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Las 'familias' del PP velan armas ante la incertidumbre judicial que rodea a Camps

X. AGUAR. 15/07/2011 Un concepto tradicionalmente asociado al PSPV pero también existente en los ‘populares'. Las victorias electorales entierran sus diferencias pero las adscripciones personales se mantienen a la espera de que el caso Gürtel dicte sentencia

VALENCIA. Siempre se habla del concepto de ‘familia' en referencia al PSPV, pero lo cierto es que en el Partido Popular también existen grupos aparentemente fieles e indisolubles en torno a un líder. Estas estructuras permanecen latentes, aunque bien hiladas, dispuestas a defender a capa y espada los designios de sus respectivos jefe de filas. De momento, el PPCV está tranquilo, aunque fuentes del partido afirman que la decisión sobre la 'causa de los trajes' -hoy se sabrá si se abre juicio al presidente de la Generalitat- puede agitar internamente a la formación 'popular'.

El máximo responsable de los ‘populares' valencianos, Francisco Camps, tiene el dominio en el partido y en el Gobierno. A su alrededor, dispone de un estrecho y fiel grupo de colaboradores que conforman el núcleo duro que marca la agenda y el ritmo tanto del Consell como del partido. Así, esta familia ‘presidencialista' está compuesta por una especie de ‘élite' valenciana conformada por colaboradores que, en la mayoría de ocasiones, pertenecen a círculos de la alta sociedad de la capital.

Entre ellos se encuentran jefe de gabinete, Pablo Landecho; la directora general de Organización y Coordinación, Henar Molinero, la secretaria autonómica de Presidencia, Isabel Villalonga, y la secretaria autonómica de Comunicación, Nuria Romeral. Camps tambien cuenta con el apoyo incondicional de la vicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, y del secretario general del partido, Antonio Clemente.

Sin duda, este grupo es el más cercano al presidente y le defenderá con firmeza ante cualquier eventualidad que surja, ya no sólo la posible apertura de juicio oral por la 'causa de los trajes', sino también de producirse una hipotética condena tras el verano.

Esta facción, se mezcla en ocasiones con otro grupo con peso específico dentro del Gobierno valenciano: el sector democristiano, encabezado por el ahora presidente de Les Corts, Juan Cotino. Númericamente minoritarios, aunque influyentes, y casi siempre presentes en una u otra institución y cerca de los puestos de mando. Ahora, varios de los colaboradores de Cotino se encuentran en la cámara, como es el caso del exsecretario autonómico David Calatayud o el portavoz adjunto José Marí. Este sector es otro de los que, probablemente, se mantendrá fiel a Camps ante una resolución adversa en los tribunales.

Estos grupos, que son los que trazan los designios del Gobierno valenciano, contrastan con otros tipos de entramados dentro del PPCV. Empezando por la provincia de Castellón, donde los afines al expresidentes de la Diputación, Carlos Fabra, son mayoría. Uno de sus referentes principales es la portavoz adjunta en Les Corts y secretaria general provincial, Marisol Linares; así como la diputada provincial Esther Pallardó o, entre otros, el exalcalde de la Vall d'Uixó, Vicent Aparici, distanciado de Isabel Bonig, exprimera edil y ahora consellera de Infraestructuras.

No obstante, con el ascenso al poder del nuevo presidente de la corporación, Javier Moliner, se presume una transición donde también tendrá algo que decir el alcalde de Castellón, Alberto Fabra. Esta provincia, al menos en lo que a Carlos Fabra se refiere, atendiendo a la independencia demostrada y lo asegurado por fuentes castellonenses del PPCV, podría desmarcarse de Camps si las cosas se torcieran en los tribunales definitivamente.

Las particularidades del PP alicantino también ofrecen ‘familias' específicas. Los que otrora fueron ‘zaplanistas', ahora son llamados ‘ripollistas' o ‘posripollistas', en referencia al todavía presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, que ha quedado fuera de la Diputación con el consiguiente debilitamiento de su grupo. A día de hoy, uno de sus máximos exponentes es Mónica Lorente, secretaria provincial y presente en la corporación alicantina. Si la situación de Camps se complica, no moverán, según fuentes del partido en Alicante, un dedo en su ayuda.

