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VALENCIA (VP). La empresa valenciana de bollería industrial, Dulcesol, apunta a la internacionalización como "un objetivo estratégico de primer orden". La participación de sus exportaciones pasó de un 2,7% en 2009 a un 4,8% en 2010. En 2011, representan un 7% de las ventas y su meta es que alcancen el 15% en 2014.

"La implantación de nuestros productos en mercados exteriores está siendo, como en muchas otras empresas, una excelente vía de crecimiento y desarrollo del negocio. Mucho más en épocas, como la actual, en las que el mercado nacional está estancado o en recesión" explica José Vicente Castell, director de control de gestión, a Valenciaplaza.com.

"La situación general de crisis económica parece que se prolongará durante algún tiempo y el consumo continúa muy débil. Esto, unido a los elevados precios de las materias primas, de los combustibles y de la energía, hace que el panorama no sea muy alentador". Sin embargo afirma que la crisis les está "enseñando a ser más fuertes".

El ejecutivo reconoce que 2011 está siendo "muy duro" y que se presenta en similares términos que el año pasado, cuando sus ventas fueron de 245 millones de euros, cinco millones menos que el año anterior. En cambio, la producción vendida en volumen se mantuvo en los mismos niveles de 2009, en 115.000 toneladas. Con estas cifras y frente al escenario, los directivos de la empresa se muestran "satisfechos".

Estos resultados, no muy distintos a los del año anterior, se deben, según el empresario, a los esfuerzos de la compañía de Villalonga en "innovación, competitividad para diversificar nuestra oferta y hacerla más atractiva al consumidor". Por otro lado, la firma ha realizado "un notable impulso de la actividad comercial en el exterior para compensar una demanda nacional muy débil".

En cuanto a los proyectos en marcha, la compañía se encuentra finalizando la ejecución de un almacén de materias primas y productos terminados en Villalonga, que entrará en funcionamiento en otoño de este año y en breve pondrá en marcha una línea de fabricación de productos de panadería.

Una línea que esperan, sea como mínimo tan exitosa como su serie de "1 euro". A finales de 2009 lanzaron una serie de referencias a un precio económico que, según confirma Castell a este periódico, ha recogido muy buena aceptación. "Con un precio muy atractivo y ajustado, ofrece una amplia variedad de productos distintos entre los que elegir para el desayuno, la merienda ó simplemente como snack".

Son los denominados precios "anticrisis". Las ofertas de precio único de las distintas cadenas de supermercados han ido in crescendo en los últimos tres años y las marcas de alimentación se han ido sumando mucho más desde el pasado año. "Por esta razón, muchos supermercados, hipermercados y comercios tradicionales han acogido este surtido de productos con muy buena predisposición".

La estrategia en inversiones de Dulcesol no ha variado. "En materia de instalaciones productivas, invertimos cuando nuestra capacidad de producción es insuficiente y percibimos que todavía hay oportunidades de crecimiento. En instalaciones auxiliares, orientamos nuestras inversiones a aquellos proyectos que nos ayuden a mejorar el control de aspectos clave de nuestro negocio y a ser más eficientes". Todo ello, afirma Castell, bajo la premisa de mantener su "independencia financiera a toda costa".

La empresa no se ha visto exenta de la escalada de precios de las materias primas del último semestre de 2010, muchas de ellas, claves en su proceso productivo (las harinas, el azúcar, los aceites y el cacao, entre otros). Reconocen que les ha afectado "muy negativamente".

Los elevados precios del barril del petróleo que han incidido directamente en un notable incremento de la energía eléctrica y de los combustibles también ha tenido "un fuerte impacto" en los márgenes brutos de la compañía. Este problema, según afirma su director de control de gestión, les ha obligado a realizar "extraordinarios ajustes" en otros costes para intentar mantener los resultados equilibrados. Una situación que se mantiene en los primeros meses de 2011 sobre la que no se preven que haya cambios, "al menos a corto plazo".