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VALENCIA. El pasado Gran Premio de Europa de Formula 1 celebrado en el Valencia Street Circuit nos ha permitido conocer más cosas de un deporte de entretenimiento con un componente empresarial brutal. Y este caso me referiré a un equipo de la parrilla dirigido por un mito viviente de este negocio de la velocidad. No me refiero a los gigantes Red Bull Racing, Scuderia Ferrari Marlboro o a los Vodafone McLaren Mercedes.

En este caso mi halago recae sobre el patrón Sir Frank Willians, de AT&T Williams. No por los méritos acumulados durante los últimos 40 años de dedicación a este mundo. No por haber superado la cifra de las 600 carreras dirigidas. No por haber gestionado activos estratégicos como Jackie Stewart, Niki Lauda, Ayrton Senna, Nigel Mansell, Alain Prost, Nelson Piquet, Damon Hill, Michael Schumacher, Mika Hakkinen, Jenson Button o Lewis Hamilton.

Nada de eso. Mi aplauso va en otra dirección. Ahora mismo es el sexto coche de la parrilla por detrás de los tres grandes, de Mercedes GP Petronas F1 Team y de Renault F1 Team. Para competir con ellos necesit de grandes inversiones (para retener talento, fortalecer la marca, mejorar la tecnologí...), Y la forma óptima de conseguirlo ha sido solicitar la admisión a cotización en la Bolsa de Frankfurt. Sí, como lo leen.

Así, desde el pasado 2 de marzo, todos nosotros ya podemos ser accionistas de la sociedad holding inglesa Williams Grand Prix Holdings, propietaria, entre otras filiales, del equipo de Fórmula 1. Sin lugar a dudas es un hito excepcional en el mundo de las carreras de coches.

¿Se imaginan ustedes que también pudiéramos ser accionistas de Valmor Sports y disfrutar de los beneficios que ese magnífico impacto económico genera en nuestra comunidad? ¿Por qué no?

Siempre lo he reiterado desde esta tarima de opinión. Deporte, entretenimiento y empresa están íntimamente ligados, indisolublemente unidas por el destino. Quien no entienda esto, tiene un problema.

El fútbol sigue la misma estela. Recientemente se filtraban a la prensa inglesa los análisis preeliminares llevados a cabo por la dirección del Manchester United para admitir a cotización nuevas acciones en la Bolsa de Hong Kong. Como se podrán imaginar, el objetivo es el mismo, ganar en fortaleza financiera y estructura de capital para poder competir con Barça y Madrid.

Además, estratégicamente han elegido el mercado asiático. No es casual. Nada es fortuito ya en el mundo del fútbol. Es en esa parte del globo donde se está incorporando con mayor entusiasmo el fenómeno fan y, por lo tanto, también la que más negocio de merchandising genera para la cuenta de resultados de los clubes de fútbol. Un equipo, el ManU, que no esta mal recordar, cuenta con algo más de 190 millones de fans en el mercado asiático y más de 300 millones en todo el mundo.

Quizá el señor Llorente y el señor Piles tengan otras fórmulas, otras ideas u otros planteamientos, también legítimas, para conseguir un Valencia CF capaz de competir, de verdad, con Barça, Madrid y ManU. Yo solo les pediría que pongan encima de la mesa todas las alternativas posibles, incluida la bolsa.

Presidentes: no vean fantasmas donde no los hay. La Comisión Nacional del Mercado de Valores no decide quién puede ir a bolsa o no. Ya lo saben. Incluso sin necesidad de salir a cotizar, quién puede, o no, comprar acciones del Valencia CF SAD. También lo saben. Solo depende de ustedes (y de sus jefes).

Renunciar de salida a estas herramientas sólo puede resultar en perjuicio del propio Valencia CF, sus accionistas, aficionados, acreedores y poderes públicos (que vaya marrón se les avecina). Acuérdense de cómo el Valencia CF SAD no ha conseguido recientemente refinanciar el doping financiero recibido de Bancaja/BFA/Bankia.
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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)