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MADRID (EFECOM). Casi la mitad de los socios del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) (en concreto el 47 %) cree que no hay indicios para pensar que la crisis económica ha tocado fondo y tan sólo un 4 % piensa que se avanza hacia una rápida recuperación.

Así se desprende de la encuesta elaborada por el IEF sobre el ritmo de la actividad económica, las previsiones de ventas de los empresarios, los niveles de empleo o la facturación exterior, y que fue difundida hoy durante la vigésimo octava Asamblea de esta institución.

Los empresarios del IEF otorgan a la actual situación económica una puntuación de 2,95 sobre 9 y aunque se muestran algo más optimistas que en 2010, se alejan en más de un punto de la percepción que tenían en 2008, año del inicio de la crisis.

El 47% de los encuestados cree que no hay indicios para pensar que la crisis ha tocado fondo, mientras que el 49% piensa lo contrario y estima que la economía avanza lentamente.

La mayoría (el 52%) piensa mantener los niveles de empleo actuales de su empresa frente al 30 % que piensa reducir la plantilla, un 12 % que se plantea aumentarla y un 6 % que no descarta aplicar Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) según la demanda.

De acuerdo con las previsiones para este año, cuatro de cada diez empresarios prevé aumentar la cifra de ventas, mientras que el 35 % estima una reducción y el 25 % unas ventas similares a las del año pasado.

Por otra parte, el 35 % de las empresas del IEF tiene claro que no repartirá dividendos en 2011, mientras que el 25 % lo hará en un porcentaje menor al 16%, un 17% otorgará beneficios de entre el 16 y el 30% y un 13 % lo hará en un porcentaje superior al 50%.

El presidente del IEF, el propietario de la cadena de ropa Mango, Isak Andic, durante su discurso en la Asamblea, abogó por adoptar reformas "con profundidad y rapidez", ya que la situación por la que atraviesan algunos países de la UE puede condicionar el desarrollo económico y social de nuestro país.

Andic urgió a que la reforma de la negociación colectiva abunde en la flexibilidad laboral, frene el absentismo y no vincule los salarios a la inflación sino a la productividad.