Los llamados campistas dominan en la provincia ahora a la espera de encontrar un guía específico, ya que su propia rebelión ha nacido en muchas ocasiones como respuesta particular a las imposiciones de Ripoll más que como fidelidad genuina al líder del PPCV. Destacan en este pelotón el conseller de Educación, José Císcar; la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor; el vicepresidente en la corporación y parlamentario autonómico César Augusto Asencio o el alcalde de Calpe, César Sánchez. Además, dentro de ese grupo están dos dirigentes con perfil propio: la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y la de Elche, Mercedes Alonso. Aquí la fidelidad al presidente podría ser más férrea, aunque ha existido cierto disgusto al ceder en la incorporación de Lorente a la Diputación.

En la provincia de Valencia también hay ‘familias'. La alcaldesa de la capital consta de su propia cohorte de escuderos y fieles que hacen del PP de la ciudad un bastión que gira en torno a Rita Barberá, que emerge como un planeta en torno al que giran una serie de satélites. Unos satélites que, en su mayoría, quedarían fuera de órbita, si perdieran el referente sobre el cual transitan. Los ‘capitalinos' tienen como ventaja su permanencia asegurada en torno a Rita Barberá y su principal hándicap es precisamente su dependencia a la alcaldesa, un referente nacional. El delfín de la alcaldesa es el líder del llamado G-5 del ayuntamiento y diputado, Jorge Bellver; el vicealcalde, Alfonso Grau y el presidente del PP en Valencia capital, Silvestre Senent y sus afines. Barberá ha sostenido a Camps en los momentos más difíciles de Gürtel pero las fuentes consultadas coinciden en que una retirada del apoyo de la alcaldesa ante una crisis judicial abierta sería fatal para Camps.

Por otro lado están los municipalistas de Alfonso Rus, presidente provincial del PP de Valencia. La estructura del también alcalde de Xàtiva y presidente de la Diputación es muy sólida, puesto que está forjada a base del dominio en la corporación provincial (puede dotar de recursos a los municipios) y también por su trabajo estructural en torno a las comarcas. Sus almuerzos de los sábados durante los últimos tres años en diferentes localidades de toda la provincia han reforzado de forma notable los lazos entre Rus y los presidentes comarcales y alcaldes.

El núcleo duro del presidente provincial lo conforman Juan José Medina, alcalde de Moncada y vicepresidente de la Diputación, Emilio Llopis, primer edil de Genovés y jefe de Gabinete, y Vicente Betoret, secretario general provincial y portavoz adjunto de Les Corts. Rus también cuenta con las simpatía de Rafael Blasco, exconseller y portavoz del grupo parlamentario ‘popular'. Rus ha apoyado a Camps en todo momento, aunque las fuentes consultadas señalan que escucharía a Mariano Rajoy en caso de que el presidente Camps llegara a ser juzgado y condenado y desde Génova se exigieran soluciones.

GRUPÚSCULOS Y OTROS GRUPOS COYUNTURALES

Existen más subgrupos en el PPCV. Algunos remanentes y otros que han surgido en los últimos tiempos. Por ejemplo, Serafín Castellano, conseller de Gobernación y expresidentes provincial del PP, guarda celosamente su reducto de colaboradores. Antagonista de Rus, sostiene a fieles como Verónica Marcos, presidenta de Nuevas Generaciones del PP y diputada, sin peso ya en la organización juvenil, o algún presidente comarcal como Francisco Huguet, alcalde de Quartell.

Por otro lado, fuentes del PP señalan el nacimiento de otro grupo: el de los ‘agraviados' o ‘indignados' por la última remodelación del Consell que en su mayoría habitan en Les Corts. Vicente Rambla, exvicepresidente del Gobierno Valenciano y Ricardo Costa, exsecretario general del PPCV, serían algunos de los que entrarían en esa clasificación, junto a otros consellers como Manuel Cervera que han sido apartados de sus puestos de responsabilidad o diputadas de peso como la exportavoz del Consell Alicia de Miguel. Estos dirigentes, según las fuentes consultadas, podrían desmarcarse del presidente de la Generalitat si este no supera la 'causa de los trajes'.

Sin duda, la estructura jerárquica del PPCV impide que estos grupos entren, la mayoría de ocasiones, en conflictos abiertos. No obstante, y pese a que mediáticamente no tengan la relevancia que se les otorga a las ‘familias' socialistas, los grupos de poder en los ‘populares' valencianos existen y de ellos dependen gran parte de las decisiones asumidas de gestión, composición de gobierno o movimientos estratégicos internos. Por el momento, todo apunta a que permanecerán quietos, pero si se produce una chispa de relieve por el caso Gürtel el incendio en el partido podría alcanzar dimensiones insospechadas.

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