Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• De economía y política
• El silencio educativo
• Asante Sana!

MADRID. Nadie pone en duda de que la salida a bolsa de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) será un éxito y quizá por ello todo lo que tiene que ver con esa operación está tocado por la gracia. La última prueba de ello fue la presentación en sociedad de su presidente, Aurelio Martínez, para “vender” la OPV del 30 % de la compañía y que fue motivo de una relevante concentración de representantes de bancos, agencias bursátiles, analistas, agencias de comunicación y bufetes de abogados en los salones del Ritz, habitual feudo de José Luis Rodríguez y sus desayunos.

El negocio se huele y las expectativas no se vieron defraudadas y no solo por la presencia de la vicepresidenta económica del Gobierno, sino por una presentación del presidente de LAE muy sui generis y ajustada a lo que los asistentes esperaban oír de boca de un catedrático de Economía Aplicada que fue quien preparó personalmente el power point que guió su intervención.

El calendario de la operación ofrece como novedad su aplazamiento hasta la segunda mitad de noviembre, fecha en la que está prevista la colocación. Aunque no hay duda de que no habrá problema alguno para el éxito de la operación –una de las mayores que se han producido en la bolsa española por un total cercano a los 6.500 millones de euros-, sí parece cierto que directa o indirectamente afectará a los procesos de capitalización de las cajas de ahorro que están obligadas a cubrir las exigencias que le fueron impuestas por el Gobierno y el Banco de España.

El recurso a los mercados se ha puesto muy caro en España por el riesgo soberano, aunque ello no es de la competencia del presidente de LAE y montañero avezado, como tampoco lo es el que España empezará a ser un país homologable cuando invierta la ecuación y comience a gastar más en I+D+i de lo que gasta en juegos de azar. En 2009 el gasto total del juego en España superó los 30.000 millones de euros, algo inferior al 3% del PIB, si bien veinte años antes representaba cerca del 6% de PIB. Mientras llega este cambio, el claim publicitario nos anuncia lo que va a ser esta salida a bolsa: una apuesta segura.