicional y absoluto" de éste al futuro presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Asimismo, reconoció el trabajo de Francisco Camps, cuya dimisión "demuestra una grandeza en la que ha antepuesto los intereses de la institución a los suyos propios", aunque, no obstante, también se disculpó por "algunos errores cometidos", lo que indica el acompañamiento del grupo parlamentario en el principio de giro iniciado por Alberto Fabra ayer.
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