JORDI FERRER. 16/05/2010 El presidente de la D.O. Alicante, Francisco Amorós, asegura que la presente campaña será de transición y prudencia, si bien confía en que la constante profesionalización de las bodegas y la innovación en los procesos de comercialización contribuyan a mantener el volumen de las exportaciones

imprimir

Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• PSPV, Compromís y Podemos presentan la proposición de ley para recuperar RTVV 
• El Gobierno manchego recurrirá el nuevo trasvase del Tajo al Segura
• Montiel (Podemos), con 67.500 euros, el portavoz con más retribuciones en 2014

VALENCIA (VP). Los volúmenes de ventas y exportación todavía no alcanzan a los de otras regiones valencianas como la D.O Valencia o D.O. Utiel Requena, pero en los últimos años los vinos alicantinos no han dejado de crecer tanto en producción como en exportaciones.

Al igual que ha sucedido en prácticamente todos los sectores, las ventas y los beneficios han caído en los últimos dos años y esta campaña se espera, al menos, un descenso en la comercialización del 9%, a pesar de lo cual algunas bodegas de la provincia siguen abriéndose camino con éxito en los mercados internacionales.

Casi de forma paralela, el incremento en la producción registrado en los últimos años ha sustentado el crecimiento de las exportaciones. En las tres últimas campañas la producción ha crecido de los 116.646 hectolitros (2006/07) a los 153.598 (2008/09), y alrededor del 25% de estas cantidades se comercializa anualmente en el extranjero.

El presidente de la D.O. Alicante, Francisco Amorós, expone a Valenciaplaza.com la situación del sector, los principales problemas a los que se enfrentan los vinos alicantinos y las expectativas a corto plazo.

-¿Cómo está repercutiendo la crisis en los vinos de la D.O. Alicante en cuanto a volumen de ventas?
-Por el momento nos mantenemos en condiciones adecuadas. La exportación de embotellado el año pasado creció un 12%, una cifra muy notable que refleja la fortaleza de este segmento, incluso en situaciones de crisis. Y aunque los graneles o el mercado nacional se haya contraído, la situación general es buena para Vinos Alicante D.O.

-¿Para cuándo esperan una recuperación?
-Creo que tardaremos todavía algunos años en recuperar los volúmenes de ventas que llegamos a alcanzar, puede incluso que tres o cuatro, ya que tendremos que esperar a la recuperación del resto de sectores industriales, de servicios, etcétera. Pero esperamos al menos mantenernos en estos años de transición, pues la calidad que hemos alcanzado nos ha hecho creíbles y fuertes frente a otras zonas.

-¿Supone más problema la crisis o el considerable descenso del consumo?
-Con la crisis todo el mundo deja de consumir. Hasta los productos de primera necesidad. Pero los vinos de Alicante han alcanzado cierto reconocimiento y prueba de ello es que estamos subiendo el embotellado y la exportación. Como a todos los vinos del mundo, nos faltan consumidores. Es lógico porque el descenso del consumo en España ha sido drástico, aunque en la región estas cifras nos afectan menos con el elevado volumen de visitantes que recibimos. Si en España se beben unos 17 litros por persona y año, en Alicante estamos alrededor de los 30, pero todavía nos queda mucho para alcanzar los 50-55 litros por persona y año que se consumen en Francia o Alemania.

-¿Comparte la afirmación de que el vino está de moda pero no se bebe? ¿Se atreve a apuntar algunos motivos?
-Sí, es una moda pero no se bebe. La gente toma su whisky y otros destilados y no se quiere atrever con el vino.

-¿Qué tipo de vinos ha sufrido menos la crisis? ¿Por qué?
-Pues vinos como los nuestros demuestran que se puede resistir a las malas situaciones a base de calidad, precios razonable y una imagen de garantía, de empresas serias, de bodegas discretas pero centradas en su producción. Lógicamente ciertos vinos caros han tenido un retroceso significativo, pero incluso los más caros en Alicante defienden su calidad y la buena receptividad de los clientes.

-¿Qué parte de la producción se destina a exportaciones? ¿Cuánto embotellado y cuánto a granel?
-Somos bastante fuertes en el mercado nacional y aproximadamente el 25% de la comercialización es para exportación. Esperamos llegar al 50% en los próximos años. El 88,16% de las exportaciones y el 48,32% de las ventas nacionales son de vino embotellado, unas cifras que consideramos muy positivas.

-¿Hay oportunidades de negocio en el sector vitivinícola?
-Por supuesto. Mantenerse y seguir ofreciendo productos diferentes con una imagen adecuada a la situación general del mercado. La D.O. Alicante ofrece todo su respaldo a las marcas porque entendemos la importancia de tener una imagen potente.

-¿Cómo se puede innovar en este sector? ¿lo hace la D.O. Alicante?
Pues hay muchas fórmulas y bodegas apostando por ello ahora mismo. El espíritu alicantino es innovador, pero no debemos perder de vista nuestro origen. Ya hemos dado los primeros pasos hacia un proceso de innovación en el que basamos buena parte de nuestro crecimiento, trabajamos en cambiar nuestra imagen, cambiar los planteamientos de marketing con las bodegas o defender la certificación de producto.

-¿Qué expectativas manejan para la campaña de este año?
-Este año es el de la prudencia. Nos conformamos con seguir como estamos y abriendo ese hueco natural que tenemos en nuestro territorio. Para eso, pensamos que a pesar de que algunas bodegas tengan dificultades, el nivel medio de trabajo es alto y la comercialización podría mantenerse en el terreno nacional y también en el de la exportación. Confiamos mucho en las nuevas bodegas que se han incorporado a la D.O., muy profesionalizadas, que sin duda nos ayudarán a mejorar la exportación.

Actualmente la D.O. Alicante integra a 44 bodegas, 2.430 viticultores y una superficie de cultivo de 14.613 hectáreas. Las bodegas más representativas, las que lideran las exportaciones según los datos ofrecidos por el consejo regulador son: Salvador Poveda, Bodegas BOCOPA, La Bodega de Pinoso, Sierra Salinas, Bodegas y Viñedos El Sequé y Bodega Santa Catalina del Mañán.