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XIXONA (VP). Desde la fábrica de turrones Lopetes en la localidad alicantina de Xixona, Fabián López ha conseguido que el pequeño negocio familiar llegue a todos los rincones del mundo integrando su tienda virtual TurronesYdulces a Facebook mediante Beetailer, la primera start up española incluída en el programa de aceleración de empresas Y Combinator (la incubadora de capital riesgo de Silicon Valley más popular).

La familia López lleva décadas en el negocio turronero fabricando artesanalmente para otras marcas. Fabián, ingeniero de telecomunicaciones es también profesor de informática y pionero del comercio electrónico con TurronesYdulces de 2003. "Nuestros bisabuelos ya eran turroneros. Ahora, nosotros somos tres hermanos, que hemos estudiado fuera y queremos seguir con el negocio, orgullosos de la tradición jijonenca. La forma elegida es innovar con las formas de negocio nuevas".

En 2007 Fabián instaló Magento (software para crear tiendas online de forma), siendo una de las primeras tiendas en España en utilizar esta plataforma. En 2010 dio el mayor salto con el rediseño integral de la página y una inversión en módulos internos, programación y diseño gráfico. Gracias a la inversión en la tienda digital y en su vinculación a las redes sociales, hoy vende su producto a toda Europa.

"El comercio tradicional se puede extrapolar perfectamente a las redes sociales", comenta el joven empresario. Todo empezó cuando estudiaba en la universidad. La gente de Valencia solía encargarle turrones, "es lo típico cuando eres de Xixona y yo aprovechaba para sacarme un dinerillo".

De ahí, acabó abriendo un catálogo online con los turrones que producía la fábrica familiar, "repartir catálogos en papel era caro para un estudiante y al fin y al cabo, todo el mundo tenía internet".

El siguente paso fue abrir la página web con tienda virtual, y con el boom de las redes sociales, integrarla en Facebook les permite llegar a los 700 millones de usuarios de Facebook, y los 200 millones de Twitter (donde cuenta con más de 1.600 seguidores).

La integración del comercio minorista en redes sociales está se encuentra en pleno auge, y la empresa española Beetailer (gracias a la cual, TurronesyDulces ha integrado su negocio) esta en el centro mismo de esa explosión. Las cifras que han creado tantas expectativas sobre este sector en el universo 2.0 hablan por sí mismas.

El diario estadounidense USA Today publicaba hace pocas semanas las cifras: Facebook ha alcanzado ya los 700 millones de usuarios. De ellos, usan la web de esta red social mas del 50% cada día. El usuario medio de Facebook posee unos 130 amigos y, cada mes, los usuarios de la red social dedican un total de 720 millones de minutos de su tiempo a Facebook.

"La gran ventaja de Facebook es que se puede segmentar muy bien a quien quieres que aparezca el anuncio de tu tienda", explica el emprendedor. Además, reconoce que "el trato de tú a tú de las redes sociales" ayuda al negocio a tener mayor contacto y retroalimentación con el cliente, para conocer mejor sus gustos, quejas y necesidades. Compara el papel que las redes han tenido en el negocio con la relación que se tiene "con el carnicero del barrio". El pago mediante métodos seguros como Paypal, tarjeta de crédito o contrarrembolso también agrega fiabilidad al negocio.

El perfil de usuarios que se acercan a la tienda no es en absoluto el esperado (jóvenes 'tecnófilos' diestros en internet) asegura Fabián. Con TurronYdulces contactan adultos que confían tanto en el trato directo con la tienda en Facebook "que incluso llaman por teléfono para dar su número de tarjeta y que les ayude a realizar el pago por web" comenta Fabián admirado. Turistas que vuelven a Alemania y no han tenido tiempo de comprar dulces alicantinos o españoles que desean ofrecer turrones en su boda en Japón son algunos de los perfiles más usuales de la tienda.

"Al igual que en una feria, se puede saber fácilmente que productos interesan más, cuales son los más consultados aunque luego no se compren, que compras realizan conjuntas, desde que lugares del mundo o incluso que tipo de ofertas prefieren", detalla Fabián.

Por el momento, su mercado está más centrado en España y Europa. Los gastos de envío encarecen el comercio con Latinoamérica y Asia, donde, sin embargo, continúan recibiendo peticiones frecuentes.

Para todo ello, Fabián reconoce que la inversión que precisa una tienda virtual puede ser algo inferior a la de un establecimiento físico, pero sin embargo, precisa también de profesionales en su gestión. "He ido reinvirtiendo en la tienda para hacerla más atractiva, accesible y segura. Si la gente paga a un albañil para que le arregle las paredes del local, deberían entender que gastarse 6.000 euros en crear una tienda virtual, que tiene visión global, es igual de necesario". De esta forma, asegura que las pequeñas empresas pueden dar la misma imagen que una grande simplemente invirtiendo en diseño y usabilidad de la web.