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La decisión de Iberia de recortar su plantilla añade incertidumbre al futuro del aeropuerto de Manises

E. G. CORONADO / J. CLEMENTE. 02/07/2011 La reducción del equipo de tierra de la aerolínea, que ahora presta servicios a otras compañías sin personal propio, hipoteca una posible revitalización del aeródromo valenciano

VALENCIA. La incertidumbre sobre el futuro del aeropuerto de Manises como referencia en la Comunitat Valenciana se ha incrementado después de que Iberia haya materializado esta semana su decisión de reducir a la mitad su plantilla en la terminal valenciana.

Si bien Iberia ya no opera de forma directa ningún vuelo desde el aeropuerto de Valencia tras la retirada de las cuatro únicas frecuencias que mantenía con Madrid el pasado mes de marzo. El fin del trasiego de los Airbus 320 por las pistas de Manises ponía en duda la continuidad del equipo de alrededor de 200 empleados de Iberia en Valencia y que atendían desde el mostrador de venta de billetes, hasta el traslado de maletas o atención mecánica.

Si bien parece una decisión empresarial lógica -no hay vuelos de la compañía, no hay personal de la misma- lo cierto es que la baja forzosa de 98 empleados que plantea Iberia a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) tiene un impacto directo en el futuro crecimiento del propio aeropuerto.

El personal de tierra de Iberia no sólo atendía a sus propios pasajeros o aviones. También lo hace, subcontratada, con otras compañías que operan en Manises pero que no cuentan con personal propio. Es el caso de su propia filial Vueling, Turkish Airlines, El Al o compañías de carga y mensajería, por poner unos ejemplos.

Pero hay más. Iberia también presta servicio, por ejemplo, a Delta Airlines, la única aerolínea que enlaza, si bien de forma temporal, Valencia con Nueva York de forma directa. Incluso apoya a Air Nostrum, la compañía valenciana de vuelos regionales con sede en Manises, en momentos punta de su actividad en el recinto.

"La decisión de Iberia es desproporcionada y tendrá efectos en los servicios que ahora se prestan a otras compañías, incluidas las que están vinculadas a ella, como Air Nostrum o Vueling", explica Emilio Erguís, responsable del sector aéreo en CC OO-PV y trabajador de Iberia.

La compañía vincula esta decisión a la falta de carga de trabajo tras la irrupción del AVE, que ha arrebatado buena parte de los viajeros que tenía la aerolínea entre Madrid y Valencia. Air Nostrum, que sí sigue operando la frecuencia, logra rentabilizar la operación con los pasajeros que acuden al hub de Barajas para enlazar con otros vuelos de la alianza One World.

"Pero eliminar el 50% de la plantilla es reducir la empresa a la mínima expresión y, por tanto, una renuncia a un mercado potencial", explica Erguís. "No se puede tener una visión de que el aeropuerto de Valencia sólo tiene interés si hace vuelos con Madrid", lamenta el sindicalista, que pone de ejemplo a Delta Airlines para asegurar que sí hay un mercado para conectar Valencia con otras ciudades sin tener que pasar por el hub.

"Desconocemos por qué Iberia no apuesta por Valencia". Según explican portavoces de la compañía a Valenciaplaza.com, la aerolínea "ha ido dejando los vuelos domésticos menos rentables y las rutas menos estratégicas para operar mediante código compartido con otras compañías".

La decisión de potenciar el aeropuerto de Valencia parece descartada desde hace ya mucho tiempo. De hecho, de la concentración de la operativa en Madrid, en especial con la nueva terminal, la T4, afectó de lleno incluso al aeropuerto de la segunda ciudad de España. El futuro de El Prat también se puso en duda y sus perspectivas, pese a los intentos de revitalizarlo como polo de vuelos hacia Europa del Este o concentrar allí los vuelos de Spanair.

Sin embargo, desde el sector aéreo se tiene bastante claro cuál es el futuro de cada aeropuerto. Los grandes hubs están pensados recibir el aporte de pasajeros de los recintos medianos y, desde ahí enlazar con las rutas de alta densidad. "Pensar que se pueden operar vuelos a grandes ciudades desde todos los aeropuertos es un tanto quimérico", explican desde el sector.

El futuro de Manises, y más desde la puesta en marcha del AVE, parece bastante definido. El movimiento de Iberia, que si bien aún ve negocio como prestador de servicios para otras compañías (si no, no hubiera dejado a ningún empleado), es un síntoma de hacia donde van los tiros. Y más en una época de crisis en la que sobran aeropuertos. La muestra está tan cercana como en Castellón.

 

 

 

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1 comentario

Pablo escribió
02/07/2011 21:24

Se os olvida un factor muy importante y es que el gobierno valenciano esta financiando a una compañia extranjera, rayanair , con nuestros impuestos y los valencianos al paro

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