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El impuesto que prepara el Gobierno para la grandes fortunas, "contraproducente e ineficaz"

LUIS A. TORRALBA. 22/05/2010 Cuatro expertos en banca privada de la 'city' valenciana coinciden en afirmar que las medidas antidéficit adoptadas por Zapatero son necesarias, pero no deben frenar la reactivación económica. Y desconfiían de los impuestos que anuncia sobre los grandes patrimonios

VALENCIA PLAZA. Medidas necesarias pero con algunos peros y cautela a la espera de que el Gobierno concrete más las medidas sobre gravar los grandes patrimonios. Estas son las conclusiones de los cuatro expertos en banca privada consultados por Valencia Plaza sobre las medidas antidéficit que esta misma semana ponía en marcha el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Unos ajustes que llegan en un momento donde la crisis se está agravando, por lo que es necesario reducir costes y aumentar los ingresos para evitar que España remonte el vuelo y no termine siguiendo la estela de la economía griega.

El quid de la cuestión, a juicio de Andrés Gadea, director regional para el área de Levante de Banco Finantia Sofinloc, pasa por que "el recorte afecte lo menos posible a la economía para no ralentizar su recuperación". Para ello pone como ejemplo que reducir la ayuda oficial al desarrollo o eliminación del cheque bebé o reducción de gastos farmacéuticos tiene menos efectos que la reducción en inversión pública.

Gadea advierte que "hay que asumir que los déficits indefinidos y desmedidos se tienen que acabar, lo que ocurre es que los gobiernos no pueden pretender solucionar déficits históricos en unos años sino que llevará su tiempo".

Respecto a las medidas que prepara el Gobierno sobre los grandes patrimonios, el experto de Banco Finantia Sofinloc prefiere no aventurarse hasta conocer más detalles de las mismas. Pero eso sí, piensa que no les afectará en demasía y para ello recuerda que en otros países donde se intentaron, al final se recaudaron menos en los años posteriores.

"La solución es sencilla: buscarán las herramientas legales a su alcance como creación de sociedades o huida de capitales de España. Resumiendo: harán más activo a este colectivo en la búsqueda de soluciones y se recaudará menos".

Lorenzo García, director de Ibercaja Patrimonios Zona Levante, tiene claro que los mercados piden ajustes, por lo que las medidas son necesarias. Además, hace una comparativa con la empresa privada donde, a su juicio,  "es habitual el ajuste que sea vía precios y cantidades (nivel retributivo y menos empleados)".

Para García, el criterio del Estado no se ha basado en un ajuste para incrementar la productividad vía precios y cantidades de sus empleados, sino en ajuste vía precios (salarios) y de manera progresiva a todos en función de su sueldo (y no en base a la productividad del puesto que están desempeñando). De ahí que señale que "el desincentivo que van a sufrir determinados empleados públicos para realizar su trabajo, de un colectivo que supone el 15-20% de la población activa puede ser  muy nocivo".

Donde no se pronuncia el experto de Ibercaja es sobre las medidas para gravar a los grandes patrimonios: "Creo que es demasiado pronto para poder emitir una opinión, existen muchas incertidumbres sobre lo poco y ambiguo que han dicho", advierte.

VUELTA AL IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO

José Manuel García, director de la Zona Levante de Atlas Capital, tiene claro que las medidas son absolutamente necesarias para recuperar la confianza de los mercados. Claro que otro tema bien distinto es "si estas se pudieran haber tomado con anterioridad y de una manera más paulatina, así como qué partidas del gasto en concreto había que recortar".

Sobre las medidas antidéficit que prepara el Ejecutivo sobre las grandes fortunas, García apunta que "todavía no hay datos exactos de cómo se va a articular el impuesto, por lo que objetivamente no se puede dar una opinión sobre él. En todo caso, una subida de impuestos no nos parece la mejor opción en general, si además ésta grava el ahorro menos todavía. Parece una vuelta del impuesto sobre el patrimonio, pero con un envoltorio distinto".

Por su parte, Pedro Alonso, director de Nordkapp Inversiones, también coincide con los otros tres expertos sobre la necesidad de tomar medidas para reducir gastos y aumentar ingresos, sobre todo "cuando un gobierno, o cualquiera, se ha pasado varios años gastando por encima de sus posibilidades, con falta de planificación y negando la realidad. Y además de irremediable es grave cuando ese déficit entre ingresos y gastos está motivado por cuestiones electorales o, al menos, partidistas".

Asimismo, "se convierte en imperdonable cuando el dinero gastado es el dinero de los demás, porque el dinero público no es más que dinero de los españoles en manos de los políticos". Para el experto de la gestora de origen valenciano, las medidas de reducción del gasto no están bien dirigidas, dado que la mayor parte de las anunciadas provocarán una reducción del consumo y la actividad económica en general, con su consiguiente efecto sobre los ingresos del Estado".

IMPUESTOS A LOS RICOS: CONTRAPRODUCENTES

A su juicio, deberían incidir fundamentalmente sobre gastos estructurales de escasa utilidad como ministerios, asesores, parque móvil, financiación de partidos y sindicatos, tamaño y eficacia de las administraciones, etc. "Sólo cuando el sector público no gaste ni un euro más del estrictamente necesario, podría estar justificado exigir un sacrificio excepcional a los españoles.

Respecto al aumento de los ingresos, Alonso apunta que deberían basarse en la consecuencia de una mayor y mejor actividad económica, en lugar de un incremento impositivo con consecuencias negativas, de nuevo, sobre el consumo, la actividad económica y el empleo.

Respecto a las medidas sobre los patrimonios más elevados, el experto de Nordkapp advierte que "independientemente de posiciones ideológicas, la experiencia, propia y ajena, muestra que los impuestos excesivos sobre las grandes fortunas son contraproducentes, puesto que se produce un aumento no relevante de la recaudación a costa de generar un clima de rechazo que provoca la deslocalización -legal- de la riqueza y los recursos de capital, que desde luego no nos sobran. En conjunto, las consecuencias negativas son mayores que las positivas".

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