Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• España quiere devolverle la moneda a Francia
• El Villarreal busca trasladar a Europa su buen arranque en Liga
• Un golazo de la Roma sorprende al Barça

VALENCIA. Más o menos por estas fechas del año 2004, con Juan Soler recién aterrizado como vicepresidente en el Valencia SAD por obra y gracia de su padre. D. Bautista, que en vez de comprarle un futbolín a su hijo tuvo a bien mercarle no ya un equipo, sino nuestro VCF (copyright Eduardo Escartí), por esas fechas, reitero, el ínclito vicepresidente se reunió en el Alameda Palace con sus nuevos compañeros de consejo, entre ellos y creo recordar ya que escribo de memoria, Jaime Ortí (presidente), Manuel Llorente (consejero delegado), Enrique Lucas, Juan Armiñana, Vicente Soriano, Carlo Cicchella, Jesús Barrachina, Vicente Silla, Joaquín Serrano y demás, y con algunos periodistas deportivos de esta ciudad, que no me dejarán mentir, para comunicarles un hecho importante.

Y les reveló que el VCF SAD había ampliado el crédito hipotecario con Bancaja en 80 millones de euros y que la entidad financiera, para conceder tal ampliación, había exigido un aval personal del propio Soler. Y que él lo había asumido, entre otras cosas, para demostrar que no llegaba al club "para llevárselos", sino todo lo contrario. Me lo nieguen.

Hagamos un paréntesis para contar que tal aval, así como el que formalizó al fichar a Joaquín del Betis, unidos al ingente desembolso de dinero en compra de acciones, más el hecho de que a los pocas semanas, en la cena de gala en Mónaco previa a la disputa de la Supercopa de Europa, en la que en la mesa presidencial, con Príncipe y autoridades incluidos, fueron ubicados Jaime Ortí y señora mientras que el nuevo mecenas y señora (Dª Consuelo) lo fueron en una mesa periférica, y que tal cúmulo de circunstancias hicieron que a Dª Consuelo, me cuentan, le entrara un ataque de celos, el cual, a la postre hizo que la cuenta atrás de Jaime Ortí como presidente del VCF empezara a desgranarse. El hecho es que duró menos que Naranjito al lado de una licuadora. ¿Leyenda urbana? Solo los implicados pueden, si desean, contárnoslo.

Unos y otros fueron defenestrados o se 'borraron', antes o después, por una u otra causa. Llorente y Galiano, con finiquitos estratosféricos (que decepción, Juan). Soriano, Serrano y Cicchella, que dimitieron, los dos últimos con motivos más que justificados...

A lo que íbamos. Juan Soler, el "bienhechor", ese que dijo que compró la primera de las torres de la pastilla de Mestalla por 90 millones, anticipando 13'5 millones y que jamás pagó el resto. Y al que como "premio" el actual consejo no le exigió la resolución de tal contrato de compraventa y encima le devolvió la señal. Y en lugar de ello optaron porque la sociedad adquiriera (?) la susodicha torre por los mismos 90 millones. ¿Es ese el actual precio de mercado? ¡Asombroso! ¿Qué pensarán algunos de los acreedores "reales" del VCF? Esos que no tienen hipotecas ni pignoraciones sobre nuestros bienes y que ven la diferencia de trato que se tiene para con ellos con respecto a otros y que, encima, observan que se destinó dinero a deudores del Club.

Pues bien, ese mismo consejo, a la hora de o saldar o renovar el actual crédito y siendo conocedor del aval de 80 millones de Soler sobre el valor total del mismo, ¿por qué no ha exigido que se tase la parcela por su valor actual de mercado (cosa que ellos no hicieron hace menos de un año al adquirir (?) la torre) y que podría rondar los 160 millones (incluso el valor de tasación pudiera ser mayor), y que el avalista Soler se haga cargo del resto y de esa forma finiquitar la deuda con Bankia y dejar de pagar 16 millones de intereses cada año? Me lo expliquen.

Quizás lo hayan intentado y en Bankia les han dicho que el avalista, Soler, no tiene con qué pagar y que por lo tanto esos 80 millones restantes serían exigibles, indistintamente, tanto al VCF como a Soler. Pero yo me pregunto, ¿cuánto podrían "rascarle" a Soler?

Porque, a lo mejor, es un suponer, no tiene 80 pero sí 60 y por lo tanto haciéndose cargo el Club de los 20 restantes (casi lo mismo a lo que ascienden los intereses anuales), acabaríamos con 240 millones de deuda.

Y que de esa forma, fuera más factible encontrar financiación a largo plazo para acabar el nuevo campo y, a la vez, llegar a un acuerdo económico con Bankia para poder seguir jugando en Mestalla, mientras tanto, por un alquiler seguramente más asequible que lo que pagamos en intereses. Me lo maticen.

¿O es que tal aval no existe y es otra leyenda urbana? ¿O quizás "pereció" súbitamente? Me lo aclaren. ¿O es que todo esto y más, es imposible porque, desde que Soler votó a favor de la ampliación de capital y no acudió a suscribir en primera ronda, existen acuerdos tácitos entre Bancaja y él, probablemente conocidos por el actual consejo (¡y esa acción de responsabilidad! ¿se acuerdan de "aquello", señores Llorente y Andreu?), y que pudiera ser, no fueran beneficiosos para el VCF y sí para Soler y Bankia? Me lo justifiquen.

Resumiendo, me lo nieguen, me lo expliquen, me lo maticen, me lo aclaren y me lo justifiquen. Yo creo que los socios de este Club, incluso el valencianismo en general, merecemos que, por una vez, nos cuenten la verdad. ¿O es tan maquiavélica y tenebrosa que es mejor no mirarla a la cara? ¿O va incluida, en sus desorbitados emolumentos, una cláusula de silencio? Esto último no hace falta que me lo cuenten. Ya me lo figuro yo.