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VALENCIA. Desde que la portavocía del Consell anunciara un recorte en la Generalitat de en torno a 260 trabajadores y un ahorro de 14 millones de euros pocos detalles más se han conocido del método para alcanzar estas cifras. Nombramientos y ceses de altos cargos, sí, aunque de forma más similar a encajar piezas en diferentes puzzles que al recorte prometido del 30% de altos cargos (al final siguen siendo en torno a un centenar entre consellers, secretarios autonómicos, directores generales y subsecretarios).

Fuentes internas de la Generalitat han señalado a Valenciaplaza.com que los puestos que peligran "realmente" no son tanto los altos cargos, que representan un pequeño porcentaje de los ceses reales, sino los que afectan al personal de otros ámbitos y categorías, ya sea  servicios generales, gabientes de prensa, administración y, en definitiva, interinos.

Han pasado tres semanas desde que se anunció el cacareado recorte y los retrasos en los detalles del mismo han sido justificados, según la propia portavoz del Consell, Lola Johnson, por la "dificultad propia de realizar un reajuste de estas características".

Según las fuentes consultadas, una de los modos de proceder de la Generalitat en este aspecto se conoce en términos administrativos como el 'efecto dominó'. Este proceso puede conducir, por ejemplo, a los directores generales cesados que sean funcionarios a una jefatura de área, ya sea por una nueva creación, por fusión de jefaturas o, simplemente, por desplazamiento del funcionario que ostente el cargo, ya que son puestos de designación política. Incluso algunos señalan que este cargo podría ser renombrado como ‘subdirector general'.

Las citadas fuentes subrayan que los jefes de área desplazados pueden ocupar un escalón menor, que representan las jefaturas de servicio: estas se designan de forma libre o por concurso. También pueden quedar como funcionarios de base. Este ‘efecto dominó' concluiría con la salida de interinos, que no disponen de plaza fija.

Según señala un cargo intermedio de la administración, está pendiente de aprobación el nuevo reglamento orgánico -a priori este mismo mes- de varias consellerias -las de reciente creación, por ejemplo- que definirán los puestos que se mantienen o desaparecen, así como los cambios existentes.

"Al fusionarse dos consellerias, por ejemplo, existen puestos de gestión administrativa, gabinetes de prensa o servicios generales en los que se producía duplicidad, por lo que se ha prescindido o se prescindirá de personal en esos ámbitos. Esto, unido a los interinos que pueden perder su puesto fruto del ‘efecto dominó' por los desplazamientos y recolocaciones, tal vez permita que salgan las cuentas del recorte anunciado y el resultado total sume las 260 personas de las que dicen que van a prescindir, de las cuales un porcentaje mínimo serán altos cargos", explicó a este diario un funcionario de carrera integrado en una conselleria. Habrá que esperar por tanto a la información detallada que se emita desde el Consell para conocer cómo queda la reestructuración de la Generalitat Valenciana.

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