El recorte de las inversiones públicas anunciado por el Ministerio de Fomento repercutirá de forma negativa sobre el empleo y no será mas que un ‘parche’ en el corto plazo, según los empresarios de la construcción consultados. Opinan Eloy Durà (Fevec), Javier Luján (Fecoval), Alejandro Martínez (Efe y Ene) y Carlos Turró (Cleop)

-Las constructoras medianas creen que se generarán 115.000 parados

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VALENCIA (J. FERRER/L. MASERES). Poca gracia les ha hecho a los constructores valencianos una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno central, en concreto, la que prevé un recorte de 6.400 millones de euros en inversiones públicas. Los expertos consultados no comparten opinión con el Ejecutivo, ya que lejos de reducir el déficit nacional, aseguran que fomentará al desempleo.

Las alternativas que plantean son diversas, desde la eliminación de  ciertos ministerios y consellerias cuya labor cuestionan, hasta un mayor control del gasto público nacional y autonómico. Valenciaplaza.com habla con Eloy Durà, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec); Javier Luján, presidente de la Federación de Empresas de la Comunitat Valenciana Contratistas de Obras de la Administración (Fecoval); Alejandro Martínez, director de inversiones de la consultora Efe y Ene y Carlos Turró, presidente de Cleop.

Eloy Durà, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec)

-¿Qué repercusiones tendrá el recorte en la inversión pública en el mercado laboral?

-Indudablemente, si hay previstas determinadas inversiones por más de 6.000 millones de euros y se recortan esto va a influir de forma negativa en el empleo de modo que se producirá un aumento del número de parados. La repercusión dependerá exactamente del tipo de obra que se suspenda, y el perjuicio para el empleo será menor si se trata de obra civil que si es de edificación. Pero como todavía no están definidos los recortes y no tenemos más información es pronto para valorarlo en su justa medida.

Creo que durante todo 2010 y en los próximos años el sector de la construcción y la obra pública va a sufrir bastante, serán años quizá más complicados que los anteriores porque hasta ahora al menos salía obra pública a concurso y se mantenía algo de actividad. Este recorte puede originar la caída de alguna empresa más. Esperemos que sean pocas.

Por otra parte, es lamentable la falta de información sobre cuáles serán las obras que se retrasen o suspendan. Todo esto únicamente genera desconfianza en los gobernantes, en todos, que un día dicen blanco, otro verde y al siguiente azul. Eso es malísimo para la economía y de ahí se derivan consecuencias que se ven diariamente en la bolsa, por ejemplo.

- ¿Cree que la medida ayudará a reducir el déficit nacional?

-Sinceramente, lo último que haría sería dejar de invertir de forma razonable. En los últimos meses las pequeñas adjudicaciones públicas han servido para evitar más parados, pero no se ha invertido con cabeza. Otras iniciativas como el AVE son siempre positivas y creo que no deberían detenerse en ningún caso porque contribuyen a reducir costes y a mejorar la calidad de nuestras comunicaciones.

-¿Qué medida alternativa le propondría al Gobierno?

-Debería trabajar sobre los gastos corrientes, que son los que realmente producen déficit. No es lógico que las Administraciones soporten tantas fundaciones, empresas públicas y ONG. Hay que reducir consellerias y ministerios que no hacen más que concentrar el gasto.

En estos momentos no se prima la buena gestión. El político que no gasta todo el dinero disponible recibe menos al siguiente año. Esa filosofía hay que cambiarla en defensa de la eficacia. Si algo se puede hacer bien con diez personas no hacen falta diez 1.000. Tenemos un gran problema con este asunto. Además, creo que no es necesario que los partidos políticos tengan una sede en cada pueblo, ni que reciban las subvenciones que reciben, ni que estén exentos de pagar impuestos. Hablando claro, esto es una vergüenza, no es admisible, es un gasto innecesario. Los partidos políticos deben dar ejemplo porque son los que van a gobernar.

Si no tomamos medidas serias pues seguramente saldremos igual de esta situación, pero tarde, mal y perdiendo competitividad.

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Javier Luján, presidente de la Federación de Empresas de la Comunitat Valenciana Contratistas de Obras de la Administración (Fecoval)

-¿Qué repercusiones tendrá el recorte de la inversión pública en el mercado laboral?

-Es evidente que tendrá impacto directo sobre las empresas de la Comunidad Valenciana, que ya se han visto muy afectadas por la crisis. Si las empresas no tienen obra, el empleo se resiente de manera directa.

No hay que olvidar que la obra pública es la inversión que más empleo genera de manera directa. del mismo modo, la falta de inversión en obra pública, tiene un efecto devastador sobre el empleo.

- ¿Cree que la medida ayudará a reducir el déficit nacional?

-A muy corto plazo puede tener su efecto, pero a medio, no. El retorno que provoca la obra pública es el más elevado de cualquiera de las actividades económicas que se puedan realizar con dinero público. Genera empleo, y con ello, ingresos por IRPF, genera impuestos y actividad en las empresas suministradoras. Por lo tanto, Acometer un ajuste de este calibre provoca a medio plazo una enorme merma de ingresos, además de frenar la modernización y determinadas infraestructuras productivas muy necesarias para la generación de riqueza. de todos modos, hay que estudiar en profundidad el alcance del recorte, y qué obras se verán afectadas.

-¿Qué medida alternativa le propondría al Gobierno?

-Creo que no es nuestra función, como federación, proponer medidas alternativas. No es una situación fácil, y somos conscientes, pero es el gobierno, coordinado con las otras administraciones y los agentes, el que debe establecer un plan de trabajo.

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Alejandro Martínez, director de inversiones de la consultora Efe y Ene

-¿Qué repercusiones tendrá el recorte en la inversión pública en el mercado laboral?

-Estas medidas son insuficientes porque no atacan la base del problema. Además, han sido impuestas y prácticamente copiadas de las que se han adoptado en Grecia. Seguimos con la lacra que supone el hecho de que casi la mitad de la población activa mayor de 25 años esté en paro.

Para crecer nos podemos apoyar en el endeudamiento o en la productividad, y el camino es el segundo. Tenemos el ejemplo de los países emergentes, que acumulan el ahorro del mundo, mientras los desarrollados tienen una deuda tremenda y bajos índices de productividad. Nuestra situación no la podemos corregir de otra forma que no sea mejorando la competitividad. No podemos devaluar la moneda, por lo que el Gobierno busca el equilibrio en los gastos sociales y en los impuestos.

En mi opinión, lo adecuado sería fomentar la iniciativa empresarial, la base de una sociedad más próspera y competitiva que, de forma natural, generaría más ingresos por impuestos y un crecimiento más sano.

- ¿Cree que la medida ayudará a reducir el déficit nacional?

-Creo que no, el hecho de estar en la zona euro supone una presión extra para España porque si no somos capaces aumentar la competitividad no veo posible mejorar el déficit. Hay una frase de Winston Churchill sobre este asunto: "Intentar que un país prospere a base de impuestos es como ir montado en un cubo y tratar de hacerlo avanzar tirando del asa".

El problema de Grecia es básicamente la competitividad, lo mismo que nos pasa a nosotros. Cualquier tipo de medidas que vayan dirigidas al corto plazo y no ataquen el problema real son parches.

-¿Qué medida alternativa le propondría al Gobierno?

Todo el mundo habla de la carga económica que suponen las autonomías pero nadie abre el debate sobre este tema, todo sigue igual, los partidos y los sindicatos siguen recibiendo financiación que no nos podemos permitir y el gasto corriente mensual del Gobierno central y los autonómicos prácticamente no se ha tocado. Además, hay muchos ministerios y consellerías sin contenido, sin competencias y todos lo sabemos, estos son los verdaderos problemas estructurales. En el marco de la UE, también supone un problema estar sometidos a una única política económica y a 27 fiscales.

Estamos poniéndole las cosas difíciles a quienes realmente crean empleo, a quienes se arriesgan, y esos son los empresarios, no los ricos. Son los panaderos, los fruteros, los autónomos, así que lo que deberíamos hacer es mejorar sus expectativas, no vale con recortar de las jubilaciones o los funcionarios.

Debemos tomar decisiones porque nuevas rebajas de rating nos podrían costar entre 3.000 y 4.000 millones de euros, cantidades que si se suman a las ayudas para Grecia afectarán gravemente a la liquidez de los mercados, con lo que seguiremos sin levantar la actividad.

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Carlos Turró, presidente de Cleop

-¿Qué repercusiones cree que tendrá el recorte de la inversión pública en el mercado laboral?

-Desde luego que no va a ser bueno, porque la inversión púbica contribuye a la creación de empleo.

-¿Cree que la medida ayudará a reducir el déficit nacional?

-Sí se reducirá, pero otra cosa es cómo si se podría reducir más, si a través del recorte en la inversión pública o en el gasto público. Creo que la segunda opción sería la mejor, pero es una cuestión política.

-¿Qué medida alternativa le propondría al Gobierno?

-Reducir el gasto público y el gasto corriente estatal y de las autonomías