X. A.. 16/06/2011 Los socialistas valencianos celebran hoy su Comité Municipal tras el 22-M. Se prevén críticas, pero el secretario general de la ciudad, Salva Broseta, estará protegido por el sector ‘lermista', al cual se ha acercado ante los desaires de Blanquerías y su aislamiento en las agrupaciones

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VALENCIA. Hoy se celebra el Comité Municipal de los socialistas valencianos donde se procederá al examen y diagnóstico del PSPV en la ciudad de Valencia. La reunión del órgano supondrá una radiografía del partido en el ámbito municipal que, para algunos miembros de la formación, es ya "una autopsia", puesto que consideran que la Ejecutiva del partido no tiene recorrido.

Pocos días después de que se haya hecho público que ningún concejal de Valencia ciudad será diputado provincial, con la consiguiente tensión con dirección provincial que encabeza Carmen Martínez, cercana a Jorge Alarte, se prevén intervenciones críticas. Sin embargo, según las fuentes socialistas consultadas, no se espera una gran revolución. "La situación es conocida por todos. No es necesario tratar de forzar la dimisión del secretario general, Salva Broseta, es cuestión de tiempo", señalan.

Crudas palabras que revelan la inconsistencia orgánica de la Ejecutiva local. Broseta, impuesto por el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, apenas contra una de las 17 agrupaciones de la capital. El sector lermista, con Joan Calabuig como cabeza visible y Vicent Sarrià como lugarteniente, se ha revitalizado con la confección del grupo municipal. De los ocho concejales obtenidos, cuatro pertenecen a esta cuerda, mientras que tres son afines a Salva Broseta y uno a José Luis Ábalos, quien todavía dispone de fuerza en la ciudad.

Sin embargo, fuentes del partido puntualizan que el secretario general del PSPV en la capital ha comenzado a acercarse al sector ‘lermista'. Los motivos son obvios: su posición de debilidad en las agrupaciones y la necesidad de trabajar codo con codo en el ámbito municipal Joan Calabuig contrasta con una dirección nacional y provincial del partido que no le ofrece cobertura (ya se vio en la campaña electoral, cuando se les facilitó un presupuesto muy limitado).

Según apuntan las fuentes consultadas, Broseta seguirá al mando hasta las elecciones generales a la espera del posterior congreso. El acuerdo de paz alcanzado por Jorge Alarte y Ximo Puig, cabeza visible del lermismo, en el ámbito autonómico, seguirá la línea marcada y dará estabilidad temporal al actual secretario general y, por extensión, al líder municipal que, cada día, incrementa su sintonía con el sector ‘lermista'. ¿El roce hará el cariño?