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VALENCIA. El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, ha anunciado a bombo y platillo una serie de medidas en torno a los principios de "austeridad, transparencia y empleo". El control de gasto y los recortes se deberán hacer efectivos en las administraciones públicas en las autonomías que gobierne la formación ‘popular', una de ellas, la valenciana.
Las directrices de Rajoy obligarán a un esfuerzo importante a los gobiernos autonómicos. En especial, a algunos como el valenciano que ha descuidado en los últimos años aspectos fundamentales de la gestión económica.
Para empezar, los gobiernos de las CCAA podrán disponer, como máximo, de 10 consejerías. El Consell dispone ahora mismo de trece -el Ejecutivo más poblado de España- y además tres vicepresidencias. Francisco Camps ya está estudiando cómo reajustar ese ‘sudoku' de puestos y cargos. En esta línea, también se ha reclamado por parte de Rajoy una disminución de los cargos de confianza, asesores y empresas públicas.
A mediados del pasado año, el vicepresidente segundo y conseller de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, anunció a este respecto la eliminación de nueve fundaciones públicas y seis sociedades mercantiles participadas por el Gobierno valenciano con un ahorro total de 115 millones de euros. La inactiva Mundo Ilusión fue la supresión más destacada. De la Generalitat dependían en 2010 26 sociedades mercantiles, 40 fundaciones y 14 entidades de derecho público. El anuncio de Rajoy insta a acentuar la reducción de estos organismos que el Consell deberá revisar.
Más trabajo para el equipo de recortes: Génova aboga por la reducción de las delegaciones autonómicas. El Consell dispone de oficinas en Alicante, Castellón, Elche, Madrid y Bruselas. Estas sedes territoriales cuestan 1,42 millones al año. Otra de las directrices de Rajoy exige la restricción del parque móvil y el desarrollo de la utilización compartida. Los coches oficiales de la Generalitat que usan consellers y altos cargos se sitúan, según datos oficiales de 2010, en torno a 80 -ahora superarían el centenar- aunque el parque móvil total del Gobierno valenciano es de casi 800, gran parte de ellos -unos 460- al servicio de Medio Ambiente -agentes medioambientales, personal de parques naturales; mientras que Gobernación cuenta con unos 240 destinados al servicio de la Policía Autonómica y gestión de emergencias.
Entre el resto de medidas se encuentra la de racionalizar el uso del teléfono móvil. En septiembre de 2010, el diputado de Compromís Enric Morera obtenía respuesta a una pregunta parlamentaria a través de la que se hacía público que la Generalitat constaba de 11.304 líneas de telefonía móvil. No se desveló el gasto total de las arcas públicas sobre estas líneas.
Por otro lado, una de las condiciones fundamentales que reclama el PP nacional es que las CCAA fijen un techo de gasto vinculándolo a la capacidad recaudatoria. Esta norma, se ha hecho trizas en numerosas ocasiones en la Comunitat, con déficits anuales que han obligado a la Generalitat a recurrir a la deuda. De hecho, la Comunitat es la que tiene mayor endeudamiento per cápita respecto al PIB de toda España.
Francisco Camps, en su reunión con la Asociación Valenciana de Empresarios durante la campaña electoral, anunció precisamente que establecerá ese tope de gasto. Un límite que formalmente ya existe, aunque sea a pesar de la Generalitat, ya que el Gobierno Central le obliga a aplicar fuertes medidas para frenar el déficit mediante un Plan de Saneamiento. Además, a ello hay que añadir la reticencia de los mercados que se traducen en dificultades para colocar deuda.
Otro de los pasos a seguir dictados por Mariano Rajoy debe plasmarse en la creación de una central de compras para optimizar la gestión de los recursos públicos. Este modelo no existe en la Comunitat Valenciana, si bien Camps trazó un esbozo de este método en la campaña electoral.
En definitiva, un paquete de medidas de choque que pondrán a prueba la capacidad de los ingenieros económicos del Gobierno valenciano en pos de la austeridad.
El gobierno de camps no aplicará ninguna de las medidas, pues como ya han demostrado lo que digan en Génova les da igual. Este es el reino de los intocables y el discurso de rajoy un paripé para las elecciones nacionales del próximo año.
